la fragua es una publicacion de trabajadores al servicio de las luchas sociales
miércoles, 22 de abril de 2020
lunes, 20 de abril de 2020
VIRUS Y RECESION
VIRUS Y RECESION
La aparición del virus Covid 19 que llevo a la paralización
de buena parte de la economía global con un tercio de la población mundial en
cuarentena actuó como detonante de una crisis de sistema que anidaba hace rato
y tenia (y tiene) su epicentro en la guerra comercial entre China y USA.
La caída de la rentabilidad, el estancamiento en las
inversiones y la sobreproducción empujaban al abismo antes de que surgiera el
Malhadado Virus.
La reserva federal de Estados Unidos ya se ha lanzado al
rescate para evitar la quiebra y frenar las constantes caídas en Wall Street ,
se suma la iniciativa del Banco Mundial y el FMI de inyectar en la economía prestamos por un
billón de dólares (FMI) y 160.000 millones (BM) para rescatar de la inminente
caída a economías y empresas. La actual crisis supera a la que conocimos en
2008 que llevo a un rescate “ordenado” y se parece más a la histórica del 29.
Las deudas de los países más pobres, muchas de ellas con
China, amenazan, al término de esta pandemia, con volverse impagables y
provocar una quiebra en catarata que afectaría a los propios bancos. A esto se
suma el efecto de el párate mundial en los precios del petróleo.
La senilidad de un régimen tiene su punto
culminante cuando en medio de una emergencia el debate es como mantener las
ganancias empresariales , algunos gobiernos como el Ingles o Brasilero
prefirieron “dejar hacer” al Covid19 para no parar la economía. También la
pandemia ha puesto sobre el tapete a sistemas sanitarios privatizados, al servicio
de la industria de los laboratorios.
Estamos en una crisis histórica que pone en debate la
existencia del propio Capitalismo y la necesidad de superarlo, que mayor
vigencia tiene el grito clamoroso de Socialismo o Barbarie!!
La lucha que
viene
La crisis
sanitaria ha tenido como efecto frenar la ola de revueltas que se desato en
2019 en los más diversos puntos del planeta, desde Chile a Francia. Como efecto
colateral las manifestaciones han mermado e inclusive han permitido a gobiernos
repudiados como Macron o Piñera retomar la iniciativa y militarizar las calles.
Es esta una victoria pírrica ya que las consecuencias de esta pandemia, con
despidos masivos y creciente miseria no harán más que reimpulsar con mayor brío
las luchas populares.
Pandemia, Plataformas on line y Primaria
Pandemia, Plataformas on line y Primaria
Se terminó la primer semana de suspensión de clases y para los maestros y maestras de Uruguay fue un subidón de emociones. Dos problemas importantes se presentan ante esta situación inédita.
El primero, la ausencia de comedor. Muchos de nuestros niños y niñas se alimentan en los comedores escolares y poder solucionar este aspecto es fundamental.
El segundo, la ausencia de clases. Esta semana, el consejo de Primaria y los inspectores deben de haber trabajado más que nunca, porque ha sido una de elevar normativas y circulares nunca antes vista. Frente al tema del comedor.
Varias posturas, aquellos docentes que no tenían problema en ir a realizar las guardias y repartir las bandejas, mientras que en la vereda de enfrente, aquellos paralizados, víctimas de la psicosis comunicativa y/o temerosos por sus familiares adultos mayores, no quieren ni asomarse fuera de su casa.
Discusiones entre compañeros, entre directores, entre familias, etc. En un momento donde más hermanados deberíamos de estar, para acompañarnos y sostenernos, la psicosis nos gana y terminamos actuando sin razón. Se cerraron las escuelas sin comedor y se organizaron guardias con maestros disponibles, parece que de cierta manera se encaminó y todos aquellos que entre lunes y martes se inscribieron, comenzaron el miércoles a recibir su bandeja de alimento.
Pero, el problema que no parece encauzarse, es el de la ausencia de clases. Primaria exige, amenazando con la retención del sueldo, que todo maestro, desde nivel 3 hasta 6to año, suba actividades a la plataforma CREA. Querido lector, leyó muy bien, desde nivel 3.
Como casi todo lo de primaria, esto no tiene un pienso, pero si un objetivo claro: demostrar al mundo que en Uruguay se pueden dar clases a distancia. La infinidad de situaciones particulares que yo podría desarrollar en estas líneas, llevaría al lector a comprender que esto simplemente es una situación delirante.
El arte de enseñar y el arte de aprender, implica socialización, contacto, mirada, juego, vínculo, situaciones que no pueden ser dadas a través de una pantalla. Pero Primaria sigue insistiendo. Entonces, los maestros que antes estaban indignados con tener que ir a dar una mano en el comedor, ya no lo están tanto frente a esta nueva situación. Se mantienen protegidos del coronavirus y si el niño o la niña, accede o no accede a la plataforma, ese ya no es nuestro problema. Es así, que esta situación de emergencia, termina por sacar a flote todo lo podrido de un sistema obsoleto, arcaico y desgastado.
EL Plan Ceibal es buenísimo, de las mejores cosas que se han hecho en primaria, pero no funciona. No funciona en todos los medios sociales por igual. En los contextos menos favorecidos, las tablets se rompen con una frecuencia que el coronavirus envidiaría.
Ni que hablar de la conexión a internet. Muchos alumnos se conectan de la red de la escuela, pero dada esta situación es de entender que no lo harán, a menos que presionados por los medios de prensa que muestran la idea como algo maravilloso, se conecten igual, saliendo de sus casas, contradiciendo la norma de seguridad.
No todas las familias tienen internet, vivimos en la era digital, pero no podemos olvidarnos que la pobreza en Uruguay es mucha y que muchos de nuestros niños ni agua corriente tienen. Primaria pasa hablando de la atención a la diversidad y la famosa inclusión. Pero en la primer oportunidad excluye y unifica, dando una sola propuesta para todo el grupo y desconociendo la problemática de acceso de miles y miles de niños.
Sin embargo, lo que más me indigna, no es Primaria, sino el maestro, en su rol educativo. Ser maestro es una acto de rebeldía en sí mismo y como dice Paulo Freire: “Su tarea exige un compromiso y una actitud en contra de las injusticias sociales Luchar contra el mundo que los más capaces organizan a su conveniencia y donde los menos capaces apenas sobreviven.
Donde las injustas estructuras de una sociedad perversa empujan a los "expulsados de la vida”. El maestro/a debe caminar con una legítima rabia, con una justa ira, con una indignación necesaria, buscando transformaciones sociales." Sin embargo acá en Uruguay, molesta más dar un plato de comida que subir una actividad a una nube a la cual sólo accederán algunos.
En situaciones excepcionales, las medidas han de ser excepcionales. Y no creo, sinceramente, que hacer o no hacer, una tareita por CREA sea vital para pibes que hoy, lo que no tienen, es su lugar de referencia, de resguardo, de refugio.
No doy crédito que como maestros y maestras que somos, esta situación no nos interpele y no nos cuestione, y nos quedamos tan tranquilos en casa subiendo tareitas a una nube imaginaria y compartiendo un posteo poniéndome a las órdenes para ayudar en las tareas. Situaciones especiales, requieren medidas especiales e inclusivas. Como maestros, agentes de educación y socialización, deberíamos estar preparándonos en las escuelas o en nuestras casas, para los tiempo más duros que vendrán, creando ideas, desarrollando sistemas, produciendo algo.
Dejemos de romantizar el encierro y hagámonos cargo. #yomequedoencasa es la opción más cómoda. Fernanda Blanco
Se terminó la primer semana de suspensión de clases y para los maestros y maestras de Uruguay fue un subidón de emociones. Dos problemas importantes se presentan ante esta situación inédita.
El primero, la ausencia de comedor. Muchos de nuestros niños y niñas se alimentan en los comedores escolares y poder solucionar este aspecto es fundamental.
El segundo, la ausencia de clases. Esta semana, el consejo de Primaria y los inspectores deben de haber trabajado más que nunca, porque ha sido una de elevar normativas y circulares nunca antes vista. Frente al tema del comedor.
Varias posturas, aquellos docentes que no tenían problema en ir a realizar las guardias y repartir las bandejas, mientras que en la vereda de enfrente, aquellos paralizados, víctimas de la psicosis comunicativa y/o temerosos por sus familiares adultos mayores, no quieren ni asomarse fuera de su casa.
