miércoles, 23 de septiembre de 2020

Un relato ¿de terror o del terror?

 cuestión palestino-israelí

Un relato ¿de terror o del terror?

19 setiembre 2020

El embajador de Israel Yoed Magen habla de Palestina “entrevistado” en Radio Sarandí

Luis E. Sabini Fernández

https://revistafuturos.noblogs.org/

Es arduo calificar argumentos y razones dadas por el embajador de Israel en Uruguay sobre la cuestión palestino-israelí. No podemos hablar de diálogo porque fue una larga exposición, sin preguntas ni obviamente respuestas, de Yoed Magen, del principio al fin.

Con una imagen, YM arranca diciendo que “para tango se necesitan dos y nosotros sentimos que […] solamente Israel está bailando […] no hay un socio palestino serio.”

Mirado históricamente, es exactamente el revés de la verdad.

En Palestina, el que vino a bailar solo, desde el principio –hablamos desde fines del s XIX−, y sin decirlo, fue “el socio” judío. Todos los planes sionistas se diseñaron para quedarse con toda Palestina. Incluso más grande que la histórica. Porque el sionismo quería respetar “mandatos bíblicos” que llevaban la tierra presuntamente cedida por Yahvé, del Nilo al Éufrates. Unas diez veces el corredor palestino… Pero midiendo fuerzas y poniendo el acento en los núcleos territoriales principales, la colonización se fue centrando, pragmáticamente, en la Palestina histórica.

Afirma YM: “Los palestinos tienen varias demandas que son irreales [...] que le han sido inculcadas durante 50 años.”

Sustituyendo términos iguales, como diría Larra, los palestinos son unos monigotes. Veamos los hechos históricos: los palestinos vivían en Palestina desde hace siglos, milenios y reaccionaron con disgusto con las compras sucesivas de tierras con las que el sionismo habilitaba el trabajo manual en los kibutzim a costa de la desocupación y el descarte de los campesinos palestinos. Esto empezó ya como problema a comienzos del siglo XX, y los encontronazos se fueron haciendo cada vez más fieros.

Los prolijos sionistas compraban tierras a latifundistas, generalmente residentes en ciudades como El Cairo o Estambul y desalojaban las tierras compradas con la policía turca hasta 1917 y con la inglesa desde 1917.

Lo que les fue inculcado a los palestinos, y desde hace bastante más de 50 años, es un despojo. Y la inculcación proviene, justamente, de los sionistas. Hechos históricos.

YM no entiende cómo los refugiados pueden seguir siendo tales: “¿Cómo después de 71 años después de la guerra de independencia de Israel, cuando miles de palestinos huyeron de Israel, ¿cómo puede ser que estos refugiados sigan viviendo como refugiados [...] [porque] Paralelamente a los palestinos y árabes [sic] que huyeron de Israel, judíos de países árabes huyeron de esos países y llegaron a Israel.”

Un par de precisiones: los palestinos no huyeron de la Palestina histórica así como así. La versión “histórica” israelí algo ha mejorado, porque ya no se repite que los palestinos abandonaron alegremente las tierras detrás de las promesas de que volverían a ellas como dueños una vez que los ejércitos árabes derrotaran a los judíos. Esta versión, la oficial israelí durante décadas, ya no aguanta más. Ni los oficialistas israelíes la pueden seguir blandiendo. Ahora vemos que, sencillamente, “huyeron”. Igualito que los judíos de países árabes […] que llegaron a Israel”.

Hay que hablar de huidas y huidas. En 1948, los sionistas arrasan unas 500 aldeas palestinas y “persuaden” a sus pobladores, que casi nunca presentaron resistencia armada, mediante el método de seleccionar a un puñado de jóvenes aldeanos y matarlos en el acto. Ante esa situación, la población, campesinos en familia, tomaban consigo lo que podían y huían. Cuando esa puesta en acto no alcanzaba, las milicias sionistas tomaban otro puñado similar y los asesinaban otra vez, en frío. Era más que suficiente para persuadir al resto de abandonarlo todo y procurar salvar el pellejo.

Huida entonces condicionada de pobladores milenarios ante la llegada de agrupaciones armadas y foráneas, ajenas… y asesinas.

