Guerra y más crisis
La OMC (Organización mundial del comercio) en su último reporte advierte sobre las consecuencias de la guerra y las sanciones sobre Rusia sobre la economía mundial sumándose a los dos años de confinamientos.
“De acuerdo a los cálculos de los analistas de la OMC, el volumen del comercio de mercancías crecerá un 3 % en 2022 (frente al 4,7 % que se proyectaba el pasado octubre) y un 3,4 % en 2023, en medio de un deterioro no sólo del comercio, sino también de la producción industrial.”
En buena parte del mundo y principalmente a las naciones más poderosas el síntoma relevante es la inflación con la consecuencia saliente del aumento de precios y la pérdida de valor de los salarios. La disparada de los precios de los combustibles y energía empuja especialmente a la suba general de precios. “Según la evaluación de la OMC, el efecto más inmediato de la guerra en la economía ha sido un repunte considerable de los precios de los alimentos, de la energía, de los fertilizantes y de algunos minerales importantes de los que Ucrania y Rusia son proveedores esenciales para los mercados mundiales.”
La inflación interanual en Alemania alcanzó en marzo el 7,3 por ciento, el nivel más alto registrado desde la reunificación alemana en 1990, informó la Oficina Federal de Estadística (Destatis), confirmando sus primeras estimaciones basadas en datos provisionales.
En el caso de los alimentos la suba fue de un 6.2% con picos en algunos de más del 10%.
En la Unión Europea en general fue de un 6.2% mientras en EEUU trepo a un 7.9%. “Del lado del PIB mundial se anuncia un aumento del 2,8% este año, la mitad del crecimiento que se experimentó en 2021 (5,7%). En caso de que la incertidumbre geopolítica persista, se anticipa que el crecimiento de este importante indicador sería del 3, 2% en 2023” (Data)
Rusia sufre las consecuencias de las sanciones y se anuncia un posible cese de pago de su deuda mientras los salarios de los trabajadores pierden más del 40% de su valor.
El ligero “reavivamiento” de la economía post pandemia se ha derrumbado y el pasaje de la guerra comercial a la guerra directa solo augura más penurias para los trabajadores, además de las directas que trae la guerra a los pueblos de la región. A esta altura se puede decir que el termino crisis es ya incorrecto y debería ser cambiado por agonía.
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