miércoles, 4 de febrero de 2015

FRACKING

MOVIMIENTO URUGUAY LIBRE ADVIERTE DE LOS PELIGROS DEL SISTEMA “FRACKING”

Ambientalistas ponen en duda potenciales pozos de petrolero

En el día de ayer, el movimiento Uruguay Libre de Megaminería realizó una conferencia de prensa en la sede de la Federación Rural, con motivo de cuestionar las últimas declaraciones de Ancap sobre la existencia de potenciales pozos petroleros en el litoral del país.
Miembros del Movimiento Uruguay Libre de Megaminería en conferencia.

A mediados de enero, la empresa australiana Petrel —que posee el 51% de las acciones de Schuepbach Energy International LLC (SEI)— anunció que logró encontró y certificar internacionalmente la existencia de 20 potenciales depósitos o "trampas" de petróleo en Salto y Piedra Sola, una localidad entre Tacuarembó y Paysandú.
Entusiasmado, el 13 de enero, Héctor de Santa Ana, gerente de exploración y producción de Ancap, dijo a El País que el hallazgo implica que podría haber entre 2 y 241 millones de barriles en cada un de los cuatro bloques encontrados. Para tener como referencia, Ancap compra cerca de 1 millón de barriles de petróleo por mes.
Estas proyecciones fueron cuestionadas ayer. Según el periodista Victor Bachetta, de Uruguay Libre, la certificación no significa necesariamente que se haya descubierto petróleo, y mucho menos que sea posible extraerlo. "Hablar de que el petróleo podría dar para el abastecimiento nacional para los próximos 120 años, como se dijo, es una especulación pura", dijo Bachetta. No hay datos científicos que avalen esta estimación, agregó el integrante de Uruguay Libre.
Pero lo que más preocupa a los ambientalistas no son las proyecciones incorrectas sobre petróleo, sino su explotación mediante fracking, también conocido como técnica de explotación hidráulica.
El fracking es un método de extracción de hidrocarburos no convencionales, que se encuentran en grandes profundidades, en pequeñas burbujas asiladas entre las rocas. La técnica consiste en inyectar agua, arena y productos químicos a extrema presión, a fin de fractura las rocas y así liberar el gas natural y el petróleo que se ubica en sus napas. El problema, es que según los ambientalistas, este proceso contamina suelos, aguas subterráneas y superficiales, generando incluso sismos.
Si bien la técnica es utilizada desde hace décadas, se ha prohibido en algunos países como Francia, Alemania y Bulgaria. Recientemente el estado de Nueva York la prohibió por posibles riesgos significativos a la salud; incluso cuando el fracking es un pilar en la búsqueda de la independencia energética de Estados Unidos.
En Uruguay, las Juntas Departamentales de Paysandú y Tacuarembó emitieron resoluciones prohibiendo el uso del fracking. Para los ambientalistas uno de los principales argumentos en contra de su uso en el litoral es una potencial contaminación del Acuífero Guaraní, la reserva de agua dulce de más de 45.000 kilómetros cuadrados, una de las más grandes del mundo.
Hasta ahora, los anuncios de las autoridades en materia energética han sido ambiguos, y generan preocupación. Por una lado, dijeron en la conferencia, Ancap declara en un comunicado que el hallazgo se trataría de hidrocarburos convencionales, y por ende, descarta la utilización de técnica del fracking para su extracción. Pero por otro, la empresa australiana Petrel, celebra el descubrimiento de hidrocarburos no convencionales en el Uruguay, que únicamente pueden ser extraídos mediante este polémico método.
Para Raúl Viñas, otro de los voceros del movimiento, los estudios únicamente han determinado la existencia de trampas geológicas donde "podría haber algo". Pero no es garantía. Y también considera que las declaraciones no han sido claras. "Por un lado vemos la existencia de una tecnología que es mala, que es arriesgada y discutida en el mundo, y por otro nos dicen que no se va a usar. Quizás lo mejor para creerles sería que nos tranquilicen mediante una prohibición general", dijo.
Para Bachetta, el gobierno está en una disyuntiva, ya que al firmar los contratos de explotación estos entraron dentro de la ley de Promoción y Protección de inversiones. Si el contrato dice que las empresas pueden hacer fracking y luego no se cumple, el gobierno se vería expuesto a un juicio internacional.
"Después que firmaste, ya no tenés el control", concluyó.

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