Paro, concentración y nueva normalidad
¿Qué nos queda luego de la concentración en el marco del
paro parcial propuesto por el PIT-CNT el día 4 de junio?
Hacemos varias lecturas de este día, tanto a la interna de
nuestro Sindicato, como en general. Venimos de varios años de “romance"
entre el movimiento sindical y la clase gobernante, los que se caracterizaron
por un apoyo tácito del conjunto del movimiento sindical a las acciones del
estado salvo honrosa excepciones. En la interna de nuestro sindicato y más
pensando en nuestra agrupación (Agrupación 15 de marzo lista 1511 ) nos
encuentra esta “nueva normalidad” en un momento muy especial. La agrupación
está viviendo desde hace un tiempo una suerte de recambio militante, donde la
llegada de nuevxs compañerxs ha dado un aire de cambio y energía, esto sumado a
la experiencia de años de militancia de “viejxs" compañerxs que siguen
aportando al colectivo.
Ejercicio no menor la
confección de pancartas y banderas, no como un simple estandarte u ornamenta para
adornar una jornada, sino como una tarea más de militancia comprometida para
expresar nuestro sentir al especial momento coyuntural que estamos viviendo.
Un aumento exponencial de trabajadorxs desocupadxs, seguro
de paro y flexibilización solapada de las condiciones laborales, compatriotas
en situación de calle, merenderos, ollas populares, confinamiento y
manipulación de la información por parte del gobierno; así nos encuentra esta
nueva normalidad.
Como trabajadorxs organizados debemos dar respuesta práctica
y urgente a estas situaciones, sabemos en carne propia lo que vive el pueblo
porque somos el pueblo. Aportes a merenderos y ollas populares, campañas de
recolección y entrega de abrigo a compatriotas en situación de calle, monitoreo
constante de las condiciones laborales, etc, etc, son algunas de las acciones
prácticas que estamos instrumentando.
¿Esto es suficiente?
Enfáticamente decimos que NO, aunque sabemos que son tareas
fundamentales y necesarias. En perspectiva a futuro tenemos que iniciar una
discusión profunda y sumamente política. Si bien el movimiento sindical en su
conjunto ha crecido en estos últimos años, este crecimiento ha sido en cantidad
pero dejando de lado la formación (calidad). Contamos con un movimiento
hipertrofiado, un músculo dormido que iremos despertando de a poco (o de un
golpe)
Una política económica de corte neoliberal, donde el centro
es el capital y lxs beneficiadxs son lxs exportadores, lxs grandes
especuladores, terratenientes y las cámaras empresariales, es el rumbo que ha
marcado el gobierno. La LUC no es ajena a esto, es el marco teórico y jurídico
necesario para mantener este rumbo propuesto por el gobierno, criminalizando la
protesta, vulnerando el derecho de huelga y especulando con la salud y
educación del pueblo, entre otras cosas (no menos graves). Aumento del dólar,
desaceleración de la economía interna, inflación de 11%, anuncios de pérdida de
salario real, hacen a este combo una suerte de bomba a punto de estallar.
¿Qué hacer?
Al conjunto del movimiento popular le toca una doble tarea,
una práctica, que será estar en la calle defendiendo lo conquistado a lo largo
de muchos años de lucha, peleando por derechos y generando condiciones para
cambiar realidades impuestas desde escritorios de lujo.
Por otro lado, nos
toca generar las condiciones teóricas para enfrentar la antedicha realidad.
Pasar de lo discursivo a la acción, pero a que acción? Las acciones sin un
marco teórico terminan convirtiéndose acciones nobles y altruistas, en simples
acciones paliativas de una situación compleja, dando terreno fértil para que
instituciones burocráticas, gubernamentales y de poder se adueñen de estas para
obtener un beneficio de dichas acciones. En cambio conjugando el análisis, la
discusión y la teoría con la praxis se obtiene una síntesis fructífera
generadora de cambios estructurales.
Buscarle el porqué y el sentido a la acción, entendiendo que
nuestras acciones en el campo popular son los verdaderos motores de cambio
social y no el voto aislado cada 5 años. Apelar a la democracia participativa
alejándonos de la vieja costumbre representativa.
Unificar el sentido de todas las luchas y hacer carne de
ellas, teniendo como norte no la acción en sí, sino el sentido de esta, el
porqué de la acción y que buscamos generar con ellas. Despertar al gigante
dormido, el aparato militante que duerme en brazos de una dirigencia burócrata
es nuestra gran tarea, horizontalizar las organizaciones populares, y dotarlas
de contenido político es nuestra meta. Porque el mañana es nuestro.
Gastón Cambeiro
La Fus ya entrego el salario.
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