Resignación y
adaptación
Esta imputación es increíblemente hipócrita,
exagerada y tiene la pretención de fomentar el miedo y la inacción. Estamos
cada vez peor como sociedad. Justificamos mentiras e incumplimientos si parten
de aquellos que votamos o cuentan con nuestra simpatía. La falta de previsión
de OSE de la sequía, las culpas cruzadas que aseguran que nadie es responsable
y la inexistencia de acciones más allá de esperar que llueva, es un ejemplo de
una sociedad que está lista para que la despojen de todo sin que haya un costo
político, ni ninguna sana reacción moral. Porque el sobre costo que tuvimos que
pagar por la sequía, parece no haber importado. Tampoco el hecho más
contundente aún de firmar un contrato, Neptuno, por 800 millones cuando en
principio costaba mucho menos. Sin embargo, el centro de las críticas es una
bomba de humo que no dañó a nadie. De un sindicato, claro está.
Falta poco para que por estas bandas surja un
Milei que diga que la justicia social es una aberración y millones lo aplaudan
y voten.
A la criminalización de la protesta, hay que
agregarle que hace rato el movimiento sindical dejó de dar una lucha por la
conciencia, subjetividad y cultura de la gente.
También somos responsables de la increíble
mojigatería política que tenemos. Y lo estamos pagando con pérdida de derechos
y salario.
Nos colonizaron la cabeza. De ahí a que quedemos
en pelotas, falta muy poco.
Aguante FFOSE y su presidente!
Aguante el movimiento sindical ante el ataque
sistemático contra nuestro salario, derechos y condiciones laborales!
Rosalba Hunter Indart
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