viernes, 22 de mayo de 2020

Van por todo


Van por todo
La emergencia sanitaria provocada por el Covid 19 ha llevado a miles de trabajadores a perder sus ingresos o verlos reducidos drásticamente.

En Marzo de este año el BPS recibió 86 mil solicitudes de Seguro de paro (68.095 tuvieron como motivo la suspensión de actividades (79%), 6.995 por reducción (8,1%) y 6.889 fueron por despido (7,7%).) que se suman a cifras de difícil calculo, la de quienes estaban en negro y quedaron en la calle, la de los que perdieron sus changas…

La situación es crítica y solo la contiene la ayuda estatal y el surgimiento de cientos de ollas y merenderos por todo el País.

Al terminar la emergencia y “normalizarse”  la situación serán muchos los que se encontraran sin ingresos. Una encuesta realizada por la ONG Techo entre referentes de asentamientos en todo el país señala que en los últimos meses se ha acentuado el crecimiento de familias que llegan buscado un terreno y dato más grave aún , los encuestados señalan que son muchas las familias que no llegan a cubrir las comidas diarias. (Informe Techo Montevideo Portal).

Como ya señalamos en números anteriores la crisis del Virus solo hizo explotar una situación de precariedad anterior, ya el 25% de los trabajadores estaba en negro y un 10 % desocupado, pero incluso en los sectores formales, los salarios de cientos de miles estaban sumergidos.

Un informe del Instituto Cuesta Duarte señala que “Previo a la pandemia y la crisis económica y social que trajo aparejada, el mercado de trabajo presentaba una importante incidencia de salarios sumergidos que afectaban a una alta proporción de trabajadores. En 2019 casi 469.000 ocupados recibieron menos de $20.000 líquidos al mes por 40 horas de trabajo semanal, de los cuales unos 289.000 eran asalariados, representando un 25% del total de asalariados. Entre ellos, unos 144.000 no alcanzaron los $16.000.” Otros 451mil trabajadores ocupados no llegan a los 30 mil al mes. El relato “progre” de la bonanza se cae a pedazos.

 

A DONDE VAMOS

Las patronales, al amparo del gobierno multicolor han lanzado una ofensiva para lograr sacar tajada de la epidemia, además de buscar el salva taje estatal van por el salario, con la excusa de priorizar las fuentes de trabajo van directamente por la rebaja salarial.

En esto van a encontrar de aliado a sectores del sindicalismo que van a renunciar a pelear por aumentos de salario para “defender” el empleo. No llama la atención cuando en las últimas rondas salariales se firmaron acuerdos de congelamiento o pérdida de salario bajo el discurso Astorista de la “desaceleración”.

Frente al desastre social que tenemos en frente el gobierno de Lacalle prioriza el pago de la deuda que se lleva casi 2000 millones de dólares este año mientras se dan migajas a través del Mides. Defienden un contrato colonial con UPM que representa una sangría de las arcas estatales.

Los tiempos que vienen serán de duras peleas y no es casual el reforzamiento represivo planteado en la LUC, será necesario salir a la calle, pero más aun discutir a donde vamos y con quien. Recuperar los sindicatos y construir organizaciones independientes en los barrios es la tarea hoy.

 



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