domingo, 19 de mayo de 2019

Los enemigos del saber crítico


Los enemigos del saber crítico: El fascismo de Bolsonaro y la apropiación de la  subjetividad
Cualquiera que trabaje para la perpetuación del mundo tal como hoy nos rodea, aun en
nombre de la filosofía, debe ser considerado un adversario.
Alain Badiou
El pasado 26 de abril Jair Bolsonaro, actual presidente de Brasil, anunció su intención de
bajar la inversión en las carreras de Filosofía y Sociología para volcar más recursos en
carreras que tengan un retorno más inmediato al contribuyente. Ante esto es necesario
reflexionar y pensar cual es el lugar y función de los saberes críticos en una sociedad.
Vivimos en tiempos en que la tesis de Freud de que el yo se disuelve en la masa nos es
tan cercano que se nos hace muy difícil cuestionarlo. Nos encontramos tan sumergidos en y
absorbidos por una totalidad cerrada que incluso hacemos alardes de nuestra libertad,
cuando no somos más que prisioneros de los aparatos ideológicos que producen la oferta
de los modos-de-ser que se imponen ante nosotros, haciéndonos creer que posibilidad de
elección restringida equivale a libertad".
Estos aparatos productores de modos-de-ser son gobernados por el Poder Económico y el
Poder Mediático, sin más, el Poder económico-mediático, es decir, el Poder
contemporáneo. Este Poder lo que hace es producir una gama variada y diversa de
modos-de-ser que nos ofrece mediante una publicidad autoritaria, impositiva, que irrumpe
ante nosotros sin pedir permiso: en la TV, radio, Internet, Redes sociales, etc. a fin de
apropiarse de nuestras subjetividades, o mejor dicho de que nuestras subjetividades se
apropien de estos modos-de-ser y los interioricen a tal punto en que ya se haga cuasi
imposible distinguir entre subjetividad propia y subjetividad apropiada.
Este fenómeno social no es nuevo para la humanidad y mucho menos para Occidente, pero
ante el hecho de que en los últimos decenios nuestra civilización ha sufrido transmutaciones
traumáticas y radicales, es necesario reformular el problema desde el hoy. Este
Poder-productor no se muestra como tal, a parte de utilizar los mecanismos de los mass
media, se disfraza en diversas figuras que demandan que se les rinda culto y adoración:
artistas, deportistas estrella, religiones, partidos políticos, ideologías etc. Atribuyamos a
estas figuras básicamente lo que Freud entendía por Ideal del Yo, esto es, un modelo al
que el sujeto intenta adecuarse.
Martin Heidegger y Herbert Marcuse (entre otros) dilucidaron este problema en su tiempo
-primera mitad del siglo XX- de manera muy acertada. El Ideal del Yo de Heidegger fue
bautizado con el nombre de das Man y Marcuse dio un paso más allá y escribió de una
sociedad encerrada en una unidimensionalidad.
Heidegger dice que el das Man es el sujeto de la cotidianidad que prescribe el modo en
que el ser humano realiza su existencia bajo una dictadura de la opinión pública. En
nuestros tiempos post-modernidad la rigidez es la misma elasticidad, los dardos de la crítica
no golpean las fuertes rocas del status quo con la esperanza de transformación sino que
rebotan en la correcta y tolerante actitud predominante del pensar posmoderno. El
desafío de nuestra contemporaneidad es más anónimo y más rígido.
Ante este diagnóstico vale destacar que el papel de los saberes críticos es hoy sustraernos
de la dictadura de la opinión pública, darnos lugares donde refugiarnos para que nuestra
subjetividad no sea colonizada. Las políticas que están detrás de las medidas que el
Gobierno de Bolsonaro acaba de anunciar buscan debilitar los saberes críticos, y por ende
disuadir la formación de sujetos críticos. El fascismo necesita masas adoctrinadas que sigan
como ovejas lo que sus líderes dispongan.
La filosofía nace como un saber crítico frente al saber institucionalizado y a los poderes
míticos de la antigua Grecia. Desde entonces la filosofía siempre ha estado presente en los
grandes cambios socioculturales de la humanidad y ha abogado por la emancipación del
hombre. La defensa de la libertad por parte de Locke frente a las dinastías , la defensa de la
Ilustración de Kant y Hegel. Las revoluciones del pensamientos de Marx, Nietzsche,
Kierkegaard. La denuncia al fascismo de la Escuela de Frankfurt, la denuncia de Heidegger
al mundo tecnificado etc. La filosofía siempre ha tomado postura contra todo lo que
amenace la libertad y emancipación del hombre, y algunos filósofos lo han pagado con su
vida.
El gobierno de Bolsonaro tiene una agenda dentro de la cual los saberes críticos son
desecho, desperdicio, y al mismo tiempo un peligro para sus anhelos totalitarios, y eso debe
ser denunciado y expuesto. Por ende creo que es necesario y urgente ponernos de acuerdo
en defensa de las humanidades y alzar la voz ante todo lo que atente contra el saber crítico.
Adrian Aranda


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