Discusiones entre compañeros, entre directores, entre familias, etc. En un momento donde más hermanados deberíamos de estar, para acompañarnos y sostenernos, la psicosis nos gana y terminamos actuando sin razón. Se cerraron las escuelas sin comedor y se organizaron guardias con maestros disponibles, parece que de cierta manera se encaminó y todos aquellos que entre lunes y martes se inscribieron, comenzaron el miércoles a recibir su bandeja de alimento.
Pero, el problema que no parece encauzarse, es el de la ausencia de clases. Primaria exige, amenazando con la retención del sueldo, que todo maestro, desde nivel 3 hasta 6to año, suba actividades a la plataforma CREA. Querido lector, leyó muy bien, desde nivel 3.
Como casi todo lo de primaria, esto no tiene un pienso, pero si un objetivo claro: demostrar al mundo que en Uruguay se pueden dar clases a distancia. La infinidad de situaciones particulares que yo podría desarrollar en estas líneas, llevaría al lector a comprender que esto simplemente es una situación delirante.
El arte de enseñar y el arte de aprender, implica socialización, contacto, mirada, juego, vínculo, situaciones que no pueden ser dadas a través de una pantalla. Pero Primaria sigue insistiendo. Entonces, los maestros que antes estaban indignados con tener que ir a dar una mano en el comedor, ya no lo están tanto frente a esta nueva situación. Se mantienen protegidos del coronavirus y si el niño o la niña, accede o no accede a la plataforma, ese ya no es nuestro problema. Es así, que esta situación de emergencia, termina por sacar a flote todo lo podrido de un sistema obsoleto, arcaico y desgastado.
EL Plan Ceibal es buenísimo, de las mejores cosas que se han hecho en primaria, pero no funciona. No funciona en todos los medios sociales por igual. En los contextos menos favorecidos, las tablets se rompen con una frecuencia que el coronavirus envidiaría.
Ni que hablar de la conexión a internet. Muchos alumnos se conectan de la red de la escuela, pero dada esta situación es de entender que no lo harán, a menos que presionados por los medios de prensa que muestran la idea como algo maravilloso, se conecten igual, saliendo de sus casas, contradiciendo la norma de seguridad.
No todas las familias tienen internet, vivimos en la era digital, pero no podemos olvidarnos que la pobreza en Uruguay es mucha y que muchos de nuestros niños ni agua corriente tienen. Primaria pasa hablando de la atención a la diversidad y la famosa inclusión. Pero en la primer oportunidad excluye y unifica, dando una sola propuesta para todo el grupo y desconociendo la problemática de acceso de miles y miles de niños.
Sin embargo, lo que más me indigna, no es Primaria, sino el maestro, en su rol educativo. Ser maestro es una acto de rebeldía en sí mismo y como dice Paulo Freire: “Su tarea exige un compromiso y una actitud en contra de las injusticias sociales Luchar contra el mundo que los más capaces organizan a su conveniencia y donde los menos capaces apenas sobreviven.
Donde las injustas estructuras de una sociedad perversa empujan a los "expulsados de la vida”. El maestro/a debe caminar con una legítima rabia, con una justa ira, con una indignación necesaria, buscando transformaciones sociales." Sin embargo acá en Uruguay, molesta más dar un plato de comida que subir una actividad a una nube a la cual sólo accederán algunos.
En situaciones excepcionales, las medidas han de ser excepcionales. Y no creo, sinceramente, que hacer o no hacer, una tareita por CREA sea vital para pibes que hoy, lo que no tienen, es su lugar de referencia, de resguardo, de refugio.
No doy crédito que como maestros y maestras que somos, esta situación no nos interpele y no nos cuestione, y nos quedamos tan tranquilos en casa subiendo tareitas a una nube imaginaria y compartiendo un posteo poniéndome a las órdenes para ayudar en las tareas. Situaciones especiales, requieren medidas especiales e inclusivas. Como maestros, agentes de educación y socialización, deberíamos estar preparándonos en las escuelas o en nuestras casas, para los tiempo más duros que vendrán, creando ideas, desarrollando sistemas, produciendo algo.
Dejemos de romantizar el encierro y hagámonos cargo. #yomequedoencasa es la opción más cómoda. Fernanda Blanco
OLLAS POPULARES
OLLAS POPULARES
Emergencia sin fin
La situación creada con la
aparición de los casos de Covid 19 en nuestro País llevo rápidamente a la
pérdida de puestos de trabajo y envíos
al seguro de paro. Miles de trabajadores informales, feriantes, cuentapropistas,
vieron desaparecer sus ingresos de un día para el otro.
Rápidamente surgieron cientos de
Ollas populares, merenderos y otras iniciativas desde clubes de barrio,
sindicatos, organizaciones sociales y grupos de vecinos. Aun así, con la
respuesta popular y las que brinda el Estado, la situación ya es complicada.
Caída de las ventas que afecta al
mediano y pequeño comercio, el cierre de restaurantes y bares, todas las
actividades públicas canceladas, etc. Un panorama desolador para cientos de
miles. Al escribir esta nota se llevan más de 75 mil trabajadores que se acogen
al seguro de paro.
Las medidas tomadas por el nuevo
Gobierno , como la quita salarial a los empleados públicos mejor pagos , es más
un gesto para la hinchada que una medida real. Las medidas reales de asistencia
al desocupado requieren que se ataque a
los privilegiados, a quienes han sido beneficiados generosamente por los
gobiernos anteriores. Las exoneraciones al capital, a los inversores
extranjeros suman más de 2000 millones de
dólares anuales que equivalen al déficit fiscal.
La emergencia social requiere
anular estas exoneraciones, anular el contrato pirata con Upm, suspender el
pago de intereses de deuda, suspender el pago de tarifas a hogares de
desocupados entre otras medidas. El gobierno de Lacalle Pou va a ser garante de
que la crisis la paguemos los trabajadores y de imponer un mayor endeudamiento
nacional.
La mayoría del Pit Cnt y sectores
del FA han planteado algunos reclamos , algunos correctos como la renta
universal , pero no están dispuestos a llevar adelante una lucha consecuente
pues su norte son las elecciones del 2024. Otros sectores como el Astorismo
apoyan el corazon de las medidas de Lacalle.
Una sorpresa para pocos.
Las rápidas consecuencias de la
aparición del Virus en nuestras tierras mostraron que el cacareado bienestar en que vivíamos,
entre peajes y shoppings abarrotados era apenas un espejismo. El 25% de los
trabajadores estaba en negro, cerca del 10 %
desocupado, miles viviendo de la “diaria” o de la asistencia Estatal. El
coronavirus no hizo más que detonar una situación insostenible.
La aparición de estas cientos de
Ollas populares e indicativas de todo tipo debe servirnos para comenzar a
organizar los barrios para las etapas que vienen .El reclamo de trabajo genuino
estará a la orden del día.
Las dos caras de la política ambiental de UPM
Las dos caras de la política ambiental de UPM
La multinacional obtuvo un préstamo a
condición de preservar la biodiversidad de sus plantaciones en Finlandia, donde
sólo admiten especies nativas, mientras en Uruguay hace lo contrario
Víctor L. Bacchetta
Con la afirmación de que está “mostrando el camino a nivel global” (sic), la empresa
finlandesa UPM anunció la última semana la firma, con un conglomerado de bancos
internacionales, de una línea de crédito renovable de 750 millones de euros,
condicionada al cumplimiento de objetivos de largo plazo relacionados con la
preservación de la biodiversidad y la reducción de las emisiones de gases que
provocan el cambio climático.
La línea de crédito renovable está
vinculada a dos indicadores clave de desempeño. Uno es el impacto neto positivo
en la biodiversidad de las plantaciones forestales de la empresa. El otro es la
reducción para el año 2030 del 65% de las emisiones de dióxido de carbono de
los combustibles y la electricidad utilizados por UPM con respecto al nivel de
esas emisiones en 2015, señala la multinacional en un comunicado oficial.
Da la impresión de ser una loable
actitud, pero al ir a ver el compromiso de producir un impacto positivo en la
biodiversidad, resulta que este sólo se refiere a las plantaciones forestales
de UPM en Finlanda. ¿Por qué en este compromiso tan importante de la empresa
finlandesa no figuran sus plantaciones en Uruguay, el país en donde UPM estaría
haciendo en este momento la mayor inversión de su historia?
