Van por todo
La emergencia sanitaria provocada
por el Covid 19 ha llevado a miles de trabajadores a perder sus ingresos o
verlos reducidos drásticamente.
En Marzo de este
año el BPS recibió 86 mil solicitudes de Seguro de paro (68.095 tuvieron como motivo la suspensión de actividades
(79%), 6.995 por reducción (8,1%) y 6.889 fueron por despido (7,7%).) que se
suman a cifras de difícil calculo, la de quienes estaban en negro y quedaron en
la calle, la de los que perdieron sus changas…
La situación es crítica y solo la contiene la
ayuda estatal y el surgimiento de cientos de ollas y merenderos por todo el
País.
Al terminar la emergencia y “normalizarse” la situación serán muchos los que se
encontraran sin ingresos. Una encuesta realizada por la ONG Techo entre
referentes de asentamientos en todo el país señala que en los últimos meses se
ha acentuado el crecimiento de familias que llegan buscado un terreno y dato
más grave aún , los encuestados señalan que son muchas las familias que no
llegan a cubrir las comidas diarias. (Informe Techo Montevideo Portal).
Como ya señalamos en números anteriores la
crisis del Virus solo hizo explotar una situación de precariedad anterior, ya
el 25% de los trabajadores estaba en negro y un 10 % desocupado, pero incluso en
los sectores formales, los salarios de cientos de miles estaban sumergidos.
Un informe del Instituto Cuesta Duarte señala
que “Previo a la pandemia y la crisis
económica y social que trajo aparejada, el mercado de trabajo presentaba una
importante incidencia de salarios sumergidos que afectaban a una alta
proporción de trabajadores. En 2019 casi 469.000 ocupados recibieron menos de
$20.000 líquidos al mes por 40 horas de trabajo semanal, de los cuales unos
289.000 eran asalariados, representando un 25% del total de asalariados. Entre
ellos, unos 144.000 no alcanzaron los $16.000.” Otros 451mil trabajadores
ocupados no llegan a los 30 mil al mes. El relato “progre” de la bonanza se cae
a pedazos.
A DONDE VAMOS
Las patronales,
al amparo del gobierno multicolor han lanzado una ofensiva para lograr sacar
tajada de la epidemia, además de buscar el salva taje estatal van por el
salario, con la excusa de priorizar las fuentes de trabajo van directamente por
la rebaja salarial.
En esto van a
encontrar de aliado a sectores del sindicalismo que van a renunciar a pelear
por aumentos de salario para “defender” el empleo. No llama la atención cuando
en las últimas rondas salariales se firmaron acuerdos de congelamiento o
pérdida de salario bajo el discurso Astorista de la “desaceleración”.
Frente al
desastre social que tenemos en frente el gobierno de Lacalle prioriza el pago
de la deuda que se lleva casi 2000 millones de dólares este año mientras se dan
migajas a través del Mides. Defienden un contrato colonial con UPM que
representa una sangría de las arcas estatales.
Los tiempos que
vienen serán de duras peleas y no es casual el reforzamiento represivo
planteado en la LUC, será necesario salir a la calle, pero más aun discutir a
donde vamos y con quien. Recuperar los sindicatos y construir organizaciones
independientes en los barrios es la tarea hoy.
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