martes, 26 de noviembre de 2019

BOLIVIA


BOLIVIA
Golpe y resistencia
Desde que Evo Morales tomara la decisión de presentarse a su cuarta reelección, desconociendo el resultado del plebiscito previo que le negaba tal posibilidad, la situación política en Bolivia se fue tensando. El resultado electoral que dio mayoría al MAS sin necesidad de ir al balotaje termino por desatar movilizaciones ante la acusación de fraude en las elecciones.
El 8 de Noviembre el amotinamiento de la policía en Santa Cruz y Cochabamba empezó a preparar el golpe, el pronunciamiento del Ejercito “sugiriendo” a Morales que renunciara precipito el desenlace final, el presidente y su vice renunciaron para refugiarse y finalmente salir hacia Méjico.
Toda la situación estuvo marcada por el debilitamiento en la última etapa del gobierno de Evo, no es casual que la COB, la Federación minera y otras organizaciones le dieran la espalda, en el primer momento, a su ex aliado. La ida de Evo Morales y la parálisis del MAS parecían dejar al pueblo Boliviano desarmado e inerme ante el golpe. Pero son las características de los propios golpistas las que, por encima de la propia defensa de Evo Morales llevaron a la reacción del pueblo para parar el golpe.
Los golpistas son viejos enemigos de pueblo trabajador e indígena de Bolivia, es la poderosa clase alta de la media luna, Santa Cruz, Tarija, Pando y Beni. Allí radica el poder económico que ya una década atrás emprendió una revuelta secesionista, el poderoso lobby sojero (con fuerte presencia brasilera), el empresariado minero, etc.
El golpe les permitió levantar cabeza a sectores ultra religiosos y fascistizoides caracterizados por el odio a la población indígena, mayoritaria en Bolivia, llevando adelante ataques violentos contra dirigentes sociales y del Mas. Entre estas acciones estuvo la quema de la whipala, la bandera representativa de los pueblos originarios.
La reacción no se hizo esperar, desde el Alto, ciudad continua a La Paz, con más de un millón de habitantes, comenzó la reacción al golpe, cerrando los accesos y evitando la entrada de la policía y el ejército.
La situación se ha ido agravando, la presidenta auto elegida, Añez, ha dado libertad de acción a las fuerzas de represión permitiéndoles matar sin consecuencias, el 15 la policía asesino a ocho manifestantes en Cochabamba y desde el gobierno se desato una persecución a la prensa internacional para evitar la cobertura de los hechos.
La lucha que comenzó en El Alto se ha ido extendiendo a Cochabamba, Potosí, el Chapare y otras zonas y sectores de tradición en la pelea popular como los mineros han comenzado a bajar a La Paz.
Numerosos gobiernos y organismos internacionales han reconocido a este gobierno ilegitimo y se han sentado a negociar mientras este masacra a los manifestantes, Naciones Unidas , la OEA, Unión Europea , Trump , Putin, junto a la conferencia episcopal Boliviana arman una salida negociada que legitime el golpe.
Parte de este apresurado reconocimiento de parte de Alemania y los europeos tiene que ver con la reserva de 21 millones de toneladas de Litio que tiene Bolivia que han sido fruto de encontronazos entre el gobierno de Morales y los alemanes.
Como en Ecuador o Chile el pueblo se abre paso en las calles y busca superar direcciones ya agotadas.
Mago


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