sábado, 9 de enero de 2016

La mitad de las empresas colaterales de ANCAP dieron pérdidas en los dos últimos balances de 2013/ 2014




El grupo tiene presencia en 19 compañías que se dedican desde la fabricación de perfumes y
repelente hasta brindar asesoramiento logístico, consultorías y servicios agrícolas


Búsqueda Nº1849 - 07  ENERO DE 2016
Escriben Raúl Santopietro y Sergio Israel
El  legendario coñac Joanicó, que comenzó su andadura con los jesuitas en el siglo XVI. Bebidas destiladas con menos solera: whisky Mac Pay, Añejo y Golden King, grappa y grappamiel Salerno. Espinillar, amarga, caña, gin, ron y hasta cachaza para hacer caipiriña. También repelente Explorador, en aerosol y tabletas, iniciadores de fuego, insecticidas, disolventes como el famoso Disán, quitaesmaltes, alcohol en gel y una no muy conocida línea de perfumes —Alma Mía— con cuatro fragancias: Libre, Radiante, Exótica y Enamorada.
Sin embargo, tanto en la oposición como en el propio partido de gobierno varios opinan que el “producto” con mejores resultados de la petrolera estatal Ancap en la última década, es el propio ex presidente de la empresa, Raúl Sendic, que en pocos años pasó de ser su titular a vicepresidente de la República, luego de haber sido el más votado en las elecciones internas del Frente Amplio en 2015.
La carrera de Sendic, con el respaldo implícito de su padre, que en la década de 1960 defendió a los “peludos” del norte y fue fundador del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, y del expresidente José Mujica, paradójicamente recobró fuerza luego de haber quedado fuera de la Cámara de Diputados en 2009, cuando aún era dirigente del Movimiento 26 de Marzo.
“Recuerdo cuando Tabaré me propuso venir a Ancap. En una conversación que tuve con Mujica —que entonces era futuro ministro de Ganadería—, él me dijo: ‘Estar en Ancap va a ser como volver a la universidad’. Realmente fue más que eso en cuanto a aprendizaje. Yo siento que la empresa me ha dado mucho más a mí que yo a ella”, declaró el propio Sendic en 2011, entrevistado para el libro“ANCAPEANOS”, una edición de distribución gratuita producida por la empresa en el marco del festejo de los 80 años.
Para ese entonces, Daniel Martínez había dejado Ancap y Sendic pasó a ocupar la presidencia y a cotizar como delfín de Mujica.
El grupo Ancap
Una mirada a los balances de las 13 empresas colaterales de Ancap, que funcionan en el derecho privado, indica que en 2013 y 2014, los años de mayor crecimiento político de Sendic, casi la mitad tuvo pérdidas.
En 2013, explicaron  fuentes de la petrolera estatal, Alur y Caba ganaron alrededor de U$S 300.000 cada una. Al año siguiente, mientras los balances dieron que Alur ganó U$S 8,7 millones, Caba, que comercializa licores y otros productos de consumo masivo bajo el eslogan“Productos nobles. Calidad genuina”, perdió U$S 600.000.  
Cementos del Plata perdió U$S 6 millones en 2013 y al año siguiente obtuvo U$S 100.000 de ganancia.
Conecta, otra empresa del grupo, perdió U$S 3,8 millones en 2013 y U$S 3,4 millones al año siguiente.
Gas Sayago arrojó un resultado negativo por U$S 2,3 millones en el primer año analizado y U$S 5,6 millones en el siguiente, mientras que Gasuducto Cruz del Sur perdió U$S 2,3 millones en 2013 y U$S 2,4 millones al año siguiente.
La “estrella” en estos dos años fue la distribuidora de combustibles, Ducsa, que ganó U$S 19,4 millones en 2013 y U$S 21,4 millones en 2014.
Salvo las pequeñas ATS (Asistencia Técnica de Servicios) y Pamacor, que empataron, el resto de las colaterales del grupo perdieron dinero. En 2013, Ancsol cerró con U$S 3,4 millones en rojo y al año siguiente esa cifra ascendió a U$S 4,8 millones. Otra colateral, Carboclor perdió U$S 1,4 millones en 2013 y U$S 2 millones al año siguiente.
Petrouruguay perdió U$S 400.000 en 2013 y al año siguiente ganó U$S 200.000. ATS también mejoró en 2014: obtuvo una ganancia de U$S 100.000.
Cada una de las empresas que operan en el derecho privado depende de una gerencia y tiene en su elenco a un director de Ancap. 
Caba (Compañía Ancap de Bebidas y Alcoholes) fue creada en 1999 bajo el régimen de sociedad anónima cerrada por 99 años. Su función es la producción, industrialización, fraccionamiento, comercialización, distribución, importación y exportación de bebidas alcohólicas, alcoholes, azúcar, melaza, aguardientes, derivados y subproductos, así como la comercialización y distribución los solventes, acetonas, aguarrás y otros derivados del petróleo.
Alur (Alcoholes del Uruguay), otra de las sociedades anónimas, tiene a Ancap como principal accionista —93,72%— y a la petrolera estatal venezolana PDVSA con el 6,28%. Alur fue creada en 1999 y cobró fuerza durante el primer gobierno de Vázquez en la producción y comercialización de alcoholes, azúcar, melaza, biodiesel y otros subproductos generados en la cadena agroindustrial. Alur es propietaria del 100% de las acciones de Agroalur SA, una sociedad anónima uruguaya fundada en 2009 que realiza servicios agrícolas y suministra personal para tareas vinculadas a la actividad agrícola.
