jueves, 18 de junio de 2020

Paro, concentración y nueva normalidad


Paro, concentración y nueva normalidad
¿Qué nos queda luego de la concentración en el marco del paro parcial propuesto por el PIT-CNT el día 4 de junio?
Hacemos varias lecturas de este día, tanto a la interna de nuestro Sindicato, como en general. Venimos de varios años de “romance" entre el movimiento sindical y la clase gobernante, los que se caracterizaron por un apoyo tácito del conjunto del movimiento sindical a las acciones del estado salvo honrosa excepciones. En la interna de nuestro sindicato y más pensando en nuestra agrupación (Agrupación 15 de marzo lista 1511 ) nos encuentra esta “nueva normalidad” en un momento muy especial. La agrupación está viviendo desde hace un tiempo una suerte de recambio militante, donde la llegada de nuevxs compañerxs ha dado un aire de cambio y energía, esto sumado a la experiencia de años de militancia de “viejxs" compañerxs que siguen aportando al colectivo.
 Ejercicio no menor la confección de pancartas y banderas, no como un simple estandarte u ornamenta para adornar una jornada, sino como una tarea más de militancia comprometida para expresar nuestro sentir al especial momento coyuntural que estamos viviendo.
Un aumento exponencial de trabajadorxs desocupadxs, seguro de paro y flexibilización solapada de las condiciones laborales, compatriotas en situación de calle, merenderos, ollas populares, confinamiento y manipulación de la información por parte del gobierno; así nos encuentra esta nueva normalidad.
Como trabajadorxs organizados debemos dar respuesta práctica y urgente a estas situaciones, sabemos en carne propia lo que vive el pueblo porque somos el pueblo. Aportes a merenderos y ollas populares, campañas de recolección y entrega de abrigo a compatriotas en situación de calle, monitoreo constante de las condiciones laborales, etc, etc, son algunas de las acciones prácticas que estamos instrumentando.
¿Esto es suficiente?
Enfáticamente decimos que NO, aunque sabemos que son tareas fundamentales y necesarias. En perspectiva a futuro tenemos que iniciar una discusión profunda y sumamente política. Si bien el movimiento sindical en su conjunto ha crecido en estos últimos años, este crecimiento ha sido en cantidad pero dejando de lado la formación (calidad). Contamos con un movimiento hipertrofiado, un músculo dormido que iremos despertando de a poco (o de un golpe)
Una política económica de corte neoliberal, donde el centro es el capital y lxs beneficiadxs son lxs exportadores, lxs grandes especuladores, terratenientes y las cámaras empresariales, es el rumbo que ha marcado el gobierno. La LUC no es ajena a esto, es el marco teórico y jurídico necesario para mantener este rumbo propuesto por el gobierno, criminalizando la protesta, vulnerando el derecho de huelga y especulando con la salud y educación del pueblo, entre otras cosas (no menos graves). Aumento del dólar, desaceleración de la economía interna, inflación de 11%, anuncios de pérdida de salario real, hacen a este combo una suerte de bomba a punto de estallar.
¿Qué hacer?
Al conjunto del movimiento popular le toca una doble tarea, una práctica, que será estar en la calle defendiendo lo conquistado a lo largo de muchos años de lucha, peleando por derechos y generando condiciones para cambiar realidades impuestas desde escritorios de lujo.
 Por otro lado, nos toca generar las condiciones teóricas para enfrentar la antedicha realidad. Pasar de lo discursivo a la acción, pero a que acción? Las acciones sin un marco teórico terminan convirtiéndose acciones nobles y altruistas, en simples acciones paliativas de una situación compleja, dando terreno fértil para que instituciones burocráticas, gubernamentales y de poder se adueñen de estas para obtener un beneficio de dichas acciones. En cambio conjugando el análisis, la discusión y la teoría con la praxis se obtiene una síntesis fructífera generadora de cambios estructurales.
Buscarle el porqué y el sentido a la acción, entendiendo que nuestras acciones en el campo popular son los verdaderos motores de cambio social y no el voto aislado cada 5 años. Apelar a la democracia participativa alejándonos de la vieja costumbre representativa.
Unificar el sentido de todas las luchas y hacer carne de ellas, teniendo como norte no la acción en sí, sino el sentido de esta, el porqué de la acción y que buscamos generar con ellas. Despertar al gigante dormido, el aparato militante que duerme en brazos de una dirigencia burócrata es nuestra gran tarea, horizontalizar las organizaciones populares, y dotarlas de contenido político es nuestra meta. Porque el mañana es nuestro.
Gastón Cambeiro

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