domingo, 9 de julio de 2017

Roberto Markarian

El rector de la Universidad de la República ve difícil que la educación reciba el 6% del PIB

D. Battiste
Roberto Markarian dice que en la Universidad de la República (Udelar) "no es todo campo de oréganos" pero reconoce que desde que se desempeña como rector no tuvo mayores problemas con los funcionarios de la institución. Admite que le gustaría concretar más proyectos antes de terminar su mandato, pero le faltan recursos y el hecho de que la Rendición de Cuentas se haya pautado por un año le impide pensar a largo plazo. A su vez, no consigue los acuerdos necesarios para financiar la tan necesaria remodelación del Hospital de Clínicas, que es gestionado por la Udelar. Markarian señala que le causaría "dolor" que el centro de salud universitario no empezara a remodelarse antes de que termine el quinquenio, pero no está seguro de que las obras comiencen pronto. Aquí, un resumen de la entrevista que el rector dio a El Observador.

¿Qué opina de que la Rendición de Cuentas se haya planificado por un año?
Esto es una posición oficial de la universidad, no es solo mi opinión. Para una institución donde todo es de largo plazo, porque los procesos educativos de orden superior son de largo plazo, una rendición por tan poco tiempo dificulta la organización. La financiación se puede hacer por goteo, siempre y cuando haya la aceptación de un plan, que es lo que importa. Acá lo que hay es presupuesto, no hay planificación.
¿Es una complicación para contraer proyectos a largo plazo?
Nos lo dificulta muy fuertemente y nos obliga a un ordenamiento del gasto muy disciplinado.
La educación va a tener 4,9% del PIB en esta Rendición de Cuentas. El secretario general de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES), Emiliano Mandacen, dijo que él "firma" que no se llegará al 6% al final del período. ¿Usted firma también?
Yo no firmo nada porque soy director de un ente autónomo y tengo que tratar de que me den lo que organizamos gastar y podemos gastar. Cuando visualizo los números me parece difícil que haya una inversión que complete el 6% antes del final del período. En nuestro caso es mucho peor porque también pedimos 1% para investigación, porque no solo hacemos enseñanza. Nosotros pedimos el 6% más 1% y en investigación nos vienen dando menos de la mitad de lo que pedimos. Además nosotros pedimos para salud porque tenemos un hospital y tenemos otras cosas de salud.
¿El problema de la educación se resuelve con más presupuesto?
Estoy seguro de que se necesita más presupuesto. Pero no es lo único y de eso también estoy seguro. Falta pensar mejor al sistema educativo, organizarlo mejor. Hay una parte también que tiene que ver con la idiosincrasia de los uruguayos que es complicada. La Rendición prevé también un aumento salarial del 17% para los funcionarios de la Udelar al final del período. ¿Le parece suficiente?
Tenemos firmado un convenio colectivo internamente con los funcionarios no docentes y se extiende porcentualmente a los funcionarios docentes. Ahí afirmamos que si se llegara al 6% del PBI para la educación llegaríamos a una meta con los funcionarios no docentes que es superior al 17%. La escala se está reduciendo por abajo, arriba los salarios se mantienen con ajustes de inflación. La escala docente creo que no se ha modificado en muchos años y genera problemas.
Entonces ¿el 17% de aumento salarial que plantea la Rendición está por debajo del convenio que ustedes firmaron?
Sí, por eso este aumento no nos parece suficiente. Nosotros el convenio lo firmamos con sinceridad, no anduvimos haciendo demagogia. En ese momento nos pareció que lo que los funcionarios pedían era aceptable y el aumento debería andar por arriba del 40% para los salarios más bajos. La institución entera reclama eso. Yo no he tenido ningún problema en términos reivindicativos con ningún sector de la universidad, he tenido otros problemas.
¿Qué problemas tiene?
Nos falta dinero para hacer todo lo que querríamos. El documento de presupuesto de la universidad fue muy elogiado pero no financiado, así que hay una cuota de problemas que vienen de no poder hacer todo lo que nos gustaría. Eso del 6% más 1% del PBI para enseñanza e investigación. Yo querría consolidar el trabajo en el eje de la ruta 5, querría crecer más en el litoral norte, ya estamos con grandes problemas locativos en el interior porque el crecimiento ha sido muy fuerte. Además, es un hecho que la Universidad Tecnológica fue creada para el interior pero no satisface la demanda.
Con respecto a los problemas de la universidad, ¿tiene miedo de que no se concrete la remodelación del Hospital de Clínicas?
Eso podría pasar, si tengo miedo no sé. Cuando dije que sería doloroso no poder concretar nada, yo lo pienso seriamente. El temor, el dolor que uno siente es que teniendo una buena propuesta, no podamos avanzar en ningún sentido.
¿Le parece que la remodelación del centro empiece en este período de gobierno?
