Aumentan las denuncias por ganado muerto tras tomar agua de ríos
La mayoría de los casos provienen de zonas linderas al río Negro
La Facultad de Ciencias, concretamente su departamento de Limnología, recibió varias consultas de productores del interior cuyo ganado se enferma y muere tras tomar agua de ríos.
La situación se planteó con ganado (vaquillonas y ovejas) de Río Negro y de Paysandú. Las consultas llegaron incluso desde la regional norte de la Universidad de la República a la que se le murió ganado del que tenía para sus estudios.
En 2012 un sólo productor reportó la muerte de 40 vaquillonas y en 2013 hubo cinco denuncias, una de Paysandú y otras de la zona de los embalses Baygorria y Rincón del Bonete donde están las represas del río Negro.
Este año hubo un caso de ovejas que adelgazaron y no se recuperaron y se analizan otros reportes, dijo a El Observador la doctora en biología Sylvia Bonilla, investigadora de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República.
En marzo de 2013, un productor cuyo campo llega a orillas del río Negro, informó que se le murieron 15 ovejas tras tomar agua. “Los animales entran al río y salen verdes”, dijo entonces a El Observador Walter Aguerre, propietario de los animales. En esa fecha, otro productor de Durazno perdió 20 ovejas.
Según estudios realizados por esa facultad, las cianobacterias del río Negro “son muy tóxicas” y eso llevó a los técnicos de esa casa de estudios y de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) a concentrar su esfuerzo en la zona de los embalses.
La próxima semana se tomarán nuevas muestras, dijo Bonilla. También la facultad de Química comenzó a trabajar en la zona que según se determinó está enriquecida en fósforo y nutrientes, y los indicadores de clorofila son altos.
Bonilla explicó que el río Negro se encuentra “eutrofizado”, es decir que su ecosistema se caracteriza por una abundancia anormalmente alta de nutrientes. La eutrofización trae como consecuencia un aumento de la cantidad de fitoplancton que crece en forma desmedida. Como resultado el agua se vuelve turbia, lo que limita el ingreso de luz solar y el ambiente se deteriora.
Luego de descartar varias causas que pudieron provocar el adelgazamiento de su ganado y mortandad, los productores comenzaron a pensar que el agua puede ser el “factor patógeno”, como lo sugieren algunos veterinarios.
En el arroyo Canelón Chico aparecieron vacas con diarrea luego de tomar agua de ese pequeño afluente del río Santa Lucía, que es de donde toma agua OSE para la población de la zona metropolitana. El año pasado en Canelón Chico aparecieron también peces muertos con una extraña hinchazón.
Bonilla aclaró que aún “no se puede establecer una causalidad entre el agua y la muerte de ganado”, pera la evidencia hace pensar que si el ganado “puede morir” si ingiere cianobacterias en grandes cantidades que se acumula en las orillas como si fuera una polenta verde.
Además de las algas, que también son un problema para la OSE, hay ríos contaminados por la fumigación, en particular la que se hace para los cultivos de soja que ya ocupan 1.1 millón de hectáreas, según datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Informe
En un estudio de Bonilla, Luis Aubriot y Claudia Piccini sobre cianobacterias y cainotoxinas, se afirma que su desarrollo en grandes cantidades puede producir toxinas “muy nocivas para animales y para el ser humano”.
“Las floraciones de cianobacterias afectan negativamente la calidad de agua ya que le dan color, mal olor y mal sabor, pero sobre todo porque pueden producir sustancias tóxicas para los animales y para el ser humano. Esas sustancia se denominan cianotoxinas”, establecen los expertos en el informe.
Existen reportes internacionales sobre mortandad de animales domésticos, como perros, y también de ganado que bebieron agua con esas floraciones. Los reportes de intoxicación que involucraron a humanos son bastante más escasos.
Según los investigadores, la concentración de cianotoxinas es variable y ha sobrepasado con frecuencia los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud para aguas de recreación de Montevideo y playas de Colonia.
“La peligrosidad es mayor en la orilla del agua donde se acumulan las colonias que se descomponen al sol”.
Esa situación hace que los niños sean los más vulnerable, por jugar en la orilla, su bajo peso corporal y por tragar más agua que los adultos.
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