LA LARGA SOMBRA DEL CLUB NAVAL.
La divulgación periodística del
contenido de las actas del tribunal de honor hecho a dos reconocidos
torturadores (Gabazo y Silveira) por parte del Ejercito, término desatando una
reacción de Tabaré Vázquez que pidió la renuncia a la cúpula del Ministerio y
paso a retiro a los generales integrantes de dicho tribunal, entre ellos el
recién designado Comandante en jefe José González (tras el incidente con Manini Rios).
Las actas del tribunal de honor
mostraban a Gavazzo reconociendo la muerte del militante Gomensoro y haciéndose
responsable de la desaparición del cuerpo. Si bien esta claro que Gavazzo
encubre a sus cómplices, el reconocimiento de sus actos es gravísimo .Para los
militares, la tortura, asesinato y desaparición forzada no constituyeron ningún
problema ni les causo problemas con su cascoteado “honor”, pero lo que termino
hundiendo a Gavazzo fue haber dejado que otro militar cargara con las culpas y
terminara pagando con varios años de cárcel.
Vázquez puso su firma en esta
resolución, habiendo sido alertado de su contenido (por lo que debería haber
enviado a la justicia las declaraciones de Gavazzo y Silveira), sin embargo
solo actuó cuando la nota del periodista Leonardo Haberkorn tomo estado
público.
A más de 30 años del fin de la
dictadura la Impunidad sigue tan campante y la cúpula de las FFAA sigue
defendiendo los crímenes y los criminales de la época, pero lo que permite esto
es la connivencia entre los sucesivos gobiernos con los militares. El Frente
Amplio ha cumplido con el mandato del Club Naval negándose a anular la Ley de Impunidad,
bloqueando las investigaciones, boicoteando el plebiscito (papeleta rosada),
etc.
Durante años tuvieron en el
Ministerio un amigo declarado de la cúpula militar y las logias como Fernández
Huidobro y se trato con mano de seda a los pocos condenados, dándole
privilegiado trato en cárceles VIP y prisión domiciliaria como en el caso
Gavazzo, un personaje cuyo nombre es casi sinónimo de los crímenes de Estado.
Las Fuerzas Armadas no son otras por el paso del
tiempo, aquí y en toda América Latina son una pesada y amenazante carga que
pesa sobre los pueblos, hoy mismo en Brasil están festejando el Golpe de Estado
que derroco en 1964 al legitimo presidente Joao Goulart. El presidente
Bolsonaro se encargo de alentar a los militares para que festejaran la fecha
trágica en los cuarteles. L a desaparicion de las Fuerzas Armadas como brazo
ejecutor del imperio y las burguesías locales es el único programa que pueden
tener los trabajadores.
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