Compañeras y compañeros:
Mientras el pueblo palestino celebra el cese de las bombas… acá les decimos bien fuerte.
Pueblo heroico, vuestra lucha es la nuestra! No están solos!!!
Durante estos dos años, nos hemos enfrentado a través de imágenes diarias, a una
arremetida brutal, sin precedentes en este siglo, tanto por su magnitud como por la
naturaleza de sus objetivos. Estos objetivos no son, como dicen, desmantelar una
organización, sino que apuntan a borrar a un pueblo, a borrar su existencia y su memoria.
El dolor no se mide ni se pesa, pero nos enseña que el horror y el luto no paralizan a un
pueblo que quiere romper sus cadenas. Palestina se ha convertido en la nacionalidad de la
nueva humanidad y Gaza en la capital del mundo.
Cuantificar el genocidio ya no es posible; en Gaza no se pueden contar las muertes. Las
cifras oficiales hablan de más de 67.000 personas asesinadas. Pero estos números solo
indican la cantidad de muertes registradas. No incluye a las personas desaparecidas bajo
escombros; tampoco a los cadáveres en fosas comunes. Investigadores y funcionarios de la
ONU han elevado la cifra de muertos a los cientos de miles.
Y aun así, estos números no nos dicen nada, como Hind Rajab, la niña de 5 años que fue
asesinada junto a su familia, o de los paramédicos de la cruz roja que iban a rescatarla y
también fueron asesinados. Cuántos deben morir, 10%? 20%? En la intención genocida,
todos: morir o irse, desaparecer como nación.
La ingeniería del hambre que Israel aplica llegó a su pico este año. Ya hace 18 años que Gaza
está bajo bloqueo militar, por aire, por tierra y por mar. Que se controla la cantidad mínima
de alimentos, agua e insumos que entran por habitante palestino. Y desde el 8 de Octubre
de 2023 se implementó una privación progresiva de todo lo necesario para vivir. Se ha
frenado el ingreso de ayuda humanitaria, insumos médicos, energía, agua. Todo con el
objetivo calculado de matar por hambre. Hambruna que ya cuenta de a cientos las víctimas y
a 2 millones de personas, con distintos niveles de inanición.
Denuncia el Director de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher: "Los niños
palestinos están muriendo de inanición, su propio cuerpo devora sus órganos por el
hambre... para evitarlo intentamos darles mantequilla de cacahuete, alta en proteínas, pero
Israel dice que la mantequilla en Gaza está prohibida porque es un lujo".
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Por eso nuestro gobierno debe actuar, de manera urgente, para romper el bloqueo criminal
y permitir el ingreso inmediato de ayuda humanitaria.
Y ese bloqueo sobre Gaza es el que los integrantes de la Flotilla Global Sumud, como tantas
otras Flotillas desde 2010, han intentado romper para llevar ayuda humanitaria a Gaza y
abrir un corredor humanitario. Más de 400 personas de 49 países, reunidas en aguas
internacionales, arriesgando su vida y su libertad para asumir tareas que los Estados y la
ONU deberían haber concretado hace mucho tiempo.
Tres compatriotas participaron en esta hazaña: Romina Gallini, Ana Zugarramurdi y Rodrigo
Ciz, representando lo mejor de nosotros y nosotras. Nos recuerdan que ante la injusticia no
hay que permanecer en silencio ni ante la fuerza bruta quedarse quieto. Nos recuerdan que
la solidaridad no es solo una palabra linda, sino que practicarla es lo que nos humaniza y
nos hace tener la certeza de que un mundo distinto es posible.
Hoy, Ana, Romina y Rodrigo se encuentran nuevamente en sus casas y nuevas Flotillas
buscan romper el bloqueo.
La Flotilla fue secuestrada en aguas internacionales en un acto de piratería, como todas las
anteriores. Recordemos que en 2010 la intercepción de la flotilla implicó el asesinato de 10
activistas del Mavi Mármara. No cometieron delito alguno: al revés, son héroes de la
solidaridad. La detención ilegal y el secuestro de personas en una tarea humanitaria y en
aguas internacionales, es una violación al derecho internacional y Uruguay debe
denunciarlo como un nuevo crimen de Israel.