Veamos algunas cifras para entender
la magnitud del problema. Tres cuartas partes de la superficie terrestre de
Finlandia, alrededor de 23 millones de hectáreas, están cubiertas por árboles.
De ese total, 20 millones de hectáreas son tierras forestales, de las cuales
UPM posee cerca de 500 mil hectáreas, según sus propios datos. Es decir que UPM
tiene en Finlandia un 2,5% de los bosques y plantaciones.
En Uruguay, con un ecosistema de
pastizal o pradera natural, 16 millones de hectáreas son aptos para agricultura
y ganadería. De ese total 2,5 millones de hectáreas están cubiertos de árboles
si se suma el monte nativo y las plantaciones de las empresas forestales. UPM
maneja actualmente en este país unas 400 mil hectáreas, según su informe anual
de 2019, o sea 16% del total de bosques y plantaciones.
Visiblemente, la gravitación de UPM
en las zonas forestadas de Uruguay es mucho mayor que en Finlandia y si vemos
la concepción de las plantaciones la diferencia es abismal. En Finlandia, UPM
cultiva 100% de especies nativas en sus tierras, pero en Uruguay hace
exactamente lo opuesto, sus plantaciones son exclusivamente de eucaliptos, una
especie exótica o extraña al ecosistema original.
Ni siquiera en Finlandia esa es una
decisión de la empresa, sino que es una política del país que, por tradición y
un sistema particular de propiedad de la tierra, no permite la plantación de
especies exóticas. Entonces, el anuncio de UPM y los bancos de que acordaron
ese préstamo a cambio de un compromiso en defensa de la biodiversidad en
Finlandia es el disfraz ecologista de una mera operación financiera.
UPM se presenta en Uruguay también
como defensora de la biodiversidad, utilizando las certificaciones forestales
como garantía de buen desempeño ambiental. Toda la industria forestal
internacional utiliza las certificaciones del
Forest Stewardship Council
(FSC, Consejo de Administración
Forestal) y entidades similares con ese fin, pero el sistema está siendo cada
vez más cuestionado por sus inconsistencias.
El negocio de las certificaciones
El sistema de certificaciones
forestales es un ejemplo de una idea que se desvirtúa y se convierte en lo
contrario de lo que propuso. Tras la Cumbre de la Tierra, en 1994, un grupo de
empresas, ambientalistas y líderes comunitarios se unieron en el FSC para “crear un concepto revolucionario: un
enfoque voluntario, basado en el mercado, que mejoraría las prácticas
forestales en todo el mundo”, según sus palabras.
El objetivo del FSC era
promover “un manejo ambiental responsable, socialmente beneficioso y económicamente
viable de los bosques”
, mediante la aplicación de un
conjunto de principios y criterios reconocidos y respetados. La falla ya estuvo
en la pretensión contradictoria de cumplir ese fin por medio de un “enfoque voluntario, basado en el mercado”, porque lo que
se impuso fue la lógica del mercado.
En su última edición, la Ethical Corporation Magazine, de Londres,
se ocupó de las certificaciones del FSC. El entrevistado Simon Counsell, ex
director de la Rainforest Foundation y participante en el inicio del FSC,
explicó que la idea con la certificación era dar una ventaja a la silvicultura
comunitaria sostenible, pero que resultó ser caro y tampoco se logró un mayor
valor de mercado para sus productos FSC.
A pesar entonces de la
certificación, la silvicultura comunitaria no pudo competir con las grandes
empresas industriales. Este pudo ser el fin del FSC, pero hubo empresas
forestales que vieron que el sello del FSC podía serles útil al dar a sus
compradores la confianza de que los productos ofrecidos habían sido rastreados
a través de la cadena de suministro y provenían de un manejo sostenible de los
bosques.
El FSC no hace las auditorías, sino
que hay más de 80 entidades evaluadoras que son contratadas por las empresas
forestales para realizar la inspección y aquí surgió uno de los
problemas.
“Esto resulta en una carrera por reducir el rigor de
las auditorías que realizan. Los más indulgentes y laxos con el incumplimiento
o las fallas de los clientes, son los que más probablemente tengan negocios en
curso”, dijo Counsell.
El ex auditor de Rainforest Alliance, Walter Smith,
admitió que “la presión económica por obtener y mantener clientes es un factor que
puede conducir a parcialidad". Smith agregó que a lo largo de su
carrera descubrió que "las grandes empresas pueden emprender acciones legales contra los
organismos de certificación si amenazan con suspenderlos”. En estas
condiciones, la parcialidad queda fuera de dudas.
Hace varios años que se le reclama
al FSC un cambio en sus procedimientos por no regular suficientemente a los
auditores. El ex director de Rainforest Alliance relató que se le propuso
invertir todo el proceso, de tal manera que las solicitudes de certificación se
dirigieran al FSC, siendo luego elegidos los auditores más rigurosos. Counsell
dijo que la respuesta del FSC fue que era “demasiado difícil y complicado”. Hace 13 años el
técnico forestal Ricardo Carrere publicó una investigación sobre las
certificaciones del FSC en Uruguay. La tituló Maquillaje verde, porque llegó
a la conclusión de que las plantaciones de especies exóticas conducen a “
la destrucción completa del principal ecosistema del
país”, la pradera. Sin embargo, UPM nos sigue dando lecciones de silvicultura
sostenible de la mano del FSC.
Tomado de “Sudestada”
LA SALUD COMO NEGOCIO
LA SALUD
COMO NEGOCIO
Días atrás,
el gobierno de Irlanda anuncio que estatizaría de manera temporal todo el
sistema de Salud para enfrentar el avance del Covid 19. Los Hospitales privados
pasaran a la órbita estatal y atenderán de forma gratuita, informo el Ministro
de Salud Simón Harris.
“La medida implica la incorporación de
unas 2.000 camas, nueve laboratorios y miles de empleados que
pasarán a formar parte del sistema de salud estatal. La medida tendrá vigencia
hasta que el país logre contener los contagios de coronavirus”. (Pagina 12)
El ejemplo
Irlandés, si bien es temporal, es interesante para poner sobre la mesa la
necesidad de eliminar el negocio privado en los sistemas de salud, la
emergencia de la actual pandemia a puesto de relieve, en la mayoría de los
países el deterioro de los sistemas de salud. Las carencias en los hospitales
públicos, la falta de insumos y de previsión han detonado con la aparición de
este virus en todo el mundo.
En América
Latina las diferencias en la calidad de la atención que reciben los distintos
sectores de la población son abismales, tomando como ejemplo a Brasil,
señalemos que el gasto privado en Salud es el 54% del total pero solo el 27% de
la población accede a estos servicios. Como dato mas preciso, el 71% de las camas
hospitalarias están en el sector privado.
La Salud es
una mercancía y los seguros privados,
los centros de alta tecnología y los laboratorios se enriquecen mientras la
mayoría de la población en el mundo queda al margen.
La industria
de los laboratorios mantiene un control férreo sobre la investigación y a través
de un sistema abusivo de patentes controla el negocio, el crecimiento de los
más grandes ha sido exponencial en medio de grandes fusiones y una tendencia
mundial, general en toda la industria, al monopolio.
Los
sindicatos que agrupan a los trabajadores de la Salud deben recoger el guante y
poner este tema en debate , la mejor herramienta para enfrentar una emergencia
sanitaria , como caso excepcional, y para dar una salud de calidad para todos,
es centralizar todos los recursos en un Sistema único estatal de Salud.
El SNIS
–Fonasa , vendido como panacea solo garantiza el crecimiento del negocio
privado bajo la tutela del Estado.
Investigación y desarrollo
Investigación
y desarrollo
“La Universidad de la República y el Instituto Pasteur comenzaron este sábado a realizar los test de
diagnóstico para confirmar casos del nuevo coronavirus Covid-19, ampliando así la capacidad de detectar los casos positivos
de la enfermedad para aislarlos y contener la expansión del virus. El Instituto
Pasteur podrá hacer en principio 90 test por día, mientras que otros 50 a
diario hará el laboratorio de Virología Molecular con sede en el Centro
Universitario Regional Litoral Norte de la Udelar, en Salto. Así lo
informó este sábado un comunicado de la Universidad de la República.
En los próximos días estos test, desarrollados por la Universidad y el
Instituto Pasteur se podrán hacer también en los laboratorios de los hospitales
públicos de Clínicas (Udelar) y Maciel y Pasteur (ASSE).
