COLOMBIA
La rebelión busca su camino.
La rebelión popular en Colombia lleva ya más de dos meses y se ha mantenido, con altibajos ,pesa a la deserción de las direcciones centroizquierdistas alineadas tras el ex candidato Gustavo Petro y la salvaje represión del gobierno de Duque –Uribe.
El gobierno ha recurrido a todos los métodos represivos que ha utilizado por décadas, los grupos represivos estatales (ESMAD) actúan en conjunto con bandas parapoliciales y grupos narco. Los asesinatos, las desapariciones, las violaciones, son moneda corriente. El aparato de encubrimiento acaudillado por los grandes medios no logra ocultar lo que denuncian a gritos decenas de organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos.
Durante décadas el narco estado Colombiano ha recurrido a masacres y asesinatos selectivos para combatir, tanto a las organizaciones guerrilleras como a los sindicatos, estudiantes y organizaciones campesinas. Colombia ha sido en este tiempo un aliado fiel de EEUU brindando su territorio para las bases militares.
Como ha sucedido en las distintas rebeliones que han sacudido América Latina en el último periodo, vastos sectores de la juventud más combativa buscan superar a los viejos aparatos de centroizquierda y a las direcciones burocráticas de las organizaciones sociales. Esta centroizquierda ha tratado de encauzar la lucha hacia las elecciones del 2022 tratando de lograr una tregua que resulta imposible cuando han ocurrido cientos de crímenes contra el pueblo.
Un acuerdo “de paz” solo consagraría la impunidad.
En los últimos días la intensidad de las manifestaciones ha bajado y el levantamiento del paro general, especialmente de la docencia, ha sido clave para esto, en asambleas, en los grupos de la llamada primera línea, se debate como seguir la lucha hasta que caiga el criminal Duque.
MAGO
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