Trump, a la ofensiva.
La asunción de Trump en Estados Unidos abre el camino a la profundización de la guerra comercial con China y una agudización de los choques en todo el planeta. Una guerra contra los trabajadores, los inmigrantes y las minorías y guerras abiertas por el control de los recursos naturales.
Los anuncios de Trump, de deportaciones masivas, de una expulsión del pueblo Palestino de Gaza y hasta la anexión de Canadá (!!), están lejos de ser delirios megalómanos. Son la representación de la necesidad del imperialismo norteamericano de reposicionarse ante el avance Chino (y los Brics) y su propia decadencia.
La degradación general, la catastrófica situación ambiental en todo el Planeta y las guerras desatadas tendrán tarde o temprano un fin violento y generalizado.
El ascenso de Trump está lejos de ser algo único o aislado, en toda Europa las corrientes más derechistas y proto fascistas avanzan y se desarrolla el discurso más extremo antiinmigrante, antiderechos, xenófobo. No solo como minorías activas sino también ganando elecciones como Meloni en Italia.
Frente al avance de estas corrientes que caminan siempre hacia guerras abiertas (desde Ucrania a Gaza) es necesaria la reorganización de la clase obrera, rompiendo con cualquier confianza en las corrientes centroizquierdistas, que han gobernado en todo el orbe y han abierto el camino a los Trump o Milei.
La desgastada opción por “el mal menor” o el capitalismo amable nos ha llevado al límite, a dejar a los pueblos desarmados frente a los Trump y sus variantes.
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