POQUITO Y NADA
La rendición de cuentas se
discute en el parlamento sin que haya sorpresas, otra vez como en las
anteriores el denominador común es el ajuste del gasto. El abultado déficit
fiscal y el estancamiento llevan a Astori y cía. A implementar un riguroso
ajuste sobre el llamado gasto publico que ha venido de la mano de la suba de
tarifas y al aumento del IRPF en estos últimos años.
Como hemos señalado, mientras se
niegan recursos a la educación, salud o vivienda se programa un millonario
gasto para “tentar” a UPM a montar su segunda planta sobre el Rio Negro.
El prometido 6% del PBI para la
educación es nuevamente relegado. Para llegar a esta meta y tomando como cierta
la cifra dada por el Estado (según la cual hoy estaríamos en un 4.9% del PBI)
faltarían en esta rendición unos 664 millones de dólares para alcanzar la meta
del 6%.
Según datos oficiales entre 2011
y 2017 el presupuesto educativo aumento un 0.5% pasando del 4.4% del PBI al
4.9% actual. Para llegar al 6 % a este ritmo…
El aumento presupuestal para
Udelar es testimonial y no permite un
aumento real de salarios ni prevé los dineros para el Hospital de Clínicas.
La educación es postergada nuevamente
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