Estos kits de diagnóstico del nuevo virus fueron desarrollados por
científicos del Instituto Pasteur liderados por Gonzalo Moratorio, y e
investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad pública.”
(Subrayado 28/3)
Durante las fuertes movilizaciónes del 2017 -2018 de Estudiantes y docentes
en reclamo del presupuesto para Educación, se sumo al histórico pedido del 6%
para Anep Udelar , un 1% especifico para investigación y desarrollo. La nota
que encabeza este texto, muestra a las claras el valor de la investigación de
la Udelar o el Clemente Estable. La realización de test para detectar en forma
temprana el Covid 19 es vital para controlar la expansión.
Desde el estado se ha incumplido con la promesa de aumentar el presupuesto
educativo y de investigación, dando hoy menos de un 5% del PBI.
La Universidad solicito en 2018 un aumento presupuestal de 7092 millones de
$ y apenas se le otorgo un 24% de este monto.”
“Con ciencia grande no hay País
pequeño” decía Clemente Estable
L.R
FOICA
FOICA
La incertidumbre es el
síntoma de esta pandemia.
Cómo pudo devenir en una inestabilidad general la panacea del modelo económico que rige en el mundo?
Cuán frágil se vislumbra el estado de situación global como para resolver en simples pasos la crisis industrial o la informalidad laboral que se evidencia en cualquier localidad, y que no es sólo producto de esta emergencia sanitaria, sino de una fragilidad que lleva años solapados.
La discusión es muy amplia y debe ser abordada inexorablemente por la masa trabajadora, hoy en día abrumada por los medios de comunicación y dividida producto de la confusión que genera a nivel político y social ésta situación.
El resultado de las elecciones en la FOICA Cerro reflejo la necesidad de un cambio de dirección, la lista 209 representada por la mayoría de los frigoríficos esparcidos a lo largo y ancho del país logra imponerse ante la lista 1942 del oficialismo. El mismo día del escrutinio final, los grandes medios de comunicación alertaban sobre los primeros casos importados del covid-19, que hasta el momento se miraban de costado. Casi sin darnos cuenta la paranoia y la expansión de la misma nos fue ocupando sólo de ese tema, cuestión que seguramente irrumpió en la mayoría de lugares y organizaciones.
Las reivindicaciones salariales se paralizaron, el estado de situación -en cuanto a la actividad de la industria- pasó a segundo plano. La prioridad, estimulada por parte del Gobierno y la realidad empírica del resto del mundo, llama a la responsabilidad sanitaria de la población para evitar la propagación del virus, extremando las medidas de higiene y seguridad personal, instando a la sociedad a evitar salir de sus casas, no más, que para lo elemental.
La actividad sindical también se ve afectada, a nivel de Federación y en cada gremio que la integran, se postergan las discusiones internas para tratar de pulir una postura única sobre el comportamiento de la Foica ante la amenaza sanitaria.
Todos los días se van implementando medidas nuevas por parte del Gobierno, que van generando diferentes movimientos a nivel laboral.
A la industria frigorífica se lo etiqueta en estos casos como proveedor esencial, por ende, en plena crisis mundial la idea de detener sus actividades se muestra ante nosotros, contraproducente.
Pero que pasa con el movimiento comercial de todos los años que paraliza la industria frigorífica de forma abrupta y espontánea? O sólo se trata de hacer leña del árbol caído? Porque más allá de la complejidad del momento, el negocio no debe deprimirse, menos ahora que se comienzan a restablecer los acuerdos comerciales.
Esto es por plata entonces? Parece una ironía. Cuando la economía va flama, los trabajadores de los frigoríficos desfilan por los distintos rincones del seguro de paro, mientras se le hace creer a la sociedad que es una condición sine qua non de la industria, los trabajadores se agrupan para dar frente a la situación que desestabiliza la fuente laboral y llena de incertidumbre su reactivación. En esos momentos la imagen benévola del negocio de la carne no se promociona como tal, ni se pone en juego el alcance del servicio por un cierre inminente. Nunca llama la atención en los medios, a no ser por el empuje de sus gremios. Esa señal exagerada sobre la necesidad de producir más, como si la dificultad radicara en la distribución de la materia prima en Uruguay. El daño está en el vínculo comercial, es un problema de accesibilidad al capital.
A los empresarios y ministros no les parece prudente una pausa sanitaria, debido al impacto que se deduce líneas arriba.
En base a las declaraciones, tanto del Gobierno como del sindicato médico, que instan a resguardarse en sus casas para prevenir la curva de contagió más elevada hasta después de "la semana de turismo", la Foca Cerro toma la resolución de parar una semana a partir del primero de abril.
Cómo pudo devenir en una inestabilidad general la panacea del modelo económico que rige en el mundo?
Cuán frágil se vislumbra el estado de situación global como para resolver en simples pasos la crisis industrial o la informalidad laboral que se evidencia en cualquier localidad, y que no es sólo producto de esta emergencia sanitaria, sino de una fragilidad que lleva años solapados.
La discusión es muy amplia y debe ser abordada inexorablemente por la masa trabajadora, hoy en día abrumada por los medios de comunicación y dividida producto de la confusión que genera a nivel político y social ésta situación.
El resultado de las elecciones en la FOICA Cerro reflejo la necesidad de un cambio de dirección, la lista 209 representada por la mayoría de los frigoríficos esparcidos a lo largo y ancho del país logra imponerse ante la lista 1942 del oficialismo. El mismo día del escrutinio final, los grandes medios de comunicación alertaban sobre los primeros casos importados del covid-19, que hasta el momento se miraban de costado. Casi sin darnos cuenta la paranoia y la expansión de la misma nos fue ocupando sólo de ese tema, cuestión que seguramente irrumpió en la mayoría de lugares y organizaciones.
Las reivindicaciones salariales se paralizaron, el estado de situación -en cuanto a la actividad de la industria- pasó a segundo plano. La prioridad, estimulada por parte del Gobierno y la realidad empírica del resto del mundo, llama a la responsabilidad sanitaria de la población para evitar la propagación del virus, extremando las medidas de higiene y seguridad personal, instando a la sociedad a evitar salir de sus casas, no más, que para lo elemental.
La actividad sindical también se ve afectada, a nivel de Federación y en cada gremio que la integran, se postergan las discusiones internas para tratar de pulir una postura única sobre el comportamiento de la Foica ante la amenaza sanitaria.
Todos los días se van implementando medidas nuevas por parte del Gobierno, que van generando diferentes movimientos a nivel laboral.
A la industria frigorífica se lo etiqueta en estos casos como proveedor esencial, por ende, en plena crisis mundial la idea de detener sus actividades se muestra ante nosotros, contraproducente.
Pero que pasa con el movimiento comercial de todos los años que paraliza la industria frigorífica de forma abrupta y espontánea? O sólo se trata de hacer leña del árbol caído? Porque más allá de la complejidad del momento, el negocio no debe deprimirse, menos ahora que se comienzan a restablecer los acuerdos comerciales.
Esto es por plata entonces? Parece una ironía. Cuando la economía va flama, los trabajadores de los frigoríficos desfilan por los distintos rincones del seguro de paro, mientras se le hace creer a la sociedad que es una condición sine qua non de la industria, los trabajadores se agrupan para dar frente a la situación que desestabiliza la fuente laboral y llena de incertidumbre su reactivación. En esos momentos la imagen benévola del negocio de la carne no se promociona como tal, ni se pone en juego el alcance del servicio por un cierre inminente. Nunca llama la atención en los medios, a no ser por el empuje de sus gremios. Esa señal exagerada sobre la necesidad de producir más, como si la dificultad radicara en la distribución de la materia prima en Uruguay. El daño está en el vínculo comercial, es un problema de accesibilidad al capital.
A los empresarios y ministros no les parece prudente una pausa sanitaria, debido al impacto que se deduce líneas arriba.
En base a las declaraciones, tanto del Gobierno como del sindicato médico, que instan a resguardarse en sus casas para prevenir la curva de contagió más elevada hasta después de "la semana de turismo", la Foca Cerro toma la resolución de parar una semana a partir del primero de abril.
La respuesta de las
cámaras empresariales ante ésta resolución no se hace esperar, al día siguiente
se convocan las tres partes para acordar una salida que contemple la urgencia.
