martes, 13 de mayo de 2025

planeta

 BASURA NUESTRA DE CADA DÍA

Luis E. Sabini Fernández

https://revistafuturos.noblogs.org/

Uruguay se acerca a elecciones departamentales y municipales. De intendentes, alcaldes y juntas locales.

Es el tiempo para enfrentar, una vez más, incontables problemas y aspectos deficientes y en particular enfrentar, una vez más, “la basura”.

Hasta su denominación es problemática y no ayuda a resolver el problema que todos percibimos.

Cuando los vecinos de Villa Olmos (relativamente cerca de Soca) se nuclean para resistir la instalación en sus inmediaciones de un basurero gigante y central, que se supone para todo Canelones, tal reacción nos resulta totalmente comprensible.

Porque “la basura” así dispuesta no es sino fuente de contaminación callada, subterránea a medio plazo (que mal gestionada, producirá contaminación de inmediato).

Porque intentar resolver “la cuestión de la basura” mediante recursos técnicos es un error serio, incluso grave, porque es una cuestión cultural.

Es decir, que nos atañe a todos los que vivimos en una sociedad.

Y las soluciones técnicas son las cómodas, las que nos simplifican, nos facilitan, etcétera. Pero nosotros, como integrantes de una sociedad, como consumidores, como productores, generamos “basura” de un modo tan permanente, continuo y tan heteróclito, que forma parte de nuestro estar-en-el-mundo; en una palabra, forma parte de nosotros.

Los famosos y hoy omnipresentes contenedorcitos, tan primorosos y bien proporcionados, que fueron “presentados en sociedad” como una solución a la misma cuestión, hace ya décadas, por el entonces intendente de Montevideo, arquitecto y paisajista Mariano Arana, nos alejaron de la solución. Por ser precisamente una solución meramente técnica, de aparatos.

Cuando vemos un contenedor casi vacío, con todos sus dispositivos aptos, y alrededor desparramados a muy corta distancia, desechos varios, bolsas de desperdicios, advertimos que la población, que un sector de la población, no entiende ni atiende lo de “la basura”. Ese contenedorcito nos está diciendo que hay gente que no “dialoga” con ese aspecto, problema, rasgo constitutivo de nuestras sociedades presentes, consumistas pero irresponsables.

Uruguay ha sido estragado, culturalmente, por el awol. American Way of Life. Sobre todo, desde 1945, con la hegemonía cultural de EE.UU. en aquella posguerra. Uruguay, como “todo el mundo”, aceptó alegremente aquella “revolución de la vida cotidiana”, el use y tire, la plastificación de nuestros utensilios y recursos, el lavilisto, que además coincidió con un período de “vacas gordas”. Cuando tales vacas enflaquecen (en 1957 se suspenden las importaciones por falta de dólares en el BROU, Banco de la República Oriental del Uruguay,

entonces la institución a cargo de la regulación cambiaria del país), y “los orientales”, por lo menos los de a pie, empezamos a apretarnos el cinturón, aquello del use y tire… pervivió.

Nuestra sociedad aceptó gustosa la comodidad. No avisaron que venía con venenos nuevos, desconocidos.

Los más memoriosos tal vez recuerden, en mi infancia estaba “el hombre de la bolsa”, no sólo para asustar niños que macaqueaban con la comida, sino también, y en serio, para retirar botellas, entonces de vidrio. Era “el botellero”. Se refundían.

Y mi padre, cada tantas semanas me daba una pila de diarios viejos que yo iba a cambiar por unos vintenes para mí, es decir a venderlos. Tenía dos “clientes”: el verdulero de la esquina o, caminando unas cuadras más, el depósito de diarios; se procesaban industrialmente como cartón gris.

Y luego del horario escolar, algunos “adultizados” salíamos a recoger metales por la calle y revenderlos: desde pomos de pasta dental hasta latas de alimentos en conserva, pasando por tapas metálicas de botellas y un montón de etcéteras.

Era el tiempo en que el sobretodo ya gastado de papá trasmutaba en saco de señora y, con una nueva metamorfosis, en chaqueta del nene…

Y los perros y gatos, que todavía no se habían transfigurado en perrhijos o gathijos, eran, de facto, omnívoros. Porque comían los restos de las comidas de sus dueños. Pero no sólo del asado dominguero, sino de los guisos, las pastas, de todas las comidas que ya los humanos de la casa no ingerían.

