BOLIVIA
Golpe y resistencia
Desde que Evo Morales
tomara la decisión de presentarse a su cuarta reelección, desconociendo el
resultado del plebiscito previo que le negaba tal posibilidad, la situación
política en Bolivia se fue tensando. El resultado electoral que dio mayoría al
MAS sin necesidad de ir al balotaje termino por desatar movilizaciones ante la
acusación de fraude en las elecciones.
El 8 de Noviembre el
amotinamiento de la policía en Santa Cruz y Cochabamba empezó a preparar el
golpe, el pronunciamiento del Ejercito “sugiriendo” a Morales que renunciara
precipito el desenlace final, el presidente y su vice renunciaron para
refugiarse y finalmente salir hacia Méjico.
Toda la situación estuvo
marcada por el debilitamiento en la última etapa del gobierno de Evo, no es
casual que la COB, la Federación minera y otras organizaciones le dieran la
espalda, en el primer momento, a su ex aliado. La ida de Evo Morales y la
parálisis del MAS parecían dejar al pueblo Boliviano desarmado e inerme ante el
golpe. Pero son las características de los propios golpistas las que, por
encima de la propia defensa de Evo Morales llevaron a la reacción del pueblo
para parar el golpe.
Los golpistas son viejos
enemigos de pueblo trabajador e indígena de Bolivia, es la poderosa clase alta
de la media luna, Santa Cruz, Tarija, Pando y Beni. Allí radica el poder
económico que ya una década atrás emprendió una revuelta secesionista, el
poderoso lobby sojero (con fuerte presencia brasilera), el empresariado minero,
etc.
El golpe les permitió
levantar cabeza a sectores ultra religiosos y fascistizoides caracterizados por
el odio a la población indígena, mayoritaria en Bolivia, llevando adelante
ataques violentos contra dirigentes sociales y del Mas. Entre estas acciones
estuvo la quema de la whipala, la bandera representativa de los pueblos
originarios.
La reacción no se hizo
esperar, desde el Alto, ciudad continua a La Paz, con más de un millón de
habitantes, comenzó la reacción al golpe, cerrando los accesos y evitando la
entrada de la policía y el ejército.
La situación se ha ido
agravando, la presidenta auto elegida, Añez, ha dado libertad de acción a las
fuerzas de represión permitiéndoles matar sin consecuencias, el 15 la policía
asesino a ocho manifestantes en Cochabamba y desde el gobierno se desato una
persecución a la prensa internacional para evitar la cobertura de los hechos.
La lucha que comenzó en El
Alto se ha ido extendiendo a Cochabamba, Potosí, el Chapare y otras zonas y
sectores de tradición en la pelea popular como los mineros han comenzado a
bajar a La Paz.
Numerosos gobiernos y
organismos internacionales han reconocido a este gobierno ilegitimo y se han
sentado a negociar mientras este masacra a los manifestantes, Naciones Unidas , la OEA, Unión Europea , Trump ,
Putin, junto a la conferencia episcopal Boliviana arman una salida negociada
que legitime el golpe.
Parte de este apresurado
reconocimiento de parte de Alemania y los europeos tiene que ver con la reserva
de 21 millones de toneladas de Litio que tiene Bolivia que han sido fruto de
encontronazos entre el gobierno de Morales y los alemanes.
Como en Ecuador o Chile el pueblo se abre paso en las calles y
busca superar direcciones ya agotadas.
Mago
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