En los países árabes, había desde siglos o milenios atrás judíos, viviendo separados por la religión y ciertas costumbres, pero sin conflicto. No se conoce una persecución árabe fuerte a los judíos (como la que se conoció en Europa). Con el asentamiento sionista, fueron los sionistas los que querían la llegada a Palestina de judíos de Egipto, Jordania, Irán, Iraq… algunos fueron, otros se quedaron en países donde estaban. Los sionistas “ayudaron” a una aliah judeoárabe mediante, por ejemplo, cuidadosas explosiones en sinagogas en territorios árabes −atentados de falsa bandera; una especialidad de los servicios secretos sionistas−, para atemorizar a los judíos de esos países y persuadirlos que iban a estar más seguros en Israel. Así que no sólo huida de judíos de países árabes, tendríamos que hablar de migraciones apresuradas a Israel…

YM: “Los palestinos además de no ser socios serios, no quieren resolver el conflicto. [...] tal vez [...para] recibir ayuda de todo el mundo.”

Una vez más, la soga en la casa del ahorcado. Si un país se vale de “ayuda de todo el mundo” es Israel. De EE.UU. y por un solo concepto, recibe desde hace décadas 3 mil millones de dólares anuales. También desde hace décadas Israel ha exprimido la ubre teutona, como reparación por muchos de los sufrimientos que los ancestros de israelíes actuales han sufrido a manos del nazismo, que no es la República Federal de Alemania. Se trata de ayudas cuantiosas. Nada que ver con los presupuestos misérrimos que reciben los palestinos de fuera de fronteras.

Al poner la cuestión del territorio a la altura de dádivas, YM los considera demasiado mediocres. Y no repara, no sabe, ni quiere, el significado profundo de no aceptar el destino de haber sido despojado violentamente de su tierra que sobrelleva gran parte del pueblo palestino (en rigor, todo).

Respecto de lo de “socio serio”, tenemos que lidiar con dos aspectos: la mayor parte del tiempo los palestinos no han querido ser socios de los sionistas. Reclamando su tierra. En todo caso, aceptando un asentamiento judío por razones religiosas, pero no colonizador. A su vez, los sionistas jamás han pretendido tener a palestinos, musulmanes o cristianos, como socios serios. La idea motriz del sionismo siempre ha sido quedarse con toda Palestina. Esto no es un exabrupto de B. Netanyahu.

YM pontifica: “Lo que ellos buscan es la creación de su estado. Pero aquí estamos hablando de dos cosas totalmente diferentes: una cosa es la creación de un estado palestino; otra cosa es resolver el conflicto entre Israel y los palestinos”. [sic].

YM escinde un problema que es históricamente único: fue la apropiación de la tierra palestina para construir un estado sionista lo que generó el conflicto entre judeosionistas y árabes palestinos. Cuando el imperio otomano se desmembra, arrastrado por su alianza con el gran perdedor de la Gran Guerra europea (1914-1918); la Alemania imperial, surgen diversas ansias nacionalistas de creación de un estado propio; búlgaros, albaneses, sirios, palestinos, serbios. La gran dificultad es que sobre la tierra palestina se conjugaron dos ansias de muy distinta naturaleza; la del autogobierno de los nativos de esa tierra y la de la implantación de una colonización, judía, basada ya no en derechos a la tierra propia sino en reclamos de haber vivido allí antepasados, milenios atrás.

A todo lo largo de su exposición, YM tiene una actitud displicente y descalificadora, que en rigor lo califica a él: “En Israel hay un dicho, que los palestinos no pierden nunca la oportunidad de perder una oportunidad”; una forma humorística de decir que los palestinos han rechazado buenas oportunidades. En la historia de las tratativas entre israelíes y palestinos, los israelíes siempre han actuado desde posiciones de fuerza y jamás han cedido un ápice. Cuando afirmo jamás, quiero decir ni una sola vez. Cuando digo ni un ápice, es ni un ápice. Pese a que los palestinos, a causa de su propia debilidad, han cedido más de una vez.

La creación de un estado palestino tiene que ser el fruto o el resultado de las negociaciones.” declara YM.