No existía esa comida para perros, de primera calidad, que viene en avión desde EE.UU. especialmente fletada para que tu perro goce al parecer manjares (aunque también hay que registrar que los perros antes no presentaban tumores y hoy en día, suelen formar a menudo varios, un solo perro…).

Hasta 1945 existía, por cierto, el desperdicio. Pero el fuego reducía al final toneladas a gramos de ceniza. Hasta la difusión de los plásticos. Una difusión que fue como un reguero de pólvora. Y que impide “la quema” (que por ignorancia o tozudez se prolongó un tanto, pero la quema de plásticos es tan pero tan tóxica que hasta el menos avisado la rehúye).

Y así ahora, “la basura” son toneladas. De plástico en primer lugar, pero también de todo lo que no se reúsa ni se recicla, ni se rehace.

“La basura” ahora es además un conglomerado tóxico, cuyos lixiviados son fuertemente venenosos (y que por la ley de la gravedad van hacia las aguas fluviales o subterráneas).

Y es una cuestión cultural porque nos atañe a todos. Incluso a los idiotas.1

Si advertimos que lo de la basura es lo que nos sobra a todos nosotros (a menudo después de haber hecho uso de algo, a veces ni siquiera), el camino a seguir, el partido a tomar, tiene que ser qué hacer con ello.

Con el plástico, dadas todas sus toxicidades (hoy tenemos microplásticos en los tejidos de nuestros cuerpos, hasta en las placentas), negarnos a usarlo en la medida de lo posible o reducir, ir reduciedndo sus usos.

“Las bolsas de plástico” llegaron a ser tan invasivas, en los ríos, arroyos, en los “basureros” y muy especialmente en los órganos digestivos de todos los animales que las ingieren creyéndolas alimentos2 que han sido finalmente sustituidas por bolsas de papel en los comercios de alimentos.3

CUÁNDO SE SUPRIMIERON LAS BOLSAS DE PLÁSTICO EN ALMACENES Y COMERCIOS DE VÍVERES

BanglaDesh, 2002.

Rwanda, China, 2008.

Italia y el DF mexicano, 2010.

Senegal, 2014.

Dinamarca, Francia, Suiza, Taiwán, Irlanda, Israel, Canadá, 2015. En ese año también se establece la prohibición de tales bolsas en algunos estados de EE.UU. y de Australia.

En ese mismo año, Ingaterra y Alemania establecen pagos para poder usarlas.

Puerto Rico y Colombia, 2017. En ese mismo año se establece dicha prohibición en Buenos Aires [no sabemos si en la provincia de ese nombre o en la capital federal argentina, homónima] y en otras dos provincias argentinas: Neuquén, Chubut.

Uruguay, España, 2018.

Costa Rica, Chile, 2019

México, 2020

Extraído de internet, diversas fuentes sobre “bolsas de plástico y su prohibición”.

Los materiales plásticos, con su toxicidad, tanto tiempo escamoteada, pero ya indisimulable, no son el único aspecto de “la basura nuestra de cada día.”

Otro aspecto de los desechos cotidianos son los orgánicos propiamente dichos. Los restos alimentarios (y otro capítulo son los productos tóxicos que manejamos a diario; desde medicamentos hasta productos químicos de uso doméstico).

Los restos alimentarios, mediante una selección primaria y no complicada, son compostables (excluyendo cárnicos y cítricos). Existen las limitaciones materiales que pueden ser decisivas y están en proporción directa a la densidad poblacional.

En tiempos “premodernos”, digamos hasta mediados del s. xx, las viviendas, incluso modestas, solían tener jardín y/o fondo. El compostado y la recuperación energética era tarea cotidiana; había muchos vecinos con plantitas, cosechando albahacas, tomates, morrones, lechugas. Y frutales. Los desechos alimentarios iban a “las gallinas”.

