PANDEMIA,VERDADES,
LIBERTADES,y CARAVANA. Feb/2021
-Un apuntecito actual, sobre la vieja relación
contradictoria y complementaria, entre la VERDAD (en la LIBERTAD LIBERAL), y la
VERDAD (en la LIBERTAD OBRERA Y POPULAR).
-Uno apenas quiere decir algo, porque está atragantado. Ahora
mismo, hay miles de escritores brillantes, filósofos, académicos, artistas,
escribiendo y manifestándose por éste tema. Otros muchos, indispensables, están
en silencio o silenciados, es preocupante. Otros muchos, asintiendo con su silencio, lo que sucede. Aunque poca gente
lea éstos asuntos, se intenta. Siempre se intenta. Las ganas de leer en un
tiempo de frenética búsqueda de respuestas urgentes, fáciles, y rápidas, no
encuentran lugar para la reflexión.
-Entonces éste asunto de las libertades, es tan enorme como
la humanidad. Sin posibilidades de expresarlo en pocas líneas. La lucha por las
libertades está en movimiento permanente.
Por ej. Haití
fue el primer país reconocido que se constituyó en República en las Américas.
Conquistó la libertad de la colonia y del esclavismo. Hoy, a más de dos siglos
de esa historia, lleva década tras década de dictaduras feroces, y de títeres
autoritarios disfrazados de demócratas, ahogada en sangre y miserias, y
recolonizada, una y otra vez, y con su pueblo heroico que sigue luchando. Sucede en Chile, Colombia, Ecuador, y en
tantos y tantos ahora mismo.
-Las libertades culturales pueden, y son a veces, llevadas a
propósito al romanticismo. Enunciados emocionantes sin consecuencias reales.
También sufren cambios periódicos, retoques, pactos. Aquí, aún vivimos en el alcance y vigencia de
un pacto infame : el Pacto del Club Naval, hecho para una salida impune de
la dictadura. Ese pacto hoy envejeció, necesita de modernización para un
gobierno que se muestra débil, pero que es más hostil a las libertades sociales
del pueblo. Entonces aquél pacto se recicla y condensa y se parcha, en la nueva
LUC. La Ley de Urgente Consideración, que en otras notas se describe su
contenido regresivo.
-No somos todos iguales en derechos ni en libertades
formales. El poder, y el poder político y económico, sobre todo el poder de las
relaciones del dinero, la pertenencia a las clases sociales poseedoras de
conocimientos de élite, por oportunidad y acceso a mejor formación, da
trascendencia, prensa y difusión, a una especie de verdades que se aplican como
órdenes. De acuerdo a su conveniencia. Es
así que en el planeta entero se vive hace más de un año, bajo la presión enorme
de la mayor campaña propagandística que una enfermedad haya tenido antes. Que
descarga día tras día, un informe tras
otro por la prensa y las redes, contando las cantidades de Infectados, y
muertos sin certificar. No hay registro histórico de una campaña mediática
similar. Difícil escaparle a ésa red. No hay medios alternativos, de peso,
que digan otra cosa igualando esa presión. No está permitido, o no es lo
políticamente correcto.
- Hay una movilización convocada, llamada Caravana por la
Verdad. Gran nombre. Se propone como
parte de la campaña de Médicos Por La Verdad, una movida que se está dando en
varios países. Con una argumentación confrontativa con la verdad pandémica -oficialista
gobernante y opositora- en Uruguay. Son profesionales, activistas sociales,
políticos, con nivel para exponer ideas, que, si bien no son muy bienvenidos
por la campaña oficial, han logrado alguna visibilidad minoritaria en
televisión radio, diarios y redes, en sintonía con otros movimientos similares
de la región y de Europa.
-En esta pandemia, que es muy real, en cuanto a su efecto de
paralización económica, en un país con grandes diferencias de acceso al consumo
mínimo indispensable, con gran desocu-pación
creciente, con enfermedades cronificadas desatendidas, con barriadas
marginadas, lejos de centros laborales, con cierres de empresas y pérdidas de
puestos de trabajo, situación general en aumento, de mayor precarización social
al menos desde 2015, luego de algunas mejoras desde el 2005, se ha agravado
enormemente. Nadie sabe cuánto más va a suceder de ese empobrecimiento. Ésa
situación es la que amenaza y provoca gran sufrimiento en los "sectores
más vulnerables" (frase de moda), con cientos de ollas populares en
agotamiento de meses y meses, sin ver ninguna salida.