Más allá de los acuerdos que puedan traducirse como favorables, el problema que se avecina es aún más complejo. El trastorno generado a nivel económico y social de esta pandemia tiene como resultado inmediato la capacidad de remover acuerdos, modificar sistemas de trabajo y reducir el personal. Sin una proyección clara a futuro, podría parecer un suicidio de promocionarse en común acuerdo una reestructura junto con los trabajadores.
Sin relativizar los aspectos dañinos del virus, el impacto más notorio ha sido a nivel económico, generando conmoción a nivel social, que hace imposible de ignorar.
El caso del frigorífico Carrasco, pasa sobre todo por el punto donde está localizado. Los focos más grandes están justamente en Paso Carrasco, y si bien no se ha comprobado el contagio puertas adentro del frigorífico, la situación en cuanto al relacionamiento laboral se hace insostenible.
La empresa y sindicato han venido cumpliendo con medidas de prevención, dentro de lo que se puede acordar de forma bipartita, sin llegar a afectar el sistema de trabajo. Pero la situación no deja de avanzar y las medidas no dejan de ser insuficientes.
No podemos dejar de visualizar a futuro la salud, pero tampoco descuidar la coyuntura económica de fondo, la cual nos va empujando sin capacidad de réplica o análisis, a la desestabilización.
Más allá de los acuerdos que puedan traducirse como favorables, el problema que se avecina es aún más complejo. El trastorno generado a nivel económico y social de esta pandemia tiene como resultado inmediato la capacidad de remover acuerdos, modificar sistemas de trabajo y reducir el personal. Sin una proyección clara a futuro, podría parecer un suicidio de promocionarse en común acuerdo una reestructura junto con los trabajadores.
Sin relativizar los aspectos dañinos del virus, el impacto más notorio ha sido a nivel económico, generando conmoción a nivel social, que hace imposible de ignorar.
El caso del frigorífico Carrasco, pasa sobre todo por el punto donde está localizado. Los focos más grandes están justamente en Paso Carrasco, y si bien no se ha comprobado el contagio puertas adentro del frigorífico, la situación en cuanto al relacionamiento laboral se hace insostenible.
La empresa y sindicato han venido cumpliendo con medidas de prevención, dentro de lo que se puede acordar de forma bipartita, sin llegar a afectar el sistema de trabajo. Pero la situación no deja de avanzar y las medidas no dejan de ser insuficientes.
No podemos dejar de visualizar a futuro la salud, pero tampoco descuidar la coyuntura económica de fondo, la cual nos va empujando sin capacidad de réplica o análisis, a la desestabilización.
Anael
Esquizofrenia Política
Esquizofrenia Política
En estos días en una nueva conferencia de prensa la ministra de economía nos dio clases magistrales en varios temas, pero se destacó especialmente en dos.
El primero de ellos fue el lenguaje, la destacada economista del sector privado, hace un uso extraordinariamente malo y erróneo del lenguaje, ¿Cómo puede ser, que una persona tan preparada con estudios terciarios, no conjugue bien los verbos?, sin mencionar que pone lo masculino con lo femenino... ¿será que quiere incluir?
Difícil para sagitario, (acá ya pierde sentido la burla: " me mata la calor " o la pregunta ¿El sartén o la sartén?), hasta ahora nadie que venga de grandes empresas privadas como las AFAPS, por ejemplo, tiene intenciones de incluir. No digamos ya de distribuir, no son estos lugares grandes fábricas productoras de altruismo y al parecer tampoco del lenguaje.
Al no usar correctamente el lenguaje tampoco entiende lo que le preguntan y ahí es cuando sale a escena el temblequeo infernal y los disparates más grandes que se hayan podido escuchar. Martín Heidegger el oscuro filósofo alemán decía: "no habitamos la lengua es la lengua que nos habita a nosotros".
Con esto quería decir que cuando venimos al mundo ya estamos determinados por el lenguaje y es este quien nos domina y no nosotros a él, pero esta ya es harina de otro costal, ahora nos vamos a ocupar de este caso único, nuestra encumbrada y galardonada ministra, que como decíamos en el barrio... no sabe hablar bo!
El siguiente punto nos parece más grave aún, y es el de la disociación entre el discurso y la realidad, una especie de "esquizofrenia política" es decir, la realidad es una, los hechos fácticos están, pero mi interpretación es otra. La esquizofrenia se caracteriza por la pérdida de contacto con la realidad y al parecer estamos siendo gobernados por una coalición de * esquizofrénicos-políticos-intencionales y para muestra sobra un botón.
En los días pasados el presidente de la república apareció con la "solución a todos los problemas” o por lo menos a parte de ellos, y haciendo gala de su lucidez que tanto lo caracteriza, mucho más aún que su solidaridad, anunció que se hará una retención a los trabajadores públicos desde un 10 % hasta un 20 % según el salario percibido ¡Que ingenioso señor presidente! Y como si esto fuera poco 24hs después sale nuestra flamante economista estrella enunciando el plan maestro contra la crisis, un plan brillante que recaudará sumas exorbitantes y que pone de manifiesto el gran sentido de equidad que los caracteriza y no vamos a profundizar en la creatividad y la inventiva de este gobierno para nombrar el mega brillante plan. ¡Señoras y señores este plan se llama ... plan Coronavirus!
Y sí vos que estás leyendo esto no has quedado lo suficientemente sorprendido, este gobierno (que es profundamente filosófico porque no ha perdido la capacidad de asombro, pero tampoco de asombrarnos) nos da una yapa para que disfrutes en la cuarentena.
Nos referimos aquí a las declaraciones de nuestra economista estrella.
Ante la pregunta de una periodista de TV Ciudad sobre si se iba a grabar a los terratenientes y a los grandes capitales ésta respondió... citamos textual: " el sector privado está haciendo su aporte a la crisis enviando a sus trabajadores al seguro de paro". ¡Sí señoras y señores! Esto no se puede encontrar ni en las mejores ficciones de los clásicos de la literatura, ni tampoco en las series de Netflix, solo aquí.
Estamos viviendo en tiempos en donde conceptos como el de post-verdad, empatía, autoestima y toda la bibliografía de autoayuda han hecho estragos, tal es así que un presidente y una ministra de economía salen en cadena nacional a decir auténticas barbaridades.
Veamos qué capacidad tienen los sindicatos y las organizaciones sociales para hacer frente a los esquizofrénicos multicolor que dirigen los destinos de este país, pero apurémonos, porque 5 años es una eternidad para los que menos tienen.
Mauricio Moreira.
*las barras son una categoría existencial, como ser-en-el-mundo.
En estos días en una nueva conferencia de prensa la ministra de economía nos dio clases magistrales en varios temas, pero se destacó especialmente en dos.
El primero de ellos fue el lenguaje, la destacada economista del sector privado, hace un uso extraordinariamente malo y erróneo del lenguaje, ¿Cómo puede ser, que una persona tan preparada con estudios terciarios, no conjugue bien los verbos?, sin mencionar que pone lo masculino con lo femenino... ¿será que quiere incluir?
Difícil para sagitario, (acá ya pierde sentido la burla: " me mata la calor " o la pregunta ¿El sartén o la sartén?), hasta ahora nadie que venga de grandes empresas privadas como las AFAPS, por ejemplo, tiene intenciones de incluir. No digamos ya de distribuir, no son estos lugares grandes fábricas productoras de altruismo y al parecer tampoco del lenguaje.
Al no usar correctamente el lenguaje tampoco entiende lo que le preguntan y ahí es cuando sale a escena el temblequeo infernal y los disparates más grandes que se hayan podido escuchar. Martín Heidegger el oscuro filósofo alemán decía: "no habitamos la lengua es la lengua que nos habita a nosotros".
Con esto quería decir que cuando venimos al mundo ya estamos determinados por el lenguaje y es este quien nos domina y no nosotros a él, pero esta ya es harina de otro costal, ahora nos vamos a ocupar de este caso único, nuestra encumbrada y galardonada ministra, que como decíamos en el barrio... no sabe hablar bo!
El siguiente punto nos parece más grave aún, y es el de la disociación entre el discurso y la realidad, una especie de "esquizofrenia política" es decir, la realidad es una, los hechos fácticos están, pero mi interpretación es otra. La esquizofrenia se caracteriza por la pérdida de contacto con la realidad y al parecer estamos siendo gobernados por una coalición de * esquizofrénicos-políticos-intencionales y para muestra sobra un botón.