En nuestro presente, la población “de apartamentos” ha aumentado considerablemente. No hay fondo, no hay gallinas (ni los quiere haber). No es sólo es cuestión de densidades; es también de formas de vida. El eje de nuestro comportamiento social pasa hoy por el celular y su presunta información (en rigor, dispersión), por la conectividad (ésa sí bien real), la modernización, la tercerización…

LAS COMPARACIONES SON ODIOSAS: ALEMANIA

Alemania, 60 millones de habitantes en un territorio equivalente a un Uruguay y medio, tuvo que resolver el “apretujamiento”. Luego de diversas tentativas, algunas penosamente modernas, como el quemado de toda la basura para su recuperación energética que le significó un deterioro de la calidad del aire (pese al enorme desarrollo de los filtros industriales), encararon un sistema denominado incialmente DUALESS (hoy DUAL), por el cual fueron recuperando diversas áreas del consumo, escalonadamente.

En 1986, ya habían llegado a recuperar el 86% de los envases y embalajes utilizados en el país. Aspiran a llegar al 96% de los materiales que llegan a cada hogar. Debieron comprometer a la pobación con, por ejemplo, variados recipientes para alojar en ellos vidrios, plásticos (PE, PES, PVC, PET) diferenciados, metales, papeles blancos o impresos, etcétera. Encarar así la reducción de “basura” no es una cuestión meramente técnica. Es algo que desafía nuestras pautas culturales y de comportamiento.

Como sociedad tendremos que ir buscando las mejores soluciones. O las menos malas.

Nuestra idiosincrasia no es como la germana. Pero el problema que tenemos con “la basura” es del mismo orden. Sabemos que recuperar no es tarea sencilla. Uruguay, que hace unas décadas tenía hornos de fundición de vidrio a escala industrial, los ha perdido todos. Por miopía de gobernantes que se dejaron apabullar por la invasión literal de la petroquímica y sus señuelos, imaginando un futuro paradisíaco.

Algo similar sucede con los artefactos electrónicos. ¿Por qué dejarle sólo a las sociedades del sudeste asiático la tarea de recuperar los materiales y metales de los artefactos y artilugios que ya no funcionan (porque su vida últil es corta, y cada vez más corta).

¿Qué es mejor?, ¿sustraer cables eléctricos en desuso (o a veces en uso), fundirlos para desembarazarse de los forros plásticos, contaminando el aire y terminar exportando el cobre? (Uruguay es país exportador de cobre… sin yacimientos propios). ¿O desmontar la aparatologíìa electrónica caduca u obsoleta y recuperar sus partes, por ejemplo, metálicas?

Tenemos mucho para elegir u optar para seguir viviendo en, del y con el planeta.□

Israel

 Palestinos 25 05 06

NORMALIZACIÓN DE LO INORMALIZABLE

Luis E. Sabini Fernández

https://revistafuturos.noblogs.org/

Un curioso alineamiento se está gestando ante el descaro de la operación genocida israelí sobre la población palestina.

Por un lado, aun en medio de un “bostezo del mundo”, como muy gráficamente pintara Jonathan Cook nuestro presente planetario, bostezo al menos institucionalmente indiferente ante el escándalo de la matanza programada −no de individuos o grupos, lo cual ya sería gravísimo, sino de millones de habitantes en proceso de exterminio− que el sionismo ha decretado como judío y sagrado.1

Empiezan a aparecer, en proporciones cualitativamente diferentes, judíos que rechazan esa “limpieza étnica”, o al menos rechazan que se la haga en su nombre.

Siempre hubo judíos, desde el origen mismo del conflicto que rechazaron este tipo de “soluciones”. Judíos lúcidos, valientes, respetuosos ante la población radicada en Palestina; recuerdo el mensaje de un socialrevolucionario ruso, narodniki judío, a fines del s xix, criticando a los sionistas que procuraban engañar a los natives y de ese modo, robarles la tierra, o al poeta judío palestino Jakob de Haan, que se negó a dejar de dialogar con los árabes y los sionistas lo asesinaron como escarmiento (1924), o a Marek Edelman, del Gueto de Varsovia, que no aceptó plegarse al suicidio colectivo de los sionistas dirigidos por Mordejai Anilevich, escapó por las cloacas varsovianas, al año siguiente debió enfrentar otra vez a los nazis, ahora bombardeando toda Varsovia, se restituyó a la vida civil tras la derrota nazi, recibiéndose de médico, y cuando el flamante Estado de Israel que capitalizaba los resultados de la lucha antinazi lo invitó a “la patria judía” como héroe de guerra, declinó semejante “honor” rechazando de plano la actuación sionista y el engendro israelí.