Hay suspensión de tratamientos de otras enfermedades, con gran
sobresaturación estresante en trabajadores de la salud, en actividades
exclusivas sobre el cuidado de contagios virales. Con la siempre amenazante
saturación de los centros médicos. Con
la promesa oficial de vacunación no cumplida por alta demanda internacional y
guerra comercial, mencionada por el gobierno, con grandes negociados de las
multinacionales vendedoras de vacunas. Ni siquiera con la vacuna como una esperanza
de curación o inmunización, ya que es un experimento mundial sobre población
sana. Cada día éste último punto es más conflictivo.
-La alimentación con incremento de comida sana, de vida,
trabajo y ejercicios sanos, de aire libre, con promoción y financiamiento de
cultivos de alimentos sanos y agua potable sin agrotóxicos, sin comida
sintetizada enfermante… Nada de eso es el centro de ésta campaña oficial de
salud pública. La campaña recae
exclusivamente sobre la actividad social y cultural obligando a vivir en
burbujas alienantes, tapándose la boca y la nariz, distanciándose y
restringiendo y reprimiendo la vida social sana. Ofende la razón ver gente
caminando en espacios abiertos en soledad, en bicicleta, motos, automóviles,
usando tapabocas, y mirando con desconfianza al que no lo usa.
-Claro que
sí, que cada día se va haciendo urgente
manifestarse por libertad y por verdades verdaderas, legítimas, y consistentes.
Para el conjunto de la sociedad hace falta. Para la inmensa mayoría de la
sociedad. Para los trabajadores y el pueblo. Para quienes mueven la sociedad
creando riqueza, para aquéllos que en servicios limpian los restos de un
desenfre-nado consumismo... Para los que
limpian el culo a la sociedad de consumo frívolo. También para aquellos que en
las llamadas “residencias permanentes” de ancianos, muy ricos y pobres. Las
clases ricas no se limpian el culo, ni se cocinan, ni lavan su ropa, ni
construyen sus ocios... Contratan gente. Del pueblo más pobre que no hace asco
a trabajar en lo que sea, con salarios muy mínimos, porque necesita comer y
mantenerse.
!!Si será vital
para una sociedad tener el pueblo sano¡¡¡
-Es en ésta
situación, que se organiza una caravana. Caravana por la Verdad se llaman.
Desde ésa organización que quiere manifestar por su verdad. Lo que diferencia a
esa propuesta, es su orígen social y sus propósitos. Atiendo en ésta gran
confusión existente (donde es el progresismo frenteamplista, el que pide
medidas más duras al gobierno¡¡) varios argumentos científicos, humanitarios, y
políticos, para una necesaria reflexión colectiva. Hasta ahí coincido. Entre los convocantes hay (y no podía ser de
otra forma creo, el filón es grande) algún personaje excesivamente
autoproclamado. Y otros que nunca defendieron intereses humanitarios.
Ésta Caravana por la Verdad, que la proponen en varias
etapas y días, es muy elocuente que comience en las Canteras del Parque Rodó.
Sigue un recorrido alejándose hacia el este. Va hacia Atlántida, a Piriápolis,
a Maldonado, a la peatonal Gorlero, a Punta del Este, y una actividad final en
la Paloma. Zonas muy alejadas del pueblo más perjudicado en ésta pandemia. La libertad
no puede ser solo una suma de libertades individuales, donde el más fuerte y
mejor relacionado determine y sea privilegiado. Por eso es lamentable el rol de
los organismos de defensa de los trabajadores y el pueblo, la mayoría de los
sindicatos, y otras organizaciones, que permanecen en silencio o acallados, sin
propuestas.
-La verdad de la
libertad de una sociedad, es la justicia social, la distribución de riquezas
generadas, y de oportunidades y de bienes y servicios y de derechos a la vida.
La libertad individual en la libertad colectiva, es un objetivo positivo,
legítimo, a ser -creativamente- equilibrado, cuando podamos construir otra
sociedad alternativa. A la cual no me corresponde ponerle nombre, aunque la
tenga en mi imaginario intacto. Mientras, como pueblo, sin más argumento que
nuestras razones colectivas y con la movilización organizada, como gato panza
arriba, debemos defendernos tanto de las mentiras oficiales y de la opresión,
como de la dispersión burocrática de nuestras luchas legítimas. Y defendernos también, de las verdades a
medias.
M.R.
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