Cementos del Plata fue creada en 1998 con el objetivo de comercializar en Uruguay y Argentina el portland que produce Ancap. A esta función se agregó luego la producción de cal. En 2011, la sociedad construyó la primera planta de cal en el departamento de Treinta y Tres con la mira puesta en abastecer, en un contrato por diez años, a la central termoeléctrica de Candiota (Brasil), ubicada a 40 kilómetros de Melo. Al comienzo de Cementos del Plata, la empresa argentina Loma Negra tenía el 50% de las acciones, pero luego, cuando se proyectó la construcción de una segunda planta, Ancap pasó a controlar la mayor parte del paquete accionario.
Ancap (99%) y Cementos del Plata (1%) son socias en Pamacor, que se dedica a la prospección, exploración, explotación, comercialización, importación y exportación de recursos minerales y productos derivados de su procesamiento industrial.
En el negocio del gas Ancap tiene presencia a través de diversas empresas. Posee 40% de Gasur Uruguay SA, una sociedad anónima en la cual el 60% es de las privadas Acodike y Riogas. Fue creada en 1997 para distribuir gas propano, cuyo proveedor es Ancap, a consumidores de más de 180 toneladas anuales, y desde 2008 inició su actividad como envasador de supergás a través de las plantas de envasado de La Tablada, propiedad de Ancap.
Ancap participa también en Gasoducto Cruz del Sur. Allí posee el 20% del paquete accionario, otro 40% es de BG Netherlands Holdings, 30% de Pan American Energy y el 10% restante es de Wintershall Holding. Se creó en 1996 para construir un sistema de transporte de gas natural por gasoducto para Colonia, San José, Canelones y Montevideo.
Gas Sayago es una  sociedad anónima con UTE en la cual Ancap posee 20,65%. Fue creada para la instalación de la regasificadora, cuya construcción está en suspenso. 
La petrolera tiene el 100% de Ancsol SA con el objetivo de participar en Argentina en las diversas fases de la operación petrolera. Ancsol es el accionista mayoritario de otras dos empresas argentinas: Carboclor SA (74,26% de sus acciones) que se dedica a la industrialización y comercialización de solventes químicos y transporte de petróleo, y Petrouruguay SA (73,22% de sus acciones), que posee el gasoducto Federico Slinger, que une la ciudad argentina Colón con Paysandú.
Petrouruguay SA es otra de las empresas creadas por Ancap en 1991 para comercializar petróleo y gas natural en Argentina. En su momento Ancap tenía el 99% de las acciones y la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) el 1% restante. Hoy la subsidiaria de Ancap Ancsol SA controla el 73,22%, Ancap tiene otro 26,71% y la CND 0,07%.
El caso de Carboclor es aún más complejo. Cotiza en la Bolsa de Buenos Aires y sus acciones se reparten en 74,26% para Ancsol (subsidiaria de Ancap), 0,003% para Petrouruguay SA (subsidiaria de Ancap y Ancsol) y un 25,737% para otros. La empresa se dedica a explorar y explotar yacimientos de petróleo en Argentina u otros países, industrializar y comercializar los productos y subproductos del petróleo y a invertir en títulos o acciones vinculados al negocio petrolero. 
El buen negocio de la nafta
Distribuidora Uruguaya de combustibles SA (Ducsa) fue creada por Ancap en 2001. La empresa madre posee el 99,77% de sus acciones y el restante 0,23% es de Petrouruguay (empresa de la cual Ancap tiene 99% de sus acciones).  Ducsa tiene participación en otras cinco empresas. Es dueña del 99,96% de Canopus Uruguay, una sociedad dedicada a la comercialización de combustibles. Posee el 100% de Winimax SA otra sociedad propietaria de inmuebles en Ciudad de la Costa, Canelones. También tiene el 100% de las acciones de DBS SA que presta servicios de mantenimiento, mano de obra e instalación del Sistema de Control Vehicular que usa Ancap y además comercializa software y brinda consultorías. A su vez posee el 100% de Abigale, una empresa dedicada a la medición y evaluación del potencial eólico. Y tiene 1% de las acciones de ATS, una sociedad anónima que da asesoramiento y asistencia técnica en la gestión de procesos industriales.
ATS tiene dos dueños, o uno solo. Ancap posee 99% de sus acciones y 1% de Ducsa, subsidiaria de Ancap.
También posee parte de la empresa Talobras SA, una sociedad anónima dedicada al servicio “intoplane” de combustible de aviación en el Aeropuerto de Carrasco. Ancap posee un tercio de las acciones, Orodone SA otro y Petrobras el tercio restante.
En 2014 Ancap creó Conecta, una sociedad anónima dedicada a la venta y distribución de gas por cañería en Colonia, San José, Ciudad de la Costa y Paysandú. Ancap posee 45% de sus acciones y el 55% mayoritario es de Petrobrás Uruguay SA de Inversión (Pusai).
Fuentes de la estatal dijeron a Búsqueda que su “fracaso es estructural” porque “tiene 5.000 clientes y no le da” para hacer rentable el negocio

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