Podríamos recordar también a los refuseñik, los 52 osados militares israelíes que en la primera década del s xxi, se negaron a seguir matando civiles palestinos en los territorios que Israel reclamaba para sí (o en territorios conexos… como con la guerra contra Egipto, o contra Líbano). Pero advirtamos que los 52 valiosos objetores formaban parte de un ejército con más de cien mil miembros. 52/100000….5/10000, 0,5 /1000: uno cada dos mil soldados resiste la masacre racista e imperial. Es mucho para el objetor, es poquísimo en términos de resistencia social al abuso.

En este presente psíquica y culturalmente insportable de 2023 en adelante, son más los judíos ahora que se desmarcan de la banda enloquecida de Ben Gvir, Bibi Netanyahu y Bezalel Smotrich.

Pero el desmarque tiene valor si advierte la hondura del genocidio en acción, y si la reacción llega a donde tiene que llegar: a dar con la causa de la situación.

El conflicto palestino-israelí es el más largo de nuestro presente, de nuestra contemporaneidad; tiene casi siglo y medio de “edad”: arranca cuando el yishuv –la colonia judía en Palestina− que se supone está allí desde tiempo inmemorial; experimenta un cambio que lleva a una doble designación: el viejo yishuv y el nuevo yishuv; este último con la llegada de sionistas de “nuevo cuño”, europeos, askenazíes. A finales del s xix.

El sionismo no se confundió nunca con toda la colectividad judía en país alguno. Pero el avance a veces arrollador de los sectores sionistas dentro de las colectividades judías siempre fue en ascenso, sobre todo a partir de 1948, con el establecimiento del Estado de Israel. Y sobre todo, muchos judíos, aun sin adherir a las tesis sionistas (retorno al presunto país original), tendieron a aceptarse como parte del mismo mundo, del mismo etnos, del mismo origen. Aunque el origen de las diversas manifestaciones judías a lo largo de la historia sean o hayan sido tan disímiles. Tanto es así, que el proyecto sionista que busca asentarse en Palestina proviene de judíos askenazíes, fundamentalmente descendientes de jázaros que, étnicamente, poco y nada tienen que ver con los judíos del Mediterráneo Oriental, de las presuntas tierras bíblicas (algo que le constaba al mismísimo David Ben Gurión, fundador del Estado de Israel).

La pregunta que nos hacemos es: ¿de dónde proviene este descaro psíquico, esta suficiencia que le permite a la dirección sionista, y con inmenso apoyo de la población israelí, este comportamiento tan pero tan poco humano?

Tanta ausencia de diálogo, tanto orgullo de sí, tanta chutzpah.

Lo grafica la instantánea que una decena de soldados femeninos se sacaron, festivas, en medio del derrumbe generalizado de edificios de diez pisos en Gaza, con o sin gente (palestina) entre sus escombros.

Entendemos que lo que está en cuestión no son sólo las personas tan depravadas como parecen ser los del elenco gobernante israelí. Primero y principal, porque esto no comenzó el 7 de octubre de 2023. Si uno rastrea la historia, tanto la reciente; el tratamiento de las manifestaciones por la tierra de 2019 y 2020, como las invasiones sistemáticas a la Franja de Gaza luego de las elecciones palestinas de 2006, con veedores internacionales confiables que verificaran que la población no aceptaba ni la ocupación israelí ni la dirección de la Autoridad Nacional Palestina (bueno es recordarlo); una supuesta dirección política revolucionaria cada vez más conciliadora con la ocupación, que lo hacía a cambio de un poco de dinero, marginal, algún título o cargo y una cuotita de poder.

O antes todavía, cómo Israel ahogó en sangre las intifadas, o en 1948, con qué frialdad el ejército israelí llevó adelante el Plan Dalet para adueñarse por la fuerza de todo el territorio palestino (lo que los palestinos recuerdan como la Nakba), o antes todavía, cómo el sionismo con sus organizaciones militares y clandestinas junto con el poder colonial británico ahogaron en sangre la huelga general con tomas de lugares de trabajo, de 1936 a 1939 (la sangre de miles de hombres y mujeres palestinas).