Desde 1993, en los mal llamados “Acuerdos” de Oslo, Yaser Arafat inicialmente, Mahmud Abbas después, han estado en negociaciones, de enorme éxito al menos para que los jurados del Premio Nobel entreguen premios de la paz a terroristas como Menagem Begin.

En este último cuarto de siglo, los palestinos por boca de sus dirigentes, más bien autoerigidos, han ido cediendo una y otra vez. Israel no solo ha ignorado todo reconocimiento, ni el más mínimo a la causa palestina, sino que incluso ha ignorado las resoluciones de la ONU llamando a los israelíes a respetar líneas de armisticio, líneas de edificación, reconocimiento de jurisdicciones. Nada ha pasado. A lo sumo han postergado algunos de sus planes de ensanche, al advertir que la resistencia no es sólo palestina sino incluso de muchos otros estados, desde la ONU. Por ejemplo, diseñan un enorme asentamiento como el de Maale Adumim, con miles de viviendas y enorme disponibilidad de territorio arrebatado a los palestinos, cerca de Jerusalén; la condena internacional no tarda en hacerse sentir. Israel entonces congela el asentamiento. Pero eso es algo transitorio. Israel espera una coyuntura favorable. Que siempre llega, ya sea un dictamen judicial más contemporizador, una acción palestina, que puede ser apenas resistencia a un desalojo con contusos y heridos, y ya tenemos al aparato estatal israelí, con sus múltiples ramas y reparticiones, retomando la edificación.

Si todo los pasajes de YM que acabo de reseñar han sido tan ajenos a la realidad, mostrando tanta soberbia en su enfoque, cuando llegamos a la Franja de Gaza (FdG), el embajador despliega ignorancia y mala fe decuplicada.

Nos dice: “Veamos lo que pasó en la F d G. Israel se retiró en 2005. Totalmente. Israel no tiene ni presencia civil ni militar en la F d G.”

Israel no se retiró total, ni siquiera parcialmente. Ariel Sharon le explicó a los colonialistas más rapaces, que estaban instalados en la Franja, unos ocho mil −vanguardia sionista en territorio hostil−, que era bueno retirarse de allí, de las colonias, para hacerle la vida imposible a los tenaces habitantes de la Franja. Esa franja, de unos 5 km. de ancho promedio por unos 50 km. de largo estaba habitada en los ’40 por algunos cientos de miles de palestinos, que en 1948 reciben el aluvión, dirigido por los sionistas, de los expulsados y sobrevivientes del golpe de mano contra la sociedad palestina (digo sociedad porque Palestina no tenía estado ni ejército propio). Se estima hoy que dos tercios de su población actual –que se supone entre un millón y medio y dos millones de habitantes− proviene de la Nakba, de 1948. Son refugiados palestinos dentro de la misma Palestina.

“El Carnicero” Sharon entonces evacuó a los colonos judíos y pudo empezar a tratar a la FdG como territorio enemigo: la misma noche de octubre de 2005 en que los colonos judíos evacuaron las fastuosas colonias gacianas, rompiéndolo todo, aviones supersónicos atronaron el diminuto cielo de la Franja con estampidos como de bombardeo, provocando una oleada de enuresis y rotura de tímpanos en la población.

Fue apenas “el aperitivo”. Fue sitiada. Por aire, mar y tierra. “Preventivamente”, fue bombardeado el único aeropuerto y el puerto, impidiendo así los menguados contactos de la FdG con el resto del mundo.

La realidad difiere radicalmente del cuentito de que Israel no tiene allí civiles o militares: metamorfoseando la FdG en un único establecimiento penitenciario a cielo abierto, las guardias están en sus límites, no adentro.

Pero YM no es hombre de un solo escamoteo. Prosigue: “Dos años después, en 2007, Hamas que es una organización terrorista, de palestinos, se apodera violentamente de la F d G.”