En los días pasados el presidente de la república apareció con la "solución a todos los problemas” o por lo menos a parte de ellos, y haciendo gala de su lucidez que tanto lo caracteriza, mucho más aún que su solidaridad, anunció que se hará una retención a los trabajadores públicos desde un 10 % hasta un 20 % según el salario percibido ¡Que ingenioso señor presidente! Y como si esto fuera poco 24hs después sale nuestra flamante economista estrella enunciando el plan maestro contra la crisis, un plan brillante que recaudará sumas exorbitantes y que pone de manifiesto el gran sentido de equidad que los caracteriza y no vamos a profundizar en la creatividad y la inventiva de este gobierno para nombrar el mega brillante plan. ¡Señoras y señores este plan se llama ... plan Coronavirus!
Y sí vos que estás leyendo esto no has quedado lo suficientemente sorprendido, este gobierno (que es profundamente filosófico porque no ha perdido la capacidad de asombro, pero tampoco de asombrarnos) nos da una yapa para que disfrutes en la cuarentena.
Nos referimos aquí a las declaraciones de nuestra economista estrella.
Ante la pregunta de una periodista de TV Ciudad sobre si se iba a grabar a los terratenientes y a los grandes capitales ésta respondió... citamos textual: " el sector privado está haciendo su aporte a la crisis enviando a sus trabajadores al seguro de paro". ¡Sí señoras y señores! Esto no se puede encontrar ni en las mejores ficciones de los clásicos de la literatura, ni tampoco en las series de Netflix, solo aquí.
Estamos viviendo en tiempos en donde conceptos como el de post-verdad, empatía, autoestima y toda la bibliografía de autoayuda han hecho estragos, tal es así que un presidente y una ministra de economía salen en cadena nacional a decir auténticas barbaridades.
Veamos qué capacidad tienen los sindicatos y las organizaciones sociales para hacer frente a los esquizofrénicos multicolor que dirigen los destinos de este país, pero apurémonos, porque 5 años es una eternidad para los que menos tienen.
Mauricio Moreira.
*las barras son una categoría existencial, como ser-en-el-mundo.
Mantras sindicales
El onanismo
del lenguaje o la paja discursiva
Mantras sindicales
La fascinación por decir siempre lo mismo y repetir las
mismas frases como un mantra sagrado es moneda corriente en la militancia de
hoy día. El mundo ha cambiado y está en un cambio permanente y desde las
décadas pasadas las modas van y vienen. Ya entrado el siglo XXI esto se aceleró
a su máxima potencia, la fabulosa (o no) herramienta de internet y su
revolución comunicacional hace de un acontecimiento "importante" una
gota sumada a otra gota en el río de la cotidianidad. Para muchos militantes
los caminos ya están marcados y el fetiche del discurso arcaico es un apotegma
difícil de esquivar.
Para ver esto no hace falta ser un genio del pensamiento,
solo hace falta ver como siendo militantes a la antigua usanza, siguen
intentando nutrir las estructuras burocráticas de los burócratas (valga la
redundancia) enquistados en el poder sindical. ¿A qué se debe este
comportamiento? Puede haber muchas respuestas, pero una muy factible puede
tener que ver con el sentido de pertenencia. No olvidemos que los individuos
son capaces de soportar cualquier humillación con tal de pertenecer a algo.
Otro factor (no menos importante) puede ser un cierto
nihilismo* en el comportamiento de los individuos. No podemos dejar de pensar
en que una de las formas que tiene el nihilismo es una cierta quietud, una
falta de valor ético y moral, donde el mundo en el que nos movemos puede ser
"el peor de los mundos" pero aun así lo preferimos igual, preferimos
cualquier cosa antes que lo desconocido. En definitiva, el nihilismo militante
rechaza todo cambio abrupto, por considerarlo "irresponsable", aún si
está "irresponsabilidad " sea el único cambio que verdaderamente
pueda traer un cambio para las nuevas generaciones descreídas.
Entonces tenemos el sentido de pertenencia y el nihilismo como
factores endógenos y exógenos en la construcción del sujeto-militante-uruguayo,
el militante que "critica" la estructura burocrática y mafiosa, pero
hace lo imposible para que esta siga funcionando tal cual está, la idea de que
haciendo siempre lo mismo, pasarán cosas diferentes es un TOC (trastorno
obsesivo compulsivo) en muchos compañeros que tienen décadas en el movimiento
sindical. Esto se parece mucho a la persona que sabe que deja de fumar cuando
quiere, pues esa misma "capacidad" es la que precisamente hace que no
lo deje. ¡Y peor aún! no sentirá remordimiento por no hacerlo, siempre y cuando
repita como un mantra una y otra vez: “dejo cuando quiero”, en otras palabras;
todo universal se sostiene en una excepción.
En este presente del
sindicalista online, del revolucionario de internet y su antagónico, el
burócrata con chofer y gran sueldo, ambos se encuentran en un callejón sin
salida, uno por su repugnante obsecuencia hacia los gobiernos de turno,
patronales, etc. y el otro por su disociación entre su praxis y su discurso
(entre lo que dice y lo que hace) y su visión utópica y romántica de décadas
pasadas. Tenía razón Hanna Arendt cuando señaló que: "el sindicalismo
nunca fue revolucionario, ni lo será". Y tampoco se reinventa a sí mismo,
ha quedado atrapado en una lógica binaria de amigo-enemigo, la lógica del o
“estás conmigo o estás contra mí”. Y si a esto le sumamos la incapacidad de
pensar por nosotros mismos, el crimen… es casi perfecto.
Mauri
*Nihilismo: negación de toda creencia o todo principio
moral, religioso, político o social.
El día después
El día después
En los últimos días asistimos a algo solamente visto en películas o en los libros de historia, la expansión de un virus con una propagación vertiginosa.
Se le ha llamado SARS-CoV2 en su forma científica, y de manera más generalizada, coronavirus. Tenemos múltiples preguntas como ¿cuánto puede durar en el tiempo?, ¿cuántas vidas se puede llevar? ¿Cuán vulnerable es nuestro sistema de salud? y ¿cuán preparados están los países para afrontarlo?
Desde los países más desarrollados hasta países como el nuestro, donde escasean los recursos materiales y los recursos humanos, la respuesta es la misma: no se sabe con certeza. Para todas esas incógnitas se pueden ensayar o elucubrar diferentes respuestas, pero sin duda aquí hay algo que debemos preguntarnos: ¿qué tan equivocados estábamos cuando se pedía por diferentes colectivos un mayor aporte económico para invertir en educación y en investigación?
Y sin embargo, nos acabamos de enterar que nuestra Universidad de la República es capaz de producir no solo los recursos humanos necesarios sino también aquellas herramientas materiales para combatir estas pandemias.
Todo eso con un presupuesto tan bajo. La psicosis que vivimos es producto del miedo de lo que pueda pasar con nosotros como especie, ¿cómo nos sobrepondremos a esta pandemia? ¿De qué manera produciremos alimentos? ¿Cómo haremos para mitigar las consecuencias económicas sobrevendrá?
Sin embargo, a veces es muy tarde para dar una respuesta a la cual nunca le generaste una pregunta. ¿Cuánto consideramos que se debía proteger a la población en su conjunto y no expandir la brecha económica entre los que más tienen y aquellos con una menor ventana de oportunidades?
Mientras en paralelo escuchamos a los principales líderes del mundo hablar con un leguaje bélico, planteando escenarios de combate a un enemigo invisible, todo esto adornado con imágenes terroríficas de otras partes del mundo con Instituciones de salud atestadas de gente y ataúdes uno al lado de otro.
Un escenario distópico.
Pero más allá de las medidas sanitarias que se puedan tomar y que logren un efecto en cuanto a lo estrictamente epidemiológico, nos preocupa el mañana, el congelamiento de la movilidad de las personas y su capacidad de consumo, está generando una herida letal al corazón de un sistema económico capitalista donde tiene como eje central la producción en masa y la generación de un consumo que haga mover las cuerdas de esta marioneta llamada economía.
Gobiernos de países de Europa con políticas que responden a un liberalismo económico se han dado cuenta que, ante la aparición de elementos exógenos a la economía como tal, como es la expansión de este virus, deben recurrir a extensos planes de protección social y económica.
Para ello, aplican medidas de contención masiva y amparo, planes económicos socializadores como puede ser la inyección de rentas universales para mantener la rueda girando y hasta en algunos casos como el de Alemania, se plantea la nacionalización de determinadas empresas ante esta crisis sanitaria mundial.