Porque frente al ansia de tener una tierra propia, que los palestinos empezaron a sentir cada vez más en espejo a la demanda sionista y en consonancia con el surgimiento −que viene del s xix−, del panarabismo reclamando el autogobierno de la tierra que pisaban, el sionismo sintió, desde el primer momento, que lo suyo era “distinto”.

No era esa ansia de terruño lo que estaba en juego; era su “singularidad”; que lo lleva a odiar el “concepto de ‘normalidad’, que infiera que los judíos “son similares a otros pueblos y tienen

el mismo deseo de estabilidad que otras naciones”.2 Porque “la derecha israelí entera está unida en su resentimiento a la idea de normalidad y su creencia [está], en línea con la religión judía, en que los judios son excepcionales, distintos de otros pueblos y naciones.” (ibíd., p. 67).

Sentirse diferentes, en rigor, exclusivos, tiende “naturalmente” a sentirse por encima. E Israel Shahak ilustra esta penosa cuestión con el testimonio de un rabino, Ovadia Joseph, “renombrado por su erudición halajática [se refiere a derecho de familia y de personas]” que aclara en un escrito anterior a 1996: “El gobierno israelí está obligado por la ley internacional a custodiar las iglesias cristianas en la tierra de Israel, aun cuando esas iglesias son definitivamente sitios y lugares de culto de idolatría [pese a que] nuestra ley [religiosa] nos ordena destruir toda la idolatría y a sus servidores hasta que la desarraiguemos de todos los sitios de nuestra tierra y de todas las áreas que seamos capaces de conquistar.” ¡Un strip-tease de los designios de universalización y de imperio de la fe judía que no estamos acostrumbrados a presenciar!

Shahak y Mezvinski no escatiman la mirada a la intolerancia y el dogmatismo del universo judaico. Dov Albaum, un religiólogo judío, consideraba que la libertad de prensa es un asunto desconocido en la prensa haredi [judíos extremistas o radicales; sionistas y antisionistas], proclamando, en cambio, “el derecho de nuestra gente a no conocer ciertas cosas” (ibíd). Shahak concluye: “los rabinos censores deciden que es lo que el público no debe saber”.

Los haredim gozan de enorme predicamento entre judíos, religiosos o no. No deja de ser penoso el “razonamiento” que eleva a estos religiosos a la cumbre de la humanidad: Yitzhak Ginsburgh, rabino, explicaba desde la prensa (Haaretz), en 1996: “Si cada célula particular de un cuerpo judío entraña divinidad y en consecuencia es parte de Dios, entonces cada hebra de ADN es una parte de Dios. Por lo tanto, algo es especial respecto al ADN judío.” (ibíd.) Una inferencia gratuita pero presuntuosa…

Más allá de la tautología, interesa su trascendencia práctica. Ginsburgh está hablando de transplantes de órganos (y cuando uno dice transplantes, dice tráfico… como se ha comprobado reiteradamente en clínicas religiosas judías). Ginsburgh prosigue: ”Si un judío necesita un hígado, puede tomar el hígado de un no judío inocente para salvarse […] la vida judía tiene un valor inifinito. Hay algo más sagrado y único respecto a la vida judía.” ¡Nos está diciendo que la vida y los órganos de no-judíos no importan! (salvo si son de utilidad para judíos).

Shahak y Mezvinski contextualizan tanta religiosidad espiritual, acercándonos a algo más material: “Es digno de señalarse que el rabino Ginsburgh es uno de los autores de un libro alabando a Baruch Goldstein,3 el asesino de la Caverna de los Patriarcas.” (p. 116) Ginsburgh aclara en ese libro que: “la muerte de no judíos por parte de judíos [asesinar en nuestro lenguaje] no constituye un crimen y que la muerte de árabes inocentes por razones de venganza es una virtud judía.”

¿Una virtud judía? Equiparable, en el “mejor” de los casos a las vendettas de los más conspicuos grupos mafiosos. Shahak y Mezvinski aclaran que ninguna autoridad religiosa israelí ha contradicho las afirmaciones de Ginzburgh y que prácticamente todos los políticos israelíes guardan silencio o incluso algunos lo han apoyado.

