ALGO PERSONAL
“y la culpa es del otro si algo les sale mal…” Me
senté a escribir estas líneas sobre la situación docente y el malestar que
impera en las aulas escuchando esta canción de Serrat, que se ajusta de una
manera casi perfecta a lo que está pasando en Primaria.
Desde el año 2018 se viene generando un clima mas que tenso entre
autoridades del CEIP y diversos grupos de maestras y maestros en todo el país
en torno a nuevas reglamentaciones realizadas con la modalidad de CIRCULARES
-una especie de “DECRETOS”- con los que acostumbra a vulnerar la legislación el
Consejo de Educación Inicial y Primaria. En tal sentido los estatutos de funcionarios
se modifican, las leyes quedan de lado muchas veces, lo que lleva a abusos de
poder disimulados en esa modalidad, arbitraria por demás por cierto, de cambiar
reglamentos sin levantar mucha polvareda.
De
esta forma tres consejeros (incluido el consejero electo por los docentes cada
4 años), acuerdan dichas modificaciones y las implementan en forma vertical. Si, las Circulares son normas que se establecen sobre otras modificando
derechos u obligaciones, en forma vertical.
EN ESTA OPORTUNIDAD NOS ENFRENTAMOS A CAMBIOS QUE VULNERAN DIRECTAMENTE
EL DERECHO AL TRABAJO, EL DERECHO A HACER USUFRUCTO DE LICENCIAS POR
ENFERMEDAD, CUIDADO DE FAMILIARES DIRECTOS (HIJOS O PADRES), ESTUDIAR Y RENDIR
EXÁMENES, FORMACIÓN ACADÉMICA REFERIDA A LA CARRERA DOCENTE, ENFERMEDADES
RELACIONADAS CON LA MATERNIDAD Y EL EMBARAZO, INSEMINACION ARTIFICIAL… Derechos
que están comprendidos en nuestra legislación laboral y en los Convenios de la
OIT nro. 156 “trabajadores con responsabilidades familiares” y nro. 183
“Maternidad”. Así es que sin haber realizado un análisis de situación en torno al por
qué los docentes se enferman, por ejemplo, o qué factores influyen en que una
maestra madre deba cuidar a sus hijos ante enfermedades en un colectivo de
trabajadores donde un 96% son mujeres, o por que continúa estudiando y en que
tiempo puede dedicar horas a dicha formación (teniendo en cuenta la carga y
sobrecarga de horas y trabajo dedicado a la tarea docente fuera de la
institución escolar y sus múltiples y complejos requerimientos). Porque sin
lugar a dudas, si las autoridades que realizan estos reglamentos hubieran
realizado un estudio de las condiciones de trabajo del cuerpo docente, o tenido
en cuenta los datos emanados de las evaluaciones realizadas por INEED ( 2014,
2015, 2016, 2018) tendrían otra mirada y por ende otras decisiones tomadas ante
el trabajo docente. En relación al tema cabe señalar el nulo conocimiento por
parte de las autoridades acerca del fenómeno burnout, estudiado en todo país
que se precie de tener una educación de calidad situada en un Estado de derecho
y de derechos. El CEIP, en contraposición a todo lo que ha hecho Uruguay, país
avanzado y de vanguardia en derechos -derechos reproductivos, legalización del
consumo de marihuana, 8 horas laborales para trabajador rural y trabajo
domestico, entre otros- dispone volver ATRÁS en derechos alcanzados hace varias
décadas, y una vez mas responsabiliza y castiga a la clase trabajadora de la
educación primaria de sus fracasos y desmanes en cuestión de inversión y
gastos. Culpa a las y los maestros y les castiga arrebatándole derechos
alcanzados con luchas, persecución y muerte.