Veamos que sucede en Uruguay, hasta el 12 de marzo estaba planteado un fuerte recorte en lo que era el gasto social, las partidas para educación, salud, enseñanza, investigación; planteamientos concretos de privatización y liberalización de mercados en el cual nuestras empresas públicas tienen un rol preponderante, una flexibilización de la regulación del mundo del trabajo y hasta reformas de la seguridad social. Sin embargo, tan solo un día después nos dimos cuenta que todo el sector público generaba una gran red de creación y masificación en el acceso a productos imprescindibles para salir de esta crisis. ¿Implicó este nuevo escenario un reseteo en cuanto a la ideología de aquellos sectores más conservadores que han llegado al gobierno? Claramente no.
Lo que están es reacomodando filas para tratar de sobrellevar esta crisis sanitaria de la mejor manera posible y evitar que no eclosione en una crisis social que haga tambalear su gobierno. Pero ante este nuevo escenario preguntémonos si en el fondo no hay elementos de manipulación global que nos guían hacia una nueva forma de explotación del humano por el humano.
A través de esta crisis irrumpe una nueva modalidad de empleo, el teletrabajo. Esto no es nuevo, pero su masificación traerá formas inusitadas en la ingeniería de la explotación siempre vigente en este sistema económico. ¿Cuántos trabajadores quedarán relegados por no entrar en ese “nuevo mercado laboral tecnológico”? ¿Cómo será la nueva forma de marginación y segregación que viviremos en el futuro que ahora empieza?
Sin dudas que ya en el pasado esto existió, por ejemplo, cuando se vivió el cambio de matriz de producción de lanares artesanales a fábricas que masificaban la producción. Pero en esos momentos la humanidad empezó a conocer una nueva forma explotación con el dueño de la producción incrementado su ganancia varias veces y apropiándose de la misma a través del excedente de trabajo de los trabajadores.
Eso que Marx llamaría luego plusvalía. ¿Qué sector económico ganará con esta pandemia? Debemos estar atentos para que no seamos nosotros, los trabajadores, los que paguemos una vez más las consecuencias de una nueva crisis mundial. El momento que vivimos El planeta nos pidió durante un largo tiempo una pausa
Una bocanada de aire fresco con el cual poder respirar y ser absuelto de este sufrimiento Sus mares contaminados, sus aires intoxicados sus bosques sin árboles, su existencia sin otro argumento que seguir el camino de su finitud Encendió la luz de sus fuegos, vomitó el exceso de sus mares, exhalo bocanadas de huracanes ¡tantas señales nos dio y que no supimos escuchar!, hasta que tomó la decisión más difícil, intentar desterrar de su cuna a uno de sus hijos, al ser humano.
Para finalmente procurar ser libre de aquello que lo aprisionaba….
Nicolás Correa.
En los últimos días asistimos a algo solamente visto en películas o en los libros de historia, la expansión de un virus con una propagación vertiginosa.
Se le ha llamado SARS-CoV2 en su forma científica, y de manera más generalizada, coronavirus. Tenemos múltiples preguntas como ¿cuánto puede durar en el tiempo?, ¿cuántas vidas se puede llevar? ¿Cuán vulnerable es nuestro sistema de salud? y ¿cuán preparados están los países para afrontarlo?
Desde los países más desarrollados hasta países como el nuestro, donde escasean los recursos materiales y los recursos humanos, la respuesta es la misma: no se sabe con certeza. Para todas esas incógnitas se pueden ensayar o elucubrar diferentes respuestas, pero sin duda aquí hay algo que debemos preguntarnos: ¿qué tan equivocados estábamos cuando se pedía por diferentes colectivos un mayor aporte económico para invertir en educación y en investigación?
Y sin embargo, nos acabamos de enterar que nuestra Universidad de la República es capaz de producir no solo los recursos humanos necesarios sino también aquellas herramientas materiales para combatir estas pandemias.
Todo eso con un presupuesto tan bajo. La psicosis que vivimos es producto del miedo de lo que pueda pasar con nosotros como especie, ¿cómo nos sobrepondremos a esta pandemia? ¿De qué manera produciremos alimentos? ¿Cómo haremos para mitigar las consecuencias económicas sobrevendrá?
Sin embargo, a veces es muy tarde para dar una respuesta a la cual nunca le generaste una pregunta. ¿Cuánto consideramos que se debía proteger a la población en su conjunto y no expandir la brecha económica entre los que más tienen y aquellos con una menor ventana de oportunidades?
Mientras en paralelo escuchamos a los principales líderes del mundo hablar con un leguaje bélico, planteando escenarios de combate a un enemigo invisible, todo esto adornado con imágenes terroríficas de otras partes del mundo con Instituciones de salud atestadas de gente y ataúdes uno al lado de otro.
Un escenario distópico.
Pero más allá de las medidas sanitarias que se puedan tomar y que logren un efecto en cuanto a lo estrictamente epidemiológico, nos preocupa el mañana, el congelamiento de la movilidad de las personas y su capacidad de consumo, está generando una herida letal al corazón de un sistema económico capitalista donde tiene como eje central la producción en masa y la generación de un consumo que haga mover las cuerdas de esta marioneta llamada economía.
Gobiernos de países de Europa con políticas que responden a un liberalismo económico se han dado cuenta que, ante la aparición de elementos exógenos a la economía como tal, como es la expansión de este virus, deben recurrir a extensos planes de protección social y económica.
Para ello, aplican medidas de contención masiva y amparo, planes económicos socializadores como puede ser la inyección de rentas universales para mantener la rueda girando y hasta en algunos casos como el de Alemania, se plantea la nacionalización de determinadas empresas ante esta crisis sanitaria mundial.
Veamos que sucede en Uruguay, hasta el 12 de marzo estaba planteado un fuerte recorte en lo que era el gasto social, las partidas para educación, salud, enseñanza, investigación; planteamientos concretos de privatización y liberalización de mercados en el cual nuestras empresas públicas tienen un rol preponderante, una flexibilización de la regulación del mundo del trabajo y hasta reformas de la seguridad social. Sin embargo, tan solo un día después nos dimos cuenta que todo el sector público generaba una gran red de creación y masificación en el acceso a productos imprescindibles para salir de esta crisis. ¿Implicó este nuevo escenario un reseteo en cuanto a la ideología de aquellos sectores más conservadores que han llegado al gobierno? Claramente no.
Lo que están es reacomodando filas para tratar de sobrellevar esta crisis sanitaria de la mejor manera posible y evitar que no eclosione en una crisis social que haga tambalear su gobierno. Pero ante este nuevo escenario preguntémonos si en el fondo no hay elementos de manipulación global que nos guían hacia una nueva forma de explotación del humano por el humano.
A través de esta crisis irrumpe una nueva modalidad de empleo, el teletrabajo. Esto no es nuevo, pero su masificación traerá formas inusitadas en la ingeniería de la explotación siempre vigente en este sistema económico. ¿Cuántos trabajadores quedarán relegados por no entrar en ese “nuevo mercado laboral tecnológico”? ¿Cómo será la nueva forma de marginación y segregación que viviremos en el futuro que ahora empieza?
Sin dudas que ya en el pasado esto existió, por ejemplo, cuando se vivió el cambio de matriz de producción de lanares artesanales a fábricas que masificaban la producción. Pero en esos momentos la humanidad empezó a conocer una nueva forma explotación con el dueño de la producción incrementado su ganancia varias veces y apropiándose de la misma a través del excedente de trabajo de los trabajadores.
Eso que Marx llamaría luego plusvalía. ¿Qué sector económico ganará con esta pandemia? Debemos estar atentos para que no seamos nosotros, los trabajadores, los que paguemos una vez más las consecuencias de una nueva crisis mundial. El momento que vivimos El planeta nos pidió durante un largo tiempo una pausa
Una bocanada de aire fresco con el cual poder respirar y ser absuelto de este sufrimiento Sus mares contaminados, sus aires intoxicados sus bosques sin árboles, su existencia sin otro argumento que seguir el camino de su finitud Encendió la luz de sus fuegos, vomitó el exceso de sus mares, exhalo bocanadas de huracanes ¡tantas señales nos dio y que no supimos escuchar!, hasta que tomó la decisión más difícil, intentar desterrar de su cuna a uno de sus hijos, al ser humano.
