Los escombros de una existencia condenada a la duda
yacen esparcidos por los pasillos de la consumada realidad.
Infortunada virtud desdeña el lema arcano,
goza y vive de falsa salud
con reyecías va de la mano.
Quiebra y bate la vibrante estrofa
cuando su luz oscura yace donde no mora,
la temeraria estirpe con su linaje mofa
tanta perfidia a la esencia y a la aurora.
Ya abundan los batallones sagrados pero no los ve.
Ya ve un lugar fuera de este tiempo,
ya vive un tiempo fuera de este lugar.
Ya vive, muere, renace.
Ya su memoria como la de un pez.
Nicolas Chapez
No hay comentarios:
Publicar un comentario