VECINOS CORTARON AYER DOS VECES LA AVENIDA INSTRUCCIONES COMO PROTESTA
Rematarán un barrio y 500 ocupantes se irán a la calle
Unas 500 personas perderán sus casas si se efectiviza en nueve días un remate del predio de dos hectáreas que ocupan desde hace 25 años.
EDUARDO BARRENECHEdom may 17 2015
"Rematan nuestras casas y todo. No nos rematan a nosotros porque somos personas", dijo a El País Óscar Calixto, quien trabaja como mozo en un conocido bar del Centro de Montevideo.
Al mediodía, Calixto y otros vecinos del barrio 30 de Julio (Jardines de Instrucciones) cortaron las avenidas De las Instrucciones y San Martín para reclamar contra el remate. Pretenden comprar los terrenos donde levantaron sus 96 casas.
"Queremos quedarnos acá. No somos un barrio de vivos. Somos un barrio de trabajadores y pagamos todos los impuestos y los servicios públicos", dijo Calixto mostrando las facturas pagas de la IMM, OSE y UTE.
El barrio es considerado tranquilo por los vecinos. La mayoría de ellos trabajan en fábricas de la zona o son soldados del Ejército.
En el barrio hay solo dos casas de madera de costaneros. Pese a ello, están edificadas en forma ordenada y pintadas. Las demás son de material y techo de planchada. Algunas de las viviendas tienen dos pisos y pequeñas barbacoas al fondo.
A mediados de la década de los noventa del siglo pasado, después que Inlacsa cerró, 77 familias —la mayoría proveniente del interior— comenzaron a ocupar lotes ubicados en el predio de dos hectáreas que pertenecía a esa empresa. Más acá en el tiempo, otras 12 familias levantaron casas en una plazoleta.
El padre de Calixto adquirió los derechos de posesión a uno de los primeros ocupantes del terreno. Luego construyó una casa de costaneros lo más prolija posible. Ocho años más tarde, edificó una vivienda con paredes de bloques.
Calixto vivió en esa casa 17 años. Hace ocho, una persona se fue del barrio y le vendió una modesta construcción de paredes de bloques constituida por dos piezas, una cocina y un baño.
Calixto y su esposa ampliaron la vivienda para construir los dormitorios de sus hijos, mejoraron el baño y la cocina y le colocaron aberturas nuevas.
Beatriz R. tiene una historia parecida. "Mi esposo es jubilado de una fábrica del barrio. Juntamos nuestros ahorros y fuimos mejorando la casa. Hasta una barbacoa le hicimos. Queremos comprar nuestro terreno y regularizar la situación de nuestra vivienda", advirtió Beatriz, mientras entregaba volantes a automovilistas y choferes de ómnibus.
A las 17 horas de ayer, los vecinos volvieron a cortar la avenida De las Instrucciones y continuación Colman con carteles y redoblantes.
Uno de los carteles desplegados decía: "Barrio 30 de Julio. El 26 de Mayo nos rematan como ganado".
Otro cartel señalaba: "96 familias, más de 350 niños a la calle. No queremos quedarnos sin casa".
A los autos trancados por el "piquete", los vecinos les entregaban volantes. Uno de ellos expresaba: "Ante el déficit habitacional por el que atraviesa nuestro país, algunos se empecinan en sacar a 96 familias de sus casas. Más de 500 vecinos, en su mayoría niños, carecen de un plan de vivienda donde desarrollar su vida".
Remate.
El miércoles 13, un hombre se bajó de un auto y preguntó a una vecina del barrio 30 de Julio: "¿Tienen alguna comisión o algo con quien hablar? Este predio va a un remate judicial y soy uno de los interesados".
Al otro día de la visita, un desconocido colocó tres carteles en el barrio que brindaban datos básicos sobre el inminente remate. Estos señalaban que la subasta judicial del inmueble se hará sin base, en dólares, a las 14:30 horas del 26 de mayo en Avenida Uruguay 826.
También expresa que el remate surge de un juicio laboral efectuado por exempleados de la antigua Industria Laminadora S.A. (Inlacsa), quienes reclaman salarios y beneficios impagos por la empresa. La orden de remate fue firmada el 30 de abril de este año por el Juzgado Laboral de 2° Turno.
Según documentos del Registro de Traslaciones de Dominio en poder de los vecinos, el Directorio de Inlacsa compró el predio el 17 de noviembre de 1969 a un privado. El 16 de septiembre de 1977, Inlacsa donó el inmueble a la UTE. Y el 5 de octubre de 2012, la Justicia laboral embargó el predio.
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