sábado, 13 de septiembre de 2014

de RUBEN

Maldito y pobre salario
Bajo  salario, bendito seas
Voy zurciendo mis harapos
para continuar vestido.
A ti te pido, he imploro
que cumplas tu cometido,
no me dejes te lo ruego
porque en mi, no hay recuerdo
de tan grande desempleo.
El que pasa los cincuenta
trabajo ya no consigue
la juventud se desvive
en procura de un trabajo
Si así mismo lo consigues
por nueve mil en la mano
es una tomada de pelo
Ese mísero salario.
Ah, sabes? Viviendo contigo
me encuentro galardonado,
pues si no tengo trabajo,
ya no seré un explotado.
Con el mísero salario
ya estamos en el umbral;
primeros en el libro Guiness
en mi bendito Uruguay.
Detrás de un desempleo
esta la mujer, los hijos;
después llegan los problemas
el hambre, la vestimenta
y  las cosas esenciales
para estudiar en la escuela
Ah, sabes? Si un guiso flacuchon,
cuatrocientos pesos cuesta,
si el mes tiene 30 días
fíjate saca la cuenta
y  no te rompas los sesos
pues son doce mil pesos
lo que en el mes gastamos.
Si el promedio salarial
es de diez mil pesos
¿Será que podemos comer?
Mira, que te parece?
nuestros hijos, desayunan guiso
nosotros con la bombilla en el guiso
almorzando, guiso, merendando, guiso!
cenando, guiso!, Y lo más loco,
pagar alquiler, con, guiso! La luz con, guiso!
pagar Ose, con guiso! Y lo más ridículo
vestirnos con ,guiso!.
Quizás encuentres trabajo
a la vez no sea necesario
de que te sirve el trabajo
con el mísero salario?
Rubén Cáceres







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