HORA DE DECIDIR
Asamblea General de FUS
El jueves 13 a las 10 hs. las y los trabajadores de la salud privada estamos convocados a una Asamblea General de FUS en Canelones para evaluar y decidir el próximo convenio colectivo. La última Asamblea General fue hace 5 años, antes de la pandemia. ¿Qué se decide? El convenio colectivo del sector que rige por los próximos tres años.
Consideramos que un convenio a tres años es un error por dos razones, en primer lugar, porque la correlación de fuerzas es adversa en estos momentos para las y los trabajadores de la salud privada, por lo que parecería más prudente un convenio más corto para minimizar posibles pérdidas. Tenemos un gobierno que pretende recortar derechos y salario y a un colectivo que le cuesta salir de la inercia de la pandemia, le cuesta reaccionar. En segundo lugar, porque tenemos una inflación creciente, en alimentos y bebidas es más de un 12%, y la inflación es un índice clave porque nuestro salario siempre corre detrás. En ese escenario tan adverso no parece sensato hacer un convenio tan largo.
En la negociación por el convenio colectivo participa únicamente la MAYORÍA del Consejo Central de FUS. Nosotros, los integrantes de la minoría que conformamos la Lista 2, nunca pudimos participar de la misma y la información que tenemos es esporádica e insuficiente.
En los momentos en que estoy escribiendo estas líneas -lunes 10, por la mañana- lo que tenemos arriba de la mesa respecto al convenio colectivo es:
1- Convenio a 3 años con ajustes semestrales por inflación futura y correctivo anual por la inflación proyectada. ¿Qué quiere decir esto? La inflación proyectada siempre es menor que la inflación real.
2- Partida por capacitación sujeta a la aprobación del curso con un pago del 75% del monto acordado en el convenio anterior. A su vez esta partida fue nuevamente recortada, pues se pagará por cada trabajador y no en función de los empleos que tenga ese trabajador, o sea, las y los trabajadores que tengan dos trabajos cobrarán solamente por uno. La partida por capacitación se va perdiendo poco a poco. Primero desconocieron el 3,5% acordado en el 2016, y lo redujeron a 15.500 pesos. Ahora pretenden pagar un 75% de ese monto, siempre y cuando el curso se APRUEBE. Y encima, no a todos los trabajadores (los compañeros de las emergencias móviles quedarían afuera) y el que tiene dos trabajos cobraría una sola partida. O sea, cada vez menos dinero y más condiciones.
Las patronales se niegan a poner un solo peso de su bolsillo, a pesar de que las mismas recogen ganancias del sistema de salud. Hay que recordar que los incrementos salariales se pagan a través de las cápitas FONASA y por el aporte de rentas generales. El gobierno administra estos recursos y en función de los usuarios que tenga cada institución de salud, vuelca el dinero correspondiente a las empresas. Integramos un sistema público de gestión privada. Lo que entendemos por “la patronal”, se enriquece sin poner un solo peso para nuestro salario.
NO TENEMOS AVANCES EN EL CONVENIO COLECTIVO EN DOS ASPECTOS CENTRALES:
Uno es en el INCREMENTO SALARIAL, o sea, en el AUMENTO del SALARIO REAL que debería acompañar el crecimiento de la economía del país. Aquí no hay avances hasta ahora y este es un punto central para nuestras reivindicaciones y que fue votado en el último Congreso de FUS. Hay que tener en cuenta que, según las proyecciones, la economía del país crecerá un 5% este año y un 3% el que viene. Ese debería ser el incremento salarial en el período, por encima de la inflación.
El correctivo por inflación será anual, eso mitiga la pérdida por el aumento de los precios, pero NO implica un AUMENTO del SALARIO REAL. Si la economía crece y crece, si batimos récord de exportación y de recaudación, entonces ¿cuál es el motivo o argumento por el que nuestro salario no aumentaría? ¿No es la salud un sector esencial y estratégico, como lo vimos y vivimos en la pandemia?
El otro punto central para nuestros intereses, son las CONDICIONES LABORALES, a saber:
1- Debemos exigir la necesaria dotación de recursos humanos que asegure una atención de calidad. Debemos revertir las políticas empresariales de más trabajo y menos personal.
2- La mejora del descanso, 4 y 2, manteniendo el régimen de 6 horas, algo muy importante para el conjunto de las y los trabajadores y que redunda en una mejor atención. El gobierno agregó como punto a discutir en la comisión de condiciones laborales las 8 hs para el sector. No podemos de ninguna manera retroceder en esa histórica conquista.
3- Para lograr los puntos anteriores es necesario frenar y hacer retroceder la política de tercerizaciones de las patronales del sector. Las tercerizaciones precarizan nuestras condiciones de trabajo y son un peligro para la organización sindical de las y los trabajadores.
La mejor conquista sigue siendo el aumento genuino del salario real. Para eso debemos entablar una lucha real y movilizar a los miles y miles de trabajadores del sector. Se puede, si dejamos de lado la resignación y desoímos los cantos de sirena internos que nos inducen a aceptar condiciones cada vez peores y menos salario con el argumento de que no están dadas las condiciones y que hay que aceptar lo probable y lo posible. Olvidan que ambos conceptos son producto de la correlación de fuerzas, es verdad, pero ésta también depende del grado de confianza que tengamos en nuestros representantes. El hartazgo por las condiciones y los magros salarios está instalado entre nuestras compañeras y compañeros. ¿Qué falta para que reaccionemos?
R. Hunter Indart
Integrante del Consejo Central de FUS
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