En el sionismo religioso, otra voz fuerte es la de Lubovich. Un rabino de tal cofradía es quien está “elevando” al actual presidente argentino Javier Milei a las regiones judías de mayor

espiritualidad. El rabino Lubovitcher, conocido con el nombre de Menagem Mendel Schneerson, cabeza visible del movimiento Chabad, tiene enorme influencia en EE.UU. y ha caracterizado la línea hared desde las últimas décadas del s xx hasta nuestro presente. Schneerson nos dice, por ejemplo: “la halajá estipulada por el Talmud muestra que un no judío debe ser castigado con la muerte si mata un embrión, aún si ese embrión es no judío, en tanto que un judío no debe serlo aun si ese embrión es judío.” ¡Radical desigualdad de tratamiento! Una desigualdad reforzada como para que quede clara la diferencia de estatuto humano. Nos orienta (sin querer, puesto que él escribe y prescribe en hebreo, que no conozco, y yo puedo leerlo gracias al trabajo esclarecedor de nuestros autores, Shahak y Mezvinski).

Recapitulan al rabino Lubovitcher: “La diferencia entre una persona judía y una no judía surge de la expresión común ‘Diferenciémonos’. Así, no tenemos un caso de cambio profundo en el que una persona está meramente a un nivel superior. Más bien, tenemos el caso de ‘diferenciémonos’ entre dos especies totalmente diferentes. Esto es lo que necesita decirse respecto al cuerpo: el cuerpo de una persona judía es de una cualidad totalmente diferente a la del cuerpo de [los integrantes de] todas las naciones del mundo.” ¡Acabáramos! Los nazis eran aprendices…

Entiendo que esto explica diáfanamente el desprecio por la vida humana palestina, no judía. Y el desprecio por las vidas árabes en general.

Por eso, algunos judíos tan orgullosos de su excepcionalidad, como por ejemplo Gabriela Balkey,4 aun condenando las atrocidades de la banda facinerosa comandada por Beniamin Netanyahu, no llegan a la raíz del problema. Del origen del problema; una ideología, religiosa, que tanto ha identificado un pueblo, una etnia, con un dios (propio, exclusivo). Balkey despliega, con naturalidad y modestia, ante el lector, la cantidad de “lumbreras” que el pueblo judío ha brindado en proporción incomparablemente mayor a la de cualquier otra etnia. Y defiende al Talmud como “escuela de debate, duda y reflexión”, pasando por alto las exclusivistas, atroces afirmaciones de la fe judía que Shahak y Mezvinski han puesto a nuestro alcance, para tener al menos un atisbo de la “superioridad” moral, la impudicia que sustenta la ética judía ortodoxa.

El aporte de Shahak y Mezvinski completan el cuadro de enorme desconfianza que tenemos hacia las teocracias verticalistas, en este caso ante el judaísmo (como con el Islam y buena parte de las iglesias cristianas), todas ellas dedicadas a interpretar y obedecer a algún dios).

El abordaje de Shahak y Mezvinski patentiza la situación absurda del “orden penal internacional”, totalmente inerme ante la política israelí. Los representantes de la ONU, ante Israel, actúan como los tres monos sabios.

Pero esto no es nada nuevo. En 2004, antes de convertir a la Franja de Gaza en un campo de muerte “a fuego lento”, antes de las invasiones mortales a la Franja, rabinos pidieron en una carta elevada al ministro de defensa israelí de entonces, Shaul Mofaz,5 que el ejército israelí no vacile en matar civiles palestinos: “Los rabinos citaron un mandato talmúdico, manifestando que ‘nuestras vidas están en primer lugar’.”

La carta fue firmada por un número de rabinos israelíes incluyendo a Haim Druckman, un ex miembro del Knesset que dirige el gran movimiento fundamentalista; Eliezer Melamed, director de una universidad religiosa y Youval Sharlo, director de otra universidad talmúdica en Petah Tikva que combina estudios talmúdicos y servicio militar activo.

Los firmantes son ortodoxos, son los que influyen en filas militares.

Otro rabino, famoso, Dov Lior, argumentó que las vidas no-Judías no tienen santidad, especialmente en tiempos de guerra. Lior es otro de los que ha elogiado y alabado públicamente a Baruch Goldstein. Lior no se va con chiquitas; consideró a Goldstein un "gran santo", y remató: "miles de vidas de no-judías no valen ni una uña de un judío".

