FUS

 

Decido que… ¡lo decida otro!

Con respecto al plebiscito sobre la reforma de la seguridad social, el 26 de mayo, la mayoría de la FUS votó,  “esta Dirección Nacional debe acompañar el camino que el conjunto del movimiento sindical resuelva…Debemos tener en cuenta que este proceso de enfrentamiento a la reforma de la seguridad social antipopular promovida por el gobierno de coalición, está inscrito en el proceso democrático uruguayo que entre Octubre y Noviembre de 2024 definirá un nuevo gobierno, …el actual proyecto de la coalición o…un proyecto alternativo de país, nacional, popular y democrático con las grandes mayorías populares incidiendo en la conducción del mismo”.

Algunos representantes de la mayoría de FUS, manifestaron una posición directamente contraria al plebiscito con argumentos que grafican el nivel de discusión y la consistencia ideológica que tiene la FUS de hoy. Por dar un ejemplo, algún que otro representante argumentó que no se puede ir en contra de las AFAPs porque muchos compañeros están de acuerdo con ella. Eso es parte de la verdad, sabemos que muchos trabajadores pueden estar de acuerdo con la modalidad de ahorro privado, y también que algunos no tienen una posición al respecto, sin embargo, el movimiento sindical y sus órganos de decisión democráticos, sí tienen una postura muy clara respecto de ellas. La eliminación de las AFAPs, no solamente fue votada en un congreso del PIT-CNT sino también en el de la FUS. Y votada, además por los mismos que hoy dicen lo contrario. Por eso parece tan contradictorio el argumento. Estas idas y vueltas hacen perder credibilidad en la postura que adoptamos.

La causa de estos cambios tan abruptos no es otra que el seguidismo acrítico a una corriente o a un liderazgo, es la consecuencia de votar por obediencia y no por conciencia.

La resolución de la Dirección Nacional fue dejar la decisión en manos de la mayoría del PIT-CNT (que hasta ahora no se ha expresado con claridad), y subrepticiamente, delegar la decisión sobre el plebiscito en la mayoría de la FUS, la que, por otra parte, integra la corriente mayoritaria del PIT CNT. Un círculo perfecto.

En fin, decidirán unos pocos, como es público y notorio en la FUS, en un ejercicio de centralismo democrático donde sólo queda el centralismo.

Pero a buen entendedor, pocas palabras, la decisión sobre si plebiscito sí o no y qué cuestiones se plebiscitarán, estará supeditada a la postura del Frente Amplio, el que no pretende (mayoritariamente) derogar las AFAPs.

Si bien el signo del gobierno no nos es indiferente, eso queda muy claro cuando vemos la unidad entre patrones y gobierno a la hora de negociar o legislar, debemos mantener la independencia partidaria.  

Decidir en función de un cálculo electoral es equivocado y hasta suicida para las y los trabajadores. El plebiscito es una oportunidad histórica para derogar las AFAPs. Estas no cumplieron ninguna de las promesas que hicieron, y después de tantos años, algunas cosas quedaron claras:  lo único que lograron fueron jugosas comisiones, magras jubilaciones y la creciente desfinanciación del BPS.  Es la oportunidad de poner en hechos lo votado por las y los trabajadores organizados.

El documento que se aprobó en la FUS, y es un cheque en blanco a la mayoría del Consejo Central de FUS.

La Dirección Nacional pierde capacidad de decisión autónoma, día a día.  Como órgano de decisión de las direcciones sindicales de la salud privada, se está transformando en una figura decorativa cada día más irrelevante. Al no tener ningún control sobre el padrón de socios, tampoco queda claro a cuántos representan los que levantan la mano en dirección nacional.

La

FUS, es, cada día que pasa,  más un feudo y menos una federación.

R. Hunter Indart