Pedimos
diálogo y seguimos esperando una respuesta, pero una vez mas, la carreta
delante de los bueyes… En el informe se analiza la evolución del salario de los
docentes de educación pública no terciaria entre los años 1904 y 2014, y se
compara su trayectoria y situación relativa con el de otras profesiones. Los
datos analizados reflejan que, al menos desde la mitad del siglo XX, la
asignación de recursos para mantener las condiciones salariales docentes no ha
estado entre los objetivos centrales de las decisiones de gasto, al menos de
manera sostenida. Aunque durante las primeras décadas del siglo XX el salario
de los profesores de secundaria estuvo muy por encima del resto de las
remuneraciones docentes, los salarios docentes han estado por debajo de los de
otras profesiones desde los inicios del siglo XX hasta la primera década del
presente siglo.
El
deterioro más reciente comenzó a partir de la década de 1970, cuando la brecha
a favor del salario docente prácticamente desapareció en las tres ramas de la
educación, y desde entonces se ubicó entre 0,5 y 0,6 del PIB per cápita. Desde
la segunda mitad de esta década el crecimiento de las remuneraciones en otras
profesiones, unida a la contracción de las docentes, amplió considerablemente
las diferencias a favor de las primeras. A
partir de 1980 el recorte de salarios públicos llegaría a todas las
dependencias, aunque la velocidad de caída fue mayor para los de la educación.
En consecuencia, las brechas a favor de los salarios de funcionarios públicos
con otras profesiones permanecieron en el orden de 3 a 2,5 veces hasta
1985. A pesar del importante esfuerzo fiscal que promovió el aumento de los
salarios de los docentes del sector público a partir de 2005, estos se
continúan ubicando por debajo de los de las otras profesiones elegidas.
La información muestra un
fuerte énfasis al desincentivo de optar por esta profesión. Se observa así un
importantísimo desafío para la política educativa relativo al fortalecimiento
de la formación docente, ya que este no puede pensarse aislado de estrategias
que promuevan la revalorización social de la profesión, entre ellas, el
incremento salarial. Tomado de INEED 2017-2018 .
No queda
mucho más por agregar… o si, muchísimo mas. Pero esta vez solamente hacer
referencia a este ultimo punto tomado de INEED, agregando un dato tan real como
que una jefa de familia gana en promedio 26 mil pesos uruguayos en su función
profesional docente. Todo otro ingreso lo puede lograr en base a elegir año a
año además de su cargo, una suplencia o un cargo de mayor carga horaria: Tiempo
completo, Tiempo extendido, Tiempo completo en Ed. Inicial (eso si la casualidad
o la enfermedad no la dejan fuera de esa posibilidad; porque si un accidente
propio o de un hijo o una enfermedad le obligaron a faltar mas de 13 días al
año en los últimos cuatro años, queda fuera de la lista de los que pueden
elegir). Así como quedan fuera de la lista de maestras y maestros aceptables
quienes padecen una enfermedad crónica: cáncer, inmunodepresión, asma o
bronquitis aguda, hijos con dichas enfermedades, padres con enfermedades
graves: coronarias, cáncer, discapacidad motriz u otras que impiden su
autonomía. A esta altura, parece mentira tener que aclarar también que las y los
maestros que cursen otra carrera o una especialización docente, y hagan uso del
derecho a licencia por estudio hasta 15 días al año, quedan fuera de la lista
A, o sea, bajan de calificación. Es decir que aquellas y aquellos que se
preocupan por seguir mejorando como docentes, para brindar una enseñanza de mayor
calidad para nuestros niños y niñas, pierden su derecho como maestro o profesor
efectivo por la vía del concurso, pues en estos nuevos decretos todo derecho
alcanzado en base al estatuto del funcionario docente es borrado y sustituido
por una norma que deciden 3… 3 consejeros que representan al poder del Estado,
el Estado de Derechos uruguayo. Mientras tanto Serrat sigue cantando: “Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión de declarar públicamente su empeño
en propiciar un
diálogo de franca distensión que les permita hallar un marco previo que
garantice unas premisas mínimas que faciliten crear los resortes que
impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a
norte
donde establecer las bases de un tratado de amistad
que
contribuya a poner los cimientos de una plataforma donde edificar un
hermoso futuro de amor y paz”
Maestra Ana Cecilia
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