Lior apoyó entusiastamente el asesinato de civiles palestinos en Rafah, diciendo que "es muy claro a la luz del Torah que las vidas judías son más importantes que las vidas no-judías". Lior pertenece a los más altos sitiales del rabinato israelí.

Si a ello sumamos la enorme cantidad de judíos progresistas omnipresentes, a menudo críticos del estado de cosas, pero con un resguardo PEP (progresistas excepto Palestina), empezamos a entender por qué la ONU se encuentra en semejante pantano de irresolución, pese a los esfuerzos de su secretario general, el portugués António Guterres, porque resulta imposible de legislar entre naciones y países con tan divergentes presupuestos. Y con tan poco coraje civil para enfrentar el poder de los subsidios.

Todas las exhortaciones, casi súplicas onusianas, caen en el saco roto israelí. Por eso, con total desparpajo y sinceridad, Israel, su dirección, anuncia, por ejemplo, "la conquista de Gaza" –expresamente prohibida por los estatutos onusianos−, pero de inmediato declara mentirosamente que programan el desplazamieinto de sus pobladores “para su protección”. En realidad, una propuesta propalada casi simultáneamente nos devuevle a la realidad: Israel quiere desalojar a los gazatíes y enviarlos, empaquetados, a Jordania y a Egipto.

Desgazatizarlos, deshistorizarlos. Y si los matan en el camino, no les importa. □

1 Una de las tantas incongruencias y saltos mortales ideológicos a los que las grandes potencias (incluida la judía) nos tiene acostumbrados: el sionismo se pretende laico, no religioso y a la vez recurre a textos que supone ”sagrados” para legitimar sus acciones. Como apunta ácidamente el historiador Laurent Guyénot: ‘no creemos en dios, pero él nos dio esta tierra.’

2 Israel Shahak y Norton Mezvinski, El fundamentalismo judío en Israel, Ed. Canaán, Buenos Aires, 2015.

3 Un médico judío que ametralló a musulmanes orantes, asesinó a algunas decenas, siendo ajusticiado por los sobrevivientes.

4 “No hablan en mi nombre”, Brecha, 2 mayo 2025.

5 Carta de rabinos al ministro de Defensa, 7 set. 2004.


Arazatí - Neptuno NO

 Carta abierta al Presidente de Uruguay

 28 de abril de 2025

 Sr. Presidente de la República Oriental del Uruguay, Profesor Yamandú Orsi Presente

 Las organizaciones abajo firmantes entendemos que la firma del contrato del proyecto Arazatí - Neptuno NO debía haberse realizado bajo ningún concepto por razones de orden legal, ambiental y económicas y por consiguiente debe ser anulado de inmediato. 

Razones legales Sr. Presidente usted tiene en sus manos tomar la decisión más importante quizás de todo su mandato.

 Anular el contrato firmado por el ex Presidente Luis Lacalle Pou, que es inconstitucional sería realmente un cambio de rumbo en las políticas que se vienen implementando en los últimos 20 años donde en muchas instancias no se ha considerado el artículo 47 de la Constitución. La modificación de este artículo propuesta y discutida ampliamente por la sociedad civil, fue votada en un plebiscito en octubre de 2004 por el 65 % de la población, una mayoría que no debe ser desconocida por ningún gobernante de este país. 

El artículo 47 de la Constitución es muy claro cuando expresa que “el servicio público de abastecimiento de agua para el consumo humano será prestado exclusiva y directamente por personas jurídicas estatales”. Sin embargo, a través de ese contrato se otorga la gestión del agua a un consorcio privado compuesto por empresas nacionales y extranjeras. Usted y sus asesores han expresado en reiteradas ocasiones que los compromisos asumidos por el gobierno deben respetarse. Es por este motivo que queremos reiterarle que el primer compromiso que usted tiene es con la gente y con el cumplimiento de la Constitución, el principal contrato que tiene el país. 

Razones ambientales Compartimos su preocupación por encontrar una solución para la seguridad hídrica de la zona metropolitana. Es por este motivo, que es preciso considere las razones por las que este proyecto no constituye una solución sino, por el contrario, acarrea grandes problemas para el país. Representantes de la academia le han hecho llegar documentación que demuestra que el proyecto Neptuno tendrá perjuicios para el país (Disponible en el blog de MOVUS) y demuestran que además es innecesario (Disponible en el Instagram mvdoeste). El Río de la Plata es una fuente insegura de agua potable.