Para finalmente procurar ser libre de aquello que lo aprisionaba….
Nicolás Correa.
El coronavirus llegó a Uruguay
El coronavirus llegó a Uruguay
Según la OMS “Los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).” Son infecciones que suelen causar fiebre y síntomas respiratorios como la tos o ciertas dificultades para respirar, pero en casos más graves pueden causar neumonía, SRAS, insuficiencia renal e incluso la muerte.
Sin embargo esta suele aparecer en personas cuya edad se comprende en el tramo de adulto mayor, o sea, más de 65 años y/o personas con enfermedades previas como el asma, la diabetes o las cardiopatías. No se conoce la cura y mucho menos un tratamiento efectivo. Por ahora, solo sabemos que se transmite a una velocidad increíble y mucho más alta que una gripe común.
Esta, también mata, pero no lo solemos decir.
Es bueno recordar, que con cada llegada del otoño - invierno, muchos adultos mayores mueren de neumonía o de SRAS, originado en una gripe, de ahí el famoso dicho “una gripe mal curada”. Entonces, ¿dónde está el problema? En la velocidad de contagio, el virus pasa tan rápido de unos a otros, que las situaciones graves pueden llegar a ser tantas que saturaría el servicio sanitario. Y con servicio no me refiero a la cantidad de respiradores o de tubos de oxígeno, sino a las camas de CTI y lo que ellas implican: 4 turnos de enfermería, materiales, espacio, 2 turnos de guardia mínimos, sueldos, recursos, etc.
Es así, que personas con neumonía que podrían salvarse, morirían frente a la ausencia de atención. Entonces, hay dos asuntos que atender. Reducir el contagio e incrementar o mejorar el servicio sanitario. Sin embargo el mundo se ha quedado anclado en uno de los dos. Y aquí el motivo de mi escritura.
El pasado domingo el presidente de la república suspendió las clases, tras confirmarse los primeros casos de coronavirus en el país. ¿El objetivo? Cortar la mayor circulación de personas y reducir el contagio. No se logró ni una, ni la otra. Las personas no solo siguen circulando, sino que tienen que cumplir con sus actividades diarias, y además, nos encontramos con una situación real: ¿Es posible cortar toda la cadena de producción y sobrevivir? Necesitamos productos de higiene que si nadie los fabrica y los vende y los compra y los pone en el supermercado, difícil que podamos sobrevivir. Necesitamos alimentos, que hasta donde tengo entendido, se compran con dinero, que obtengo si trabajo, o vendo, o hago algo productivo.
Ejemplos de cadenas de producción me sobran. Sin embargo, aquellos que cuentan con la suerte de poder teletrabajar llaman a quedarnos en casa, en una especie de salvador del mundo, heroísmo puro, convocando a las masas a no salir, pero no se detienen a pensar que “no salir”, para las masas, tiene un costo altísimo.
El vendedor ambulante, el artesano, los feriantes, los que trabajan por su cuenta, los mono tributarios, y tantos otros que están en esta situación, no tienen cuentas en dólares para sobrevivir lo que dure esto.
Y mientras tanto, el tiempo pasa y no veo a nadie pensando ideas innovadoras. Si esta es una enfermedad nueva, ¿por qué habremos de combatirla con los viejos sistemas? Tal vez, necesita ideas nuevas, pensar todos juntos, ser solidarios en serio, cranear ideas, pero sobretodo dejar de romantizar el aislamiento con frases lindas y meditaciones baratas, que terminan por hacer sentir miserable a aquel que no le queda otra que salir a laburar.
Hay que ser solidarios en la chiquita, con el vecino y no en las redes sociales, para la cámara. Si no hay síntomas y sos adulto, es muy probable que no tengas el virus y si cuidas las medidas probablemente no lo tengas y si en algún momento te lo contagias, casi seguro no te mueras. Entonces, ¿por qué quedarte en casa? Capaz, es tiempo de que sostengamos a nuestros adultos mayores y a aquellos que tienen sueldo y por ende no tienen ni van a tener con qué comer. Hacer cooperativas de cuidado, trasladar gente en el auto, estudiar cursos rápidos de enfermería, trabajar honorario en una emergencia, hacer una vaquita gigante, pero no.
El miedo nos paraliza, seguimos teletrabajando y compartiendo #yomequedoencasa.
Fernanda Blanco
Según la OMS “Los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).” Son infecciones que suelen causar fiebre y síntomas respiratorios como la tos o ciertas dificultades para respirar, pero en casos más graves pueden causar neumonía, SRAS, insuficiencia renal e incluso la muerte.
Sin embargo esta suele aparecer en personas cuya edad se comprende en el tramo de adulto mayor, o sea, más de 65 años y/o personas con enfermedades previas como el asma, la diabetes o las cardiopatías. No se conoce la cura y mucho menos un tratamiento efectivo. Por ahora, solo sabemos que se transmite a una velocidad increíble y mucho más alta que una gripe común.
Esta, también mata, pero no lo solemos decir.
Es bueno recordar, que con cada llegada del otoño - invierno, muchos adultos mayores mueren de neumonía o de SRAS, originado en una gripe, de ahí el famoso dicho “una gripe mal curada”. Entonces, ¿dónde está el problema? En la velocidad de contagio, el virus pasa tan rápido de unos a otros, que las situaciones graves pueden llegar a ser tantas que saturaría el servicio sanitario. Y con servicio no me refiero a la cantidad de respiradores o de tubos de oxígeno, sino a las camas de CTI y lo que ellas implican: 4 turnos de enfermería, materiales, espacio, 2 turnos de guardia mínimos, sueldos, recursos, etc.
Es así, que personas con neumonía que podrían salvarse, morirían frente a la ausencia de atención. Entonces, hay dos asuntos que atender. Reducir el contagio e incrementar o mejorar el servicio sanitario. Sin embargo el mundo se ha quedado anclado en uno de los dos. Y aquí el motivo de mi escritura.
El pasado domingo el presidente de la república suspendió las clases, tras confirmarse los primeros casos de coronavirus en el país. ¿El objetivo? Cortar la mayor circulación de personas y reducir el contagio. No se logró ni una, ni la otra. Las personas no solo siguen circulando, sino que tienen que cumplir con sus actividades diarias, y además, nos encontramos con una situación real: ¿Es posible cortar toda la cadena de producción y sobrevivir? Necesitamos productos de higiene que si nadie los fabrica y los vende y los compra y los pone en el supermercado, difícil que podamos sobrevivir. Necesitamos alimentos, que hasta donde tengo entendido, se compran con dinero, que obtengo si trabajo, o vendo, o hago algo productivo.
Ejemplos de cadenas de producción me sobran. Sin embargo, aquellos que cuentan con la suerte de poder teletrabajar llaman a quedarnos en casa, en una especie de salvador del mundo, heroísmo puro, convocando a las masas a no salir, pero no se detienen a pensar que “no salir”, para las masas, tiene un costo altísimo.
El vendedor ambulante, el artesano, los feriantes, los que trabajan por su cuenta, los mono tributarios, y tantos otros que están en esta situación, no tienen cuentas en dólares para sobrevivir lo que dure esto.
Y mientras tanto, el tiempo pasa y no veo a nadie pensando ideas innovadoras. Si esta es una enfermedad nueva, ¿por qué habremos de combatirla con los viejos sistemas? Tal vez, necesita ideas nuevas, pensar todos juntos, ser solidarios en serio, cranear ideas, pero sobretodo dejar de romantizar el aislamiento con frases lindas y meditaciones baratas, que terminan por hacer sentir miserable a aquel que no le queda otra que salir a laburar.
Hay que ser solidarios en la chiquita, con el vecino y no en las redes sociales, para la cámara. Si no hay síntomas y sos adulto, es muy probable que no tengas el virus y si cuidas las medidas probablemente no lo tengas y si en algún momento te lo contagias, casi seguro no te mueras. Entonces, ¿por qué quedarte en casa? Capaz, es tiempo de que sostengamos a nuestros adultos mayores y a aquellos que tienen sueldo y por ende no tienen ni van a tener con qué comer. Hacer cooperativas de cuidado, trasladar gente en el auto, estudiar cursos rápidos de enfermería, trabajar honorario en una emergencia, hacer una vaquita gigante, pero no.
El miedo nos paraliza, seguimos teletrabajando y compartiendo #yomequedoencasa.
Fernanda Blanco
Suscribirse a:
Entradas (Atom)