martes, 9 de diciembre de 2025

frigorífico Carrasco

 

Situación actual del frigorífico Carrasco 

 

El frigorífico Carrasco entró en un nuevo receso de su actividad productiva. Desde el mes de noviembre (diciembre recientemente confirmado) y hasta nuevo aviso, se mantendrá sin actividad. Nada nuevo bajo el sol. 

Si bien no es algo atípico, no solo para la empresa sino como parte de un comportamiento de la industria, es algo que siempre nos descoloca como jornaleros y trabajadores dependientes. El vacío salarial que afecta a los trabajadores, con el exabrupto de la inactividad, es muy difícil de soportar. 

El primer impacto es emocional, por fuera del nivel económico o situación de cada familia, cuesta mucho sostener el estilo de vida de un deudor, muchas veces insolvente, rudimentario por sus ingresos variables, siempre al límite y bajo la egida de la incertidumbre. 

El segundo impacto es de impotencia. Que podemos hacer? La empresa justifica ante el ministerio su situación contractual, nosotros pasamos a depender pura y exclusivamente del amparo económico del Estado, con jornales de subsidio caídos reglamentariamente, solo podemos esperar (rezar) que todo vaya por los andariveles correctos, sin sobresaltos. Para que, al margen de no haber generado ingresos en todo el mes, se pueda hacer frente a las cuentas atrasadas, antes de dar quiebra. 

El tercer impacto es previsible. Quién tiene la culpa? Si hablamos de un comportamiento, estamos evidenciando su conocimiento de causa. Tanto la industria, como los gobiernos de turno y nosotros, los trabajadores agremiados, sabemos cómo es el negocio. Estamos subordinados a él. No es sólo un problema de Carrasco, de hecho ya me he expresado con respecto a nuestro accionar, mientras se le aplicaba esta misma regla a los frigoríficos de la misma empresa, incluso con rebajas salariales sobre la mesa, nosotros no hacíamos otra cosa que trabajar. Entonces, cuál sería el problema? Si el Estado nos cubre la "platita" mensual sería solo una cuestión de esperar, armoniosamente, como suelen trasmitir nuestros dirigentes, que obviamente padecen de lo mismo, un acostumbramiento. 

La empresa cocina muchos temas entre sus plantas (4 en total), evalua rendimientos típicos de todo negocio privado y procede radicalmente cuando se lo propone. En este caso, manifiesta la inviabilidad productiva de la planta con respecto a la situación actual del negocio, sobre todo referido a los costos y a las cuadrillas kosher, habitualmente radicadas acá en esta época. Y se inclina a mantener activa las otras plantas de la firma, mientras se espera un movimiento mercantil favorable para nosotros. Nada indica, a priori, cierres definitivos, pero si se puede suponer, que la cosa va dirigida a la discusión de los acuerdos económicos entre las partes, realidad que últimamente nos venía pasando por el costado. 

La situación de los acuerdos bipartitos (convenio colectivo) ya venían dilatandose mucho, por conveniencia, hace ya dos años. Con un convenio vencido pero no caído, que las partes sostuvieron en instancias de reuniones, muchas veces improductivas. Las razones fueron harto abordadas, en la mayoría de los casos se entendió que la estabilidad laboral del momento pesaba más que nuestras aspiraciones. La estabilidad en el rubro posterga muchas de las discusiones de fondo. Y la burbuja en la que nos mantuvo la empresa, con apertura al intercambio, nos dejó satisfechos a nivel gremial. Pero como estamos cada vez más sumidos en un método individual y cortoplacista de abordar los temas, nadie visualizó como podríamos pararnos ante una posible situación adversa, como para hacer algo distinto. La realidad es que en algún momento este ciclo en espiral en el que estamos inmersos dejará de ser funcional, incluso para aquellos que sacan provecho de él y si todavía hacemos siempre más de lo mismo la cosa no va a mejorar. 

En definitiva seguimos igual, en la dulce espera, con todo el optimismo corporativo a cuestas y sobreviviendo por la cuenta, hasta nuevo aviso.

 

Anael Cardozo de Assis 

Trabajador del frigorífico Carrasco

 

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