 Los estudios demuestran que utilizar el Río de la Plata como fuente principal de agua plantea riesgos significativos debido a su alta contaminación por agroquímicos y residuos industriales, además de las variaciones de salinidad, cianobacterias y bromuros que complican los procesos de potabilización. Además este río es inseguro para la salud humana y Uruguay no tiene jurisdicción para el manejo de su cuenca que se distribuye entre cinco países. Un buen manejo de la cuenca del Río Santa Lucía aseguraría agua para toda la población. La ubicación del proyecto Arazatí Neptuno representa un foco de contaminación para el Acuífero Raigón, una de las principales reservas de agua dulce del país. Comprometerá la calidad y disponibilidad de agua para futuras generaciones y el desarrollo agrícola y agropecuario de la zona, puesto que es también fuente de riego para este sector. Además de los estudios antes mencionados, los sectores agropecuarios y la comunidad pesquera de la zona de Arazatí, representantes políticos de todos los partidos, cientos de organizaciones sociales y la sociedad en general alertan sobre el grave impacto negativo que significaría el proyecto para el país. Los únicos defensores del proyecto han sido los integrantes del consorcio Aguas de Montevideo, firmantes del contrato y promotores del mismo. Razones económicas El altísimo costo del Proyecto Neptuno representa un nuevo endeudamiento para el país que destinará fondos para una obra que no soluciona el problema de fondo y tampoco contribuye a fortalecer la gestión de la empresa estatal que debe garantizar el acceso al agua potable a la población. 

El nuevo Presidente de OSE designado por usted, el Sr. Pablo Ferreri ha señalado que el ente está desfinanciado. Sólo aumentando las tarifas en todo el Uruguay se podrá pagar la obra de Neptuno que tendrá un costo cercano a 1000 millones de dólares. Estaremos endeudados por más de 20 años para agregar agua a un sistema que pierde el 40 % del agua que circula por la red. Si se quiere actuar en forma responsable y con soporte científico técnico como dice el Sr. Ferreri, anular este contrato es la única opción. 

Destinar los recursos humanos y técnicos necesarios para la reparación de la red seria comenzar por el principio y redirigir la inversión racionalmente en beneficio de la gente. En conclusión, desde las organizaciones firmantes, le hacemos un llamado urgente, en primer lugar, a usted por su responsabilidad como Presidente de este país para que anule este contrato. 

Invitamos públicamente a la ciudadanía a informarse, debatir y exigir la anulación de este proyecto que afectará a toda la población. Le recordamos además, que todavía está pendiente lo antes posible una reunión con una delegación de las organizaciones firmantes de esta carta como anunciara públicamente su secretario.

 Es necesario discutir personalmente nuestros puntos de vista sobre este nefasto proyecto. Queremos ayudar a encontrar caminos de solución sustentables que respeten la Constitución y los intereses de la gente. 

Lo saludan atte. 

Movimiento por un Uruguay Sustentable (MOVUS) 

Agrupación Tucu Tucu de San José 

Hermandad pro Derechos Comunidad Indígena Huéit Guidaí, 

Santa Rosa, Canelones Defensa de Nuestra Playa Costa Azul, Canelones Grupo de Vecinos en Defensa de los Espacios Naturales de Playa Hermosa Paysandú por un Uruguay Soberano UPM 2 NO Militantes de Izquierda contra UPM Red Unión de la Costa (RUC) Liga de Fomento del Parque Balneario Jaureguiberry Colectivo Agua es Vida Tacuarembó Pan y Rosas Asociación Latinoamericana de Medicina Social (ALAMES Uruguay) Proyecto Ñacurutú RAPAL Uruguay Movimiento de Agricultura Biodinámica del Uruguay (MABDU) Comisión 100 años Raúl Sendic Colectivo Ecofeminista Dafnias Eco Franciscanas Red de Huertas Comunitarias del Uruguay Vecinos en Defensa de Guazuvirá (VEDEPRODE) Asociación de Mujeres Rurales del Uruguay (AMRU) Asociación Uruguaya de Guardaparques (AUG) Intersocial Montevideo Oeste Comunidad Tribal Afroindígena Anaxiguat Epaj