Sexta marcha contra Aratirí
La tierra no se vende
Escrito por Guillermo Torija
“No se vende, la tierra se defiende”, fue el cántico más
entonado el pasado viernes 9 de mayo a
lo largo de toda la avenida 18 de julio. Siete cuadras de la senda norte de la
principal avenida capitalina llegó a congregar la sexta marcha en defensa de la
tierra, el agua y los bienes naturales, y contra el contrato con la minera
Aratirí, convocada por la Asamblea Nacional Permanente (ANP). Por detrás de la
tropilla de caballos de la gente de Valentines y Cerro Chato, iban las pancartas
de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, con marcada presencia de estudiantes de ciencias
sociales, preguntando “¿Qué modelo de país queremos?, así como las de
sindicatos y organizaciones sociales. Todas ellas acarreadas por militantes que
entre tanto y tanto miraban el suelo para esquivar los desechos equinos que le
dan el toque campechano a la movilización. También acompañaron organizaciones
políticas como el Partido Ecologista, el Partido de los Trabajadores (PT), el
Movimiento 26 de Marzo y otras agrupaciones de izquierda no frenteamplista.
La proclama de la ANP remarcó el repudio a “la entrega de la
tierra y los bienes naturales a empresas multinacionales saqueadoras y
depredadoras”, a la instalación de la “mega minería” que instaurará Aratirí, a
la planta regasificadora (asociación de la empresa nacional Gas Sayago y la
transnacional GDF Suez)”que proveerá de energía a la mega minería” y al puerto
de aguas profundas en la zona de La Angostura, departamento de Rocha, que según
la ANP irá en desmedro de la actividad turística y la pesca en la zona, además
de afectar las aguas, la playa y el paisaje. También denunciaron que entre los
representantes legales del proyecto Aratirí está el Estudio Posadas, que según
la ANP fue denunciado en Uruguay y otros países, “acusado de estar involucrado
en el lavado de dinero”.
La movilización fue muy tranquila, al ritmo y tranco de los
tambores, que en algún pasaje generó baches en la marcha por los cuelgues de la
clave de candombe en la madera. Entre el “poli clasismo” de propietarios
(medianos, chicos, propietarios al fin), asalariados rurales, gente de la Unión
de Trabajadores Azucareros de Artigas, sindicato que sigue reivindicando “la
tierra pal que la trabaja”, también se vislumbró la bandera negra, anarca,
pidiendo por “tierra y libertad”. A la pasada, estos últimos dejaron la marca
de aerosol fresco en la pared de alguna Administradora de Fondos de Ahorros
Provisional que expresaba: “ante el capitalismo, guerra social”.
El punto álgido de la movilización fue al pasar por la
puerta del Centro de Formación en Educación que se encontraba ocupado por la
Asociación de Estudiantes de Educación Social (AEES). Un puñado de estudiantes
en el balcón del edificio del centro saludó a la marcha, que respondió con un
agolpado “se escucha se escucha, arriba los que luchan”. AEES reclama por “la
falta de docentes, materias optativas, centros de práctica, grupos sobre
poblados inexistencia de planificación estructurada de la carrera y la
necesidad de un edificio propio”. La movilización prosiguió hasta la plaza Independencia,
donde un estrado con escasa amplificación -o por lo menos insuficiente para que
se escuchen las distintas oratorias en la amplitud del espacio físico- dio
lugar a la lectura de la proclama y el cierre con el espectáculo de la banda 4 pesos de propina.
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