Al pueblo uruguayo
En diciembre del 2017 nos pusimos un gran desafío por
delante, pelear por defender nuevamente lo que la ciudadanía había conquistado
en 2004: el acceso al agua como derecho humano fundamental, recurso esencial
para la vida, de dominio público estatal y que los ciudadanos debemos tener
participación respecto a su uso. Sin embargo, el gobierno aprobó en octubre de
2017 la Ley de Riego, apoyada por casi todos los partidos políticos con
representación parlamentaria (solo uno la rechazó). Esta ley desconoce la
voluntad popular que reformó la Constitución con el 67,4% de los votos para
impedir que empresas privadas se apropiaran del agua. Avasalla las conquistas
populares, privatizando, mercantilizando y contaminando el agua, así como
excluyendo a la población de su gestión. Emprendimos el camino de la
recolección de firmas para volver a darle voz al pueblo, para habilitar un
referéndum, en perspectiva de la derogación de esta nefasta ley
inconstitucional.
Organizaciones sindicales, estudiantiles,
ambientalistas, territoriales, de mujeres, político partidarias, artísticas, de
prensa alternativa, cooperativas, grupos de vecinas/os, etc. y cientos de
personas de a pie comprometidas con la causa, realizamos talleres, charlas, y
multiplicamos los puestos de recolección de firmas en festividades, ferias,
movilizaciones, plazas, esquinas, locales, casas, etc.
Salimos a la calle en busca de las firmas, confiando
plenamente en el pueblo, a sabiendas de los obstáculos enormes que debíamos
enfrentar: el gobierno que impuso la ley, su partido y los partidos que la
aprobaron, los grandes terratenientes, los grandes capitales multinacionales
sojeros, forestales, etc. y un terrible cerco mediático. Somos conscientes
también de aquellos aspectos que merecen una autocrítica dentro del movimiento
sindical, estudiantil y popular en su conjunto, en ese sentido lamentamos que
actores con responsabilidades en dichos movimientos se hayan sumado al cerco y
la parálisis contra esta campaña crucial para nuestro pueblo.
A pesar de todas estas dificultades, el pueblo dio un
batacazo final, una demostración contundente de lo que se puede con la lucha de
los de abajo. Si bien las firmas equivalentes al 25% del padrón electoral no
llegaron a concretarse en los hechos, la explosión y el entusiasmo manifiesto
marcaron con creces el trabajo de un año, lo que se vio reflejado en la
participación de miles firmando en mesas que fueron testigo de un gran aluvión.
Nos conmocionó ver a miles haciendo suyas las consignas de la campaña, incorporándose
activamente en esta batalla, haciendo florecer mesas de recolección en cuestión
de minutos en cada rincón del país: esquinas, casas, comercios, plazas, lugares
de trabajo, centros de estudio, ferias y todo tipo de espacio público. No
pararon de sonar los celulares y de saturarse las redes con mensajes de
personas que a lo largo y ancho del territorio estaban ávidas de informarse,
firmar, participar y ser parte de esta gran lucha popular. No nos dieron los
brazos para llegar a todos ellos.
Se obtuvieron aprox. 300.000 firmas, cifra contundente
de por sí con las condicionantes mencionadas anteriormente, pero destacamos con
certeza absoluta que las adhesiones están y son ampliamente superiores a las
concretadas. Nos lo demostró la pueblada que vivimos estos días poniéndose al
hombro la recolección de firmas. Pasamos de cientos de militantes a ser
cientos de miles de voluntades defendiendo el agua y la vida.
El pueblo entendió que la Ley de Riego
debe caer, ha tomado consciencia de la defensa
del agua y su respuesta en la campaña muestra a las claras que organizado, en
la lucha, en la calle, ¡¡es imparable!! Convocamos a todas las organizaciones
sociales y a las/os ciudadanas/os que se sumaron a esta campaña a continuar
militando sostenidamente y a construir juntas/os las futuras acciones que
emprendamos para defender el agua.
El pueblo hirió gravemente a esta política neoliberal,
de entrega de los bienes comunes y la soberanía. Demostró con claridad su
rechazo frontal a ella. Ahora el gobierno y el parlamento tienen una prueba de
la voluntad popular de derogar la Ley de Riego, tienen en las manos las
herramientas para evitar la privatización, mercantilización y contaminación del
agua, suya es la responsabilidad de obedecerla y respetarla. ¡¡Si debemos ir
por el recurso de inconstitucionalidad, lo haremos!! ¡¡Y si hay que denunciar
al Estado uruguayo por violación de los derechos humanos a nivel internacional,
también lo haremos!!
Nosotros/as seguiremos incansablemente defendiendo los
bienes comunes, seguras/os de que esta pueblada heroica e histórica quedará en
la memoria colectiva del pueblo como motor para seguir luchando, porque no
queremos que se siga entregando nuestra soberanía, política, económica,
territorial y alimentaria. ¡¡Porque por esta causa, el pueblo unido, jamás será
vencido!!
¡¡Vamos a derrotar la Ley de Riego!! ¡¡El agua no se
vende, el pueblo la defiende!!
¡¡Arriba las y los que luchan!!
Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida
26 de octubre de 2018
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