No me animo a decirlo.
¿Cuánto dinero necesita para concretar las obras?
Más de US$ 120 millones, porque sería ese monto si las obras se hicieran de un saque. Si yo saco del bolsillo y pago US$ 120 millones. Pero cualquiera sabe que no va a ser así, uno hace los cálculos sobre el costo de la obra, no sobre la financiación de la obra. Ese es otro problema que a la gente le cuesta entender. No es lo mismo decir que esto vale tanto y otra cosa es construirlo.
¿Qué opciones maneja para la financiación?
Estamos transitando simultáneamente tres caminos. Primero presentamos una propuesta al Poder Ejecutivo de financiarlo por la vía de la exoneración parcial de los aportes patronales de la Universidad al BPS. La justificación que hicimos para esa propuesta fue que el sistema privado de educación no hace aportes patronales al sistema jubilatorio, es una cosa que la gente no sabe pero es así. ¿Si está enteramente exonerado el sistema privado de educación, por qué no pueden exonerarnos una parte a nosotros y con ese dinero hacer la construcción? A lo largo de 15 años de exoneración se permitía financiar toda la obra con ese dinero.
Esa propuesta fue rechazada por el Poder Ejecutivo.
Sí. Recibimos una carta firmada, como me gusta decir a mí, con tinta azul –no es que era una fotocopia– del ministro de Economía y Finanzas (Danilo Astori) y del ministro de Salud Pública (Jorge Basso). Ahí decían que esa forma no era viable y que la fórmula que el Poder Ejecutivo proponía era a través de la aplicación de la ley de Participación Público Privada.
¿Fue en ese momento que consideró la ley PPP?
Ahí nos vimos en la disyuntiva de si seguíamos adelante buscando alternativas de financiación, y decidimos que íbamos a ver cómo era el sistema PPP. Le mandé una carta al ministro Astori diciendo que quería aplicar la ley PPP y ahí empezaron los estudios para analizar si era viable.
Usted afirmó días atrás que la ley PPP le genera dudas. ¿Por qué?
Las dudas se generan porque el informe que se presentó no es concluyente de que sea más barato hacerlo por PPP. Acá hay un problema económico. Hay una segunda razón y es que el pago por el sistema este se hace muy prolongado y la ley dice que el organismo que debe pagar es el contratante y el contratante es la UdelaR. Por lo tanto, si el gobierno no nos diera los fondos para pagar eso, la universidad tendría que sacarlo de sus fondos normales y esa duda es muy gruesa. El resto de la universidad tendría que pagarlo si no nos dieran plata extra, lo digo así de clarito porque es así. Si tuviéramos que pagar US$ 20 millones por año, tendríamos que quitarle un poco a Veterinaria, a Agronomía, a Ciencias Económicas, a Ingeniería y al resto, y juntaríamos los US$ 20 millones. Eso arma un lío interno que cualquiera sabe que es inmenso. Una duda que se agrega es que el sistema PPP no está funcionando, porque salió un titular hace unos días sobre que el ministro de Obras Públicas planteó el problema de que no había podido mover ni una carretilla de tierra con la ley de PPP. Yo digo que eso es una alerta, porque si un ministro dice eso, uno se pregunta qué tierra van a mover en el hospital.
Además es una inversión que trasciende períodos de gobierno y no sabe si el siguiente Ejecutivo tendrá el compromiso de pagarlo.
La realidad es que US$ 120 millones en este país es muchísimo dinero. Cualquier inversión de largo plazo en este país, salvo que se haga con mucho dinero invertido de un saque, trasciende períodos. El problema es que trasciende períodos con financiación incierta, que eso es distinto.
Mencionó dos vías de financiación (exoneración de aportes y PPP), ¿cuál es la tercera?
La tercera vía es contratar un préstamo para financiar la obra, que es bien viable y hay ofertas, el rectorado se ha preocupado de recibir a ofertantes. Igual ahí nos vamos a encontrar nuevamente con la resolución del Poder Ejecutivo de no contraer deuda soberana, que es una deuda que automáticamente pasa a pesar en las deudas del Estado. Más claro que lo que ha sido Astori con que no quiere aumentar esas deudas es imposible.
¿Cuántos ofertantes tuvo?
Los que tenemos arriba de la mesa son cinco. Cuatro son puramente financieros y otro es financiero y constructivo. Las ofertas son internacionales, hay grupos españoles, españoles y británicos, americanos, casi todos ellos vinculados a fondos de inversión. No es claro si en esos casos la financiación sería más barata que el PPP.
¿Cuánto tiempo puede aguantar el Clínicas así?
Los edificios y el sistema educativo no se van a fundir, salvo que suceda una hecatombe, por usar una palabra medio grandilocuente. El hospital va a continuar funcionando porque el cuerpo médico, el de enfermería, el servicio, la dirección son gente muy fiel. Lo que uno teme, al igual que con la parte educativa, es el deterioro de la calidad de los servicios que presta.
¿Corren riesgo los servicios?
No, riesgo no. Pérdida de calidad, sí.



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