jueves, 28 de abril de 2022

Parches

 



Parches

Las mediciones del Ine muestran una inflación anualizada que se acerca a los temidos dos dígitos y ha disparado un debate sobre posibles medidas para paliar la situación, desde quitas del IVA a productos básicos a ajustes en el BCU.

 La tasa de variación anual del IPC en Uruguay en marzo de 2022 ha sido del 9,4%, 5 décimas superior a la del mes anterior. La variación mensual del IPC (Índice de Precios al Consumo) ha sido del 1,1%, de forma que la inflación acumulada en 2022 es del 4,4%.

Hay que destacar la subida del 2.4%de los precios de Alimentos y bebidas no alcohólicas, hasta situarse su tasa interanual en el 12,4%.

“Esta semana el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el informe mensual de inflación, que mostró una suba de precios en la medición anualizada de 9,38%, el valor más alto desde finales de 2020 y el mayor incremento para el trimestre inicial del año (4,42%) desde 2016. Los números, y en particular el aumento del rubro alimentos, mayor a 13% en los últimos 12 meses, generan tensiones y plantean desafíos para el gobierno sobre la recuperación del poder de compra perdido por los trabajadores en los últimos dos años.” (La Diaria)

La disparada de precios, justificada por tendencias mundiales, ha llevado a una pérdida del poder adquisitivo  al que se suma la predicción de un aumento del índice de los precios del consumo (IPC) que estará arriba del 9% en el semestre. A estos números no los afecta de forma significativa las quitas del IVA a algunos productos básicos.

Los analistas de las distintas consultoras “auguran” que los aumentos en los productos básicos continuaran (en especial las ligadas a factores internacionales) lo que se suma al aumento de combustibles y gas.

“Florencia Carriquiry, de la consultora Exante, señaló que podría haber “alguna suba adicional” en algunos alimentos en “abril y mayo”, mientras que la evolución de los precios de las frutas y las verduras debería “moderarse”. “Por lo menos hasta mayo habrá una inflación arriba de 9%. El escenario actual nos obliga a ser cautelosos y no descartar una inflación de dos dígitos, porque cualquier sorpresa nos dejaría cerca de ese umbral” (La Diaria).

Los convenios salariales firmados a la baja con la promesa (de gobierno y patronales) de recuperar tras la emergencia sanitaria, se han demostrado como una estafa  y mientras se discuten “parches”  como estas quitas de IVA  los trabajadores estamos inermes.

Una lucha salarial que supere la ultradivisión entre sindicatos, grupos y subgrupos  por el aumento del salario mínimo a la media canasta y la eliminación del IVA a todos los productos básicos, trasladados al consumidor final, debería  estar en el horizonte del sindicalismo que supere su adormecimiento.

                                                                              

 

                                       

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