domingo, 19 de mayo de 2019

¿El sindicalismo ha muerto?

¿El sindicalismo ha muerto?                                                                                                                            Tal como lo conocimos el sindicalismo tiende a desaparecer, las características que describen los nuevos comportamientos políticos son individuales y no colectivas. Podría decirse que los problemas se resuelven terapéuticamente.                                                                                                                 ¿Que nos condujo a esta situación?                                                                                                       Se puede culpar al capitalismo en su fase neoliberal, al libre mercado, a los medios de comunicación, a las corporaciones y al poder político y todo eso sería muy correcto, pero a este diagnóstico le faltaría nuestra autocrítica como clase trabajadora .                                                                               
 Hay “dirigentes sindicales” que nos quieren hacer creer que somos nosotros (minorías) los causantes del caos y los que le hacemos el juego a la derecha. Estos “dirigentes” han creado un aparato burocrático perfectamente aceitado entre partido de gobierno (FA) empresariado y medios de comunicación, generando así un blindaje y una especie de terreno fértil para su discurso anacrónico que tiende a lo fantasioso y que poco tiene que ver con la realidad . Hablan de democracia y de lucha de clase, mientras ¡en el colmo de la desfachatez! su accionar cotidiano es autoritario y de concordia de clase. Para muestra basta un botón: hace pocos días en el paraninfo de la Universidad de la República, se le dio inauguración a la “Fundación ENRIQUE BARRIOS”, y en las primeras filas estaban presentes los Gerentes de las principales mutualistas… ¡ah! y también Salgado el reconocido presidente de CUTCSA. El slogan fue “la FUS avanza “, sí, avanza…como el cordero a la matanza. La obscenidad de algunos actos raya lo inmoral. ¿No son éstos los empresarios chupa sangre que se quedan con las ganancias? ¿No son ellos los que consideran que la salud es una mercancía? ¿Cuál es la causa de la falta de reacción de nuestros dirigentes? ¿Qué piensan los militantes sindicales de FUS? ¿Cómo se hace para hablar de lucha de clase después de esto? La connivencia se hace muy evidente, y por momentos parece que el relato se devoró la realidad. El relato fantástico y fantasioso de los que creen que están dando una “lucha histórica “-como se dijo del convenio colectivo- campea sin critica alguna. Toda esta parafernalia discursiva es digna de la fábula del Flautista de Hamelin. Pero como reza el dicho: no hay peor ciego que el que no quiere ver. Todos los análisis fracasan cuando pensamos que hay líneas ideológicas que no se van a cruzar, bueno… nos hemos equivocado. Con este contexto se hace difícil revertir esta situación en un futuro cercano, un futuro que horroriza de tan previsible. Compañeros: si deseamos volver a la democracia verdadera, la del trabajador en lucha contra el sistema, la de las mujeres y hombres concretos contra el neoliberalismo que nos transforma en cosas. ¿Por qué no empezar por sincerarnos? Votar o no votar es lo mismo, abstenerse, es, en efecto, confirmar las mayorías, sea cual fuere ésta. Nada de lo que se haga al respecto tendrá sentido si al mismo tiempo, es decir desde hoy, no se lucha contra esta burocracia sindical, que nos reduce deliberadamente a la impotencia. Mauricio Moreira Lista 2

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