sábado, 24 de abril de 2021

NEGOCIO EN CRISIS

 

NEGOCIO EN CRISIS

El semanario Búsqueda informa la semana pasada que por resolución tomada por el MSP se intervienen tres mutualistas. Se trata de las instituciones Asociación Española (195.000 afiliados), Casmu (192.000) y Casa de Galicia (44.000). El Casmu será controlado por Gabriel Casal y Fernando Barbé; la Asociación Española por Leonardo Basso y Gabriel País, y Casa de Galicia por Óscar Pereyra y Luis Fraschini.

La medida no es novedad ya que en la memoria del Ministerio del 2020 se adelantaba esta medida por la situación económica inviable de varias mutualistas a pesar del constante flujo de dinero del Estado para sostenerlas. En aquella memoria se señalaba que “El análisis culminó con devolución técnica a cada prestador, que sirvió de base para instancias de diálogo individualizado, institución por institución, que permite contemplar las particularidades propias de cada caso. Como conclusión de este proceso, se constató la existencia de tres realidades diferentes: un núcleo de cuatro instituciones en situación crítica…; un conjunto de ocho instituciones con problemas de endeudamiento que afectan su sustentabilidad y desarrollo futuro; un grupo mayoritario de instituciones (2/3 del total) en situación de desarrollo autosustentable y con resultados satisfactorios.”

Como corolario de esto, se decide la intervención de estas tres mutualistas  designando veedores  para “asegurar el cumplimiento de los compromisos asumidos” e informar a la cartera sobre “eventuales desvíos en la ejecución del plan de reestructuración” en estos prestadores de salud que accedieron al Fondo de Garantía IAMC (Instituciones de Asistencia Médica Colectiva) otorgado por el Estado en distintos períodos.

El sistema es inviable cuando la salud es una mercancía y solo ha servido para el enriquecimiento de un puñado de empresarios y de los laboratorios.

Los sindicatos de la Salud deben retomar la consigna del sistema único, estatal de salud, con la participación de trabajadores médicos y no médicos, centralizando todos los recursos para una atención igualitaria y de calidad.

Primera línea

 

 

 

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