Es grave la amnesia que, desde el punto de vista democrático, sufre YM porque en 2006 hay elecciones generales palestinas bajo escrutinio internacional y la dirección palestina tradicional, la que había hecho “los acuerdos” de Premio Nobel con Israel y sus militares terroristas, pierde las elecciones, limpias, a manos de Hamas, una organización islamista, más irreductible ante la ocupación sionista. Ese resultado, totalmente

refrendado por James Carter y otros observadores internacionales, es rechazado por el gobierno israelí y por la dirección palestina derrotada. De hecho, estas dos últimas redes de poder (uno real, el otro reflejo) proceden a la detención de veintenas de diputados y legisladores electos, de Hamas, primordialmente.

Como resultado de esa persecución y esas detenciones es que la Autoridad Palestina conserva espuriamente el control de Cisjordania, y Hamas se adueña violentamente, es cierto, de la FdG.

Nuestro olvidadizo embajador se pregunta: “¿Qué hicieron los palestinos en la FdG de 2005 a 2007? ¿Acaso desarrollaron las instituciones de un futuro estado, acaso construyeron hospitales, escuelas?”

En 2006, buscando a un soldado israelí tomado prisionero por Hamas (que finalmente fue canjeado sano y salvo varios años después por unos mil palestinos presos), el ejército sionista terminó matando, lee bien, matando, a unos 200 palestinos en sucesivos allanamientos y búsquedas del soldado secuestrado.

Es decir, so pretexto de recuperar a su soldado arrasaron viviendas y edificios de la FdG. Inmediatamente establecieron un cerco de hierro y fijaron una cuota alimentaria mínima de sobrevivencia para los casi dos millones de humanos allí concentrados.

Para que se tenga una idea de la política de privaciones, baste decir que el tráfico de camiones antes del sitio andaba en centenares diarios y luego de establecido “el cordón sanitario” se redujo a algunas unidades, 4 o 5 por día…

Con lo cual la pegunta de YM sobre lo que hicieron los cercados gacianos, si escuelas u hospitales, la contesta el estrangulamiento físico, comunicacional, energético, alimentario, sanitario, que Israel le impuso a estos abnegados resistentes…

YM dice, ligero de lengua: “Nosotros queremos vivir en paz con nuestros vecinos que viven en la FdG.” Es impúdico tanto mentir: en 2006, en 2008, en 2012, en 2014, los israelíes invadieron a la FdG, empleando artillería, aviación, provocando miles de muertos y decenas de miles de heridos, dinamitando usinas, hoteles, mezquitas, y viviendas, ‘destruyendo hospitales y escuelas’. Que no se pueden reconstruir porque el bloqueo a los materiales de construcción es casi total, bajo el pretexto de que se han construido túneles con tales materiales para desbloquear la franja. Lo que se necesita para un túnel debe ser la centésima parte de lo que se necesita para reconstruir un barrio, pero nada o casi nada entra. La gente en la FdG vive apiñada en casas todavía en pie, de parientes, o entre escombros. No mataron combatientes, mataron pobladores.

Una peculiar forma de querer vivir en paz con los vecinos.

Forzando las palabras, YM tiene razón: los palestinos no aceptan la paz de los cementerios que Israel procura descargarles.

Es comprensible. Me pregunto si el sr. YM, en su lugar, la aceptaría. Un sionista implacable, Vladimir Jabotinski, reconocía que el trato otorgado a los palestinos legitimaba su resistencia también violenta. Fascista. Sincero.

Y a modo de evaluación: ¿qué expresan los planteos del embajador? ¿Ignorancia, pero ignorancia supina? Altamente improbable.

¿Mala fe? ¿Al servicio de una causa sagrada? Tendría que ser muy, muy sagrada, la causa para permitirse tantas falsedades. Tal vez la Biblia sea lo suficientemente enceguecedora como para “legitimar” tanta falsedad.

¿Escamoteos? Es uno de los más cómodos recursos para no decir la verdad sin sentir que se está mintiendo alevosamente. Claro que un poco de info a menudo desbarata tanta impunidad.

Lo más grave es, empero, no que el interesado en defender lo que sea lo haga; sino que la comunicación, lo mediático, que tendría que estar para informar, se limite a asistir a los poderes establecidos. Que en lugar acercarse a la verdad, sea cómplice. Eso es grave.

Respecto de la información, el caso Assange ilustra el real estado de situación

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