Cómo debería haberlo hecho cuando el embajador uruguayo en Palestina fue agredido a
balazos en Cisjordania. ¡Es hora de que el gobierno uruguayo tome acciones concretas para
exigirle al régimen de Israel el acatamiento a los principios de legalidad internacional! Es
ineludible nuestra responsabilidad como país de proteger a nuestros ciudadanos y
ciudadanas, una responsabilidad del gobierno uruguayo. Y los pueblos de pie haremos
ineludible la responsabilidad de cuidar y proteger la vida humana en Palestina y el mundo.
Decíamos que el bloqueo a Gaza lleva casi 20 años. Pero el drama Palestino inicia hace
décadas. Mientras que en el siglo XX los pueblos se independizaban del colonizador
europeo, desde India hasta Vietnam y desde Argelia hasta Senegal, en Palestina empezaba
un proceso de más de 77 años de colonización, de ocupación y apartheid.
Literalmente se expulsa a la población nativa para fundar colonias y apropiarse de sus
tierras, a través de masacres, destrucción de casas, robo de tierras, encarcelamientos
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arbitrarios e ilegales de niños, niñas y adultos. La limpieza étnica y los desplazamientos forzados,
el avance sistemático de la colonización, son las causas y no la consecuencia, son la historia y no la
novedad. Es la catástrofe del pueblo palestino, la Nakba de 1948 y la de hoy.
Pero en esta arremetida Israel va a fondo: la pulverización de Gaza, de ciudades y pueblos, las
muertes y la destrucción sistemática de todo, escuelas, hospitales, agua potable, energía, cultivos,
oficinas de la ONU. Están buscando destruir a las personas, a su cultura, a la nación entera. En una
población donde el 40% es menor de 18 años, hay una violencia dirigida intencionalmente hacia
los niños: un imperdonable infanticidio.
¡ES GENOCIDIO! ¡No es una guerra, es un genocidio!
Junto al pueblo Palestino decimos bien fuerte ¡Basta!
Y en esta plaza, bajo la mirada del protector de los pueblos libres, les decimos que acá también
sabemos de colonización, de robos de tierras, y de exterminio de la población nativa. ¡No nos
olvidamos de Salsipuedes! Reconocemos en la lucha que lleva adelante Palestina, la de Zapicán y
Abayubá en este pedacito de tierra, Tupac Amaru en Perú, Juana Azurduy en Bolivia, Toussaint
Louverture en Haití y tantos otros y otras en el mundo entero. La misma lucha que llevó adelante
Artigas, buscando un mundo donde quepan muchos mundos. La lucha por existir como nación
independiente, soberana, libre.
Y recordamos que la ONU, a través de la resolución 3070 de 1973, “la legitimidad de la lucha de los
pueblos por liberarse de la dominación colonial extranjera y de la subyugación foránea por todos
los medios posibles, incluida la lucha armada”. Sin embargo, toda la resistencia palestina y el
pueblo palestino en general, son criminalizados y denunciados como terroristas por Israel, EE. UU
y sus aliados. Son terroristas los niños que tiran piedras contra el tanque, quienes participaban
pacíficamente en la gran marcha del retorno, quienes no se van de sus casas, quienes insisten en
sobrevivir como nación Palestina.
Señalan el síntoma como si fuera la causa, para usarlo como excusa, mientras la verdadera causa
se profundiza: el colonialismo, el apartheid, el exterminio de un pueblo, los reiterados castigos
colectivos. El régimen de Netanyahu y el Parlamento de Israel se han pronunciado recientemente,
por la anexión definitiva de Cisjordania, colocándose una vez más fuera del derecho internacional.
Algo que está sucediendo de hecho, con hordas de colonos armados que asesinan y echan de sus
casas y granjas a los palestinos, mientras el ejército arresta masivamente a su población. Son más
de 11.000 los y las presas palestinas en las cárceles de Israel. Y esto no lo vemos en ningún titular.
Secuestran por la noche a niños y niñas de sus casas; los juzgan en tribunales militares y bajo la
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misma legislación que para personas adultas. Secuestran y detienen personas en territorio
palestino, destruyen viviendas una y otra vez, siembran el terror por todos los medios
posibles. Desde el río hasta el mar, libertad para todos y todas. Las decenas de rehenes que se
encuentran secuestrados en Gaza y los más de 11.000 presos políticos palestinos, rehenes de
Israel. ¡Libertad para todos y todas!
Quienes gobiernan Israel, que expresan lo peor de la extrema derecha mundial, deben ser
juzgados por cometer crímenes contra la humanidad. El Estado de Israel miente, acá no se
trata de una guerra contra la resistencia, se trata de una guerra racista y colonial contra todo
un pueblo.
¡Paz, justicia y libertad para Palestina!
¡Paz, justicia y libertad para los pueblos!
Paz, porque defendemos la vida, porque queremos para las y los palestinos lo mismo que para
toda la humanidad: que puedan ir a estudiar, trabajar, enamorarse, soñar, tener casa, familia.
Pero no cualquier paz, no la paz de los cementerios, no la paz del campo arrasado, y no la paz
de una ciudad en escombros. Tampoco la paz del exilio, ni la paz del sometimiento.
Para que haya paz, es necesario que haya justicia. Justicia es que el derecho a la vida sea el
mismo para todos y todas, desde el río hasta el mar. Justicia es el fin del apartheid. Es el
derecho al retorno de los refugiados, es devolver las tierras robadas, reparar a las víctimas y
reconstruir. Justicia es castigar a los genocidas. Y aun así, seguiría siendo injusto para los
palestinos, porque los muertos no vuelven y las heridas dejan cicatrices imborrables.
Pero el pueblo de Palestina sigue negándose a morir o irse. Sigue insistiendo con su existencia,
con ser una nación libre. Libertad es no tener que pasar por puestos militares para ir a
trabajar, es no ir preso por protestar o por puro capricho de Israel, es poder salir y entrar de tu
país. Libertad es soberanía, es autodeterminación, es algo tan simple como poder decidir su
futuro como pueblo. Una libertad que le fue negada siempre al pueblo palestino: no se lo
consultó en 1948, no se lo consultó en 1967, no se lo consulta ahora.
La ausencia de justicia y libertad es el principal obstáculo para la paz.
¡Viva Palestina Libre!
¡Gaza resiste, Palestina existe!
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Y es ese mismo grito de libertad, el que sostiene que la vida vale y hay que protegerla.
El mismo grito que resonó en el gueto de Varsovia, y hoy continúan sus ecos. Esas voces nos
llegan a través de miles de integrantes del pueblo judío que se han alzado contra el genocidio
palestino en Uruguay y el mundo, alumbrando un camino de esperanza de que la paz es
posible entre los pueblos, culturas, lenguas y costumbres diferentes.
¡Porque es un Genocidio! Concepto que hemos usado una y otra vez y también lo usan los
organismos de la ONU, los tribunales internacionales, los académicos que estudian el tema y
las organizaciones de derechos humanos. Un concepto que indica una intención de
exterminio y el desarrollo de acciones para cumplir esa intención. Y la importancia está en
que, una vez reconocida esa intención, explicitada por varios miembros del gabinete de Israel,
y una vez identificadas esas acciones, como los bombardeos indiscriminados y la utilización
del hambre, tenemos que actuar. ¿Qué podemos hacer?
En primer lugar, al pueblo acá presente, que se moviliza y alza su voz, acá y en los 19
departamentos del Uruguay.
Hoy es una jornada histórica, ¡salud!
Tenemos que redoblar esfuerzos: no dejemos de hablar de Gaza. Que se llene el país de
banderas palestinas colgadas en ventanas y balcones. Que se pinten los muros con consignas
de paz, justicia y libertad. Que se llenen las calles de marchas, protestas, gritos, carteles. Que
se multipliquen las conversaciones, talleres, charlas, y discusiones. Porque hablar de
Palestina, preocuparnos por Palestina, nos vuelve mejores, nos humaniza. Nos redime de la
vergüenza de mirar para el costado, nos saca del hundimiento moral de la complicidad, nos
hace empáticos y solidarios con el otro, sea de acá o de allá.
Gracias por sostener la bandera Palestina y junto a ella la de la libertad y autodeterminación
de los pueblos, gracias por buscar un mundo más humano. ¡Sigamos y profundicemos este
camino de lucha y solidaridad!
En segundo lugar, al gobierno le decimos, le exigimos, lo primero es reconocer y denunciar
que se está cometiendo un genocidio. Impulsar ante los organismos internacionales el
reconocimiento de esta barbarie. ¡Es, existe! Está sucediendo en este mismo instante.
Pero es cierto que las palabras no alcanzan, el siguiente paso son los hechos.
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El gobierno debe impulsar y exigir las investigaciones y juicios sobre las atrocidades
cometidas. Debe operar, con todas las herramientas existentes, para presionar por un alto al
fuego inmediato y la apertura urgente de un corredor de ayuda humanitaria. Pero las
palabras sin acción caen en los oídos sordos de la impunidad.
¡El pueblo palestino ya no tiene tiempo para esperar más monitoreos!
Hay que actuar ya, hay que tomar acciones que, al igual que ocurrió con la Sudáfrica del
apartheid, aisle y rechace el apartheid.
El gobierno debe romper relaciones con Israel mientras no respete el derecho internacional.
Tenemos que cortar todo intercambio, científico, comercial, institucional, adoptando las
medidas legítimas y legales. Los gobiernos y los pueblos deben aislar al genocida y rodear al
oprimido.
¡No más venta de carne para alimentar al genocidio! ¡No compremos armas ensayadas en
niños y niñas palestinas!
La Coordinación por Palestina, integrada por más de 100 organizaciones sindicales, barriales,
políticas, sociales y culturales de todo el país, sigue esperando una respuesta al pedido de
reunión que le realizamos al gobierno. Urgimos al gobierno, igual que al anterior, que
condene inmediatamente al genocidio y rompa relaciones con Israel hasta que se inscriba en
el derecho internacional.
El silencio es complicidad, la inacción es complicidad, el momento de actuar es ahora.
Ayer se hacía público que se había alcanzado un acuerdo para el alto el fuego que entró en
vigencia hoy. Celebramos con inmensa alegría si en Gaza, hoy por primera vez desde marzo,
puedan dormir sin el ruido de las bombas. Si pueden empezar a buscar entre los escombros
a sus familias o comenzar el largo recorrido para saber su destino final. Si empieza a
ingresar agua y comida.
¡Celebremos! Porque el alto el fuego es un triunfo de la humanidad sobre la barbarie, de la
vida sobre la muerte, de la enorme resiliencia de ese pueblo heroico y de todos ustedes,
nosotros y nosotras y de los pueblos que se pusieron de pie al grito de ¡basta de genocidio!
Pero también recordemos que ya hubo un alto el fuego que fue violado unilateralmente por
Israel. Y que anteriormente hubieron otros alto el fuego. Siempre fueron pausa y no
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detención.
Hoy, que la política de despojo llevada adelante por décadas quedó al descubierto, tenemos
que estar atentos y vigilantes para que este alto el fuego sea permanente, para que la
reconstrucción de Gaza sea una realidad. Y esta garantía solo la dan la justicia y la libertad.
El juicio y castigo a los culpables de los delitos de guerra y contra la humanidad es la única
garantía de que NUNCA MÁS, sea realmente NUNCA MÁS.
Porque, como decíamos al principio, la paz no es solo ausencia de bombas; la paz es con
justicia y libertad o solo es otra pausa.
¡Salud pueblo palestino! ¡Salud pueblos del mundo!
¡Por la paz, la vida, la justicia y la libertad!
¡ALTO AL FUEGO INMEDIATO Y FIN DE LOS BOMBARDEOS SOBRE GAZA!
¡FIN A LA EXPULSIÓN FORZADA DE LA POBLACIÓN PALESTINA DENTRO Y FUERA DE GAZA!
¡INGRESO URGENTE DE AYUDA HUMANITARIA!
¡LIBERTAD PARA LOS REHENES EN GAZA Y LAS Y LOS MILES Y MILES DE PRESOS POLÍTICOS
EN LAS CÁRCELES SIONISTAS! ¡Todos por todos!
¡POR EL FIN DE DEL COLONIALISMO y el APARTHEID!
¡¡VIVA LA SOLIDARIDAD ENTRE LOS PUEBLOS!!
¡¡¡Desde el río hasta el mar derechos iguales para todos y todas!!!
VIVA PALESTINA LIBRE
Coordinación por Palestina
Uruguay, 9 de octubre de 2025
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