viernes, 13 de febrero de 2015

ECOLAT despide

Cierre de Ecolat desata conflicto en la industria

El gremio anunció un paro de 24 horas en toda la cadena que afectará la distribución y elaboración de productos lácteos

El desenlace de la empresa Ecolat terminó siendo el peor de todos: el cierre definitivo. De esta manera, unos 400 trabajadores de la localidad coloniense de Nueva Helvecia perderán su fuente laboral. Para la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), se trata del “golpe más duro” en materia de pérdida de empleo que sufre este sector desde su creación, según el dirigente sindical, Heber Figuerola.
La FTIL tiene previsto realizar una asamblea el próximo jueves y ahí definirá, como primera medida, un paro de 24 horas en toda la industria láctea. Además, Figuerola comentó que existe la posibilidad de que se pliegue a la medida toda la cadena de la  industria de la alimentación. De esta manera, la crisis de Ecolat terminará afectando a otras industrias, una medida que el gobierno considera “inoportuna”, según habían transmitido jerarcas del Poder Ejecutivo a El Observador.
Las dificultades del grupo peruano Gloria (propietario de Ecolat) para mantener su complejo industrial en pie comenzaron a hacerse públicas en octubre cuando la empresa –que venía acarreando pérdidas superiores al US$ 1 millón por mes–, anunció que pretendía introducir una reestructura para quedarse con 110 trabajadores, abandonar la elaboración de quesos, dejar stand by un proyecto en marcha para el procesamiento de leche en polvo, y dedicarse únicamente al mercado interno con las líneas de manteca, leche larga vida y yogurt con el sello Parmalat.  
El Ministerio de Trabajo comenzó a mediar para intentar buscar una salida a la drástica reestructura que había planteado Gloria, pero la empresa mantenía su postura de que esa era la única alternativa para quedarse en Uruguay. La semana pasada, la empresa comunicó el despido de 110 trabajadores, el retiro incentivado de otros 92 funcionarios, y ofrecía quedarse con una plantilla de solo 130 trabajadores. La medida molestó al gobierno porque se estaba en plena etapa de negociación, y también al gremio, que no aceptaba los despidos. Así, Ecolat siguió funcionando, pero con la presencia de los obreros desafectados, hecho que provocó algunos episodios de tensión con los mandos medios de la empresa. 
En paralelo con el proceso de discusión de la reestructura, la empresa fue perdiendo su principal activo: el volumen de leche que suministran los productores.
De procesar más de 500.000 litros diarios, la empresa pasó a recibir poco más de 30.000 litros. Ecolat tomó la determinación de pagar por debajo de Conaprole –que es la referencia de la industria– y de esa manera comenzó la lenta migración de remitentes. Con este panorama, el pesimismo en el Ejecutivo para buscar la continuidad de la empresa iba aumentando, hasta que ayer se confirmó el alejamiento definitivo del grupo Gloria del país.
“Ecolat Uruguay anuncia el cierre de sus operaciones ante las dificultades para la implementación de su proyecto de reestructura. Dicho proyecto fue presentado al gobierno y al sindicato en octubre de 2014, y pospuesto, ante la solicitud de las autoridades de generar, en un plazo razonable, otras alternativas de viabilidad con el aporte de los afectados”, informó la empresa por medio de un comunicado.
Ecolat acusó al gremio de “irregularidades y agresiones de todo tipo que impiden el normal funcionamiento de la empresa”, luego que se comunicara la decisión de la reestructura. “La reacción del sindicato ha quebrado el principio de autoridad y la confianza con los trabajadores, imprescindibles para el normal funcionamiento de una empresa y han destruido las más elementales condiciones de seguridad que deben existir en una industria dedicada a la producción de alimentos, para responder así a la confianza de los consumidores. La empresa lamenta este desenlace y reafirma su compromiso de cumplir con todas sus obligaciones”, culmina. 

Pasaje de Campiani
El empresario argentino vinculado al affaire Pluna, Matías Campiani, tuvo su pasaje por Ecolat. En 2005, su fondo de inversión, Leadgate, adquirió los derechos para utilizar la marca Parlamat por 15 años. Por ese entonces, la multinacional italiana atravesaba una grave crisis económica. Cuando Parlamat se retiró de Uruguay dejó un pasivo en 11 bancos por unos US$ 30 millones. Luego de gestionar la empresa por dos años, Campiani vendió la empresa Ecolat al grupo venezolano Maldonado que lo gestionó hasta 2012 cuando la negoció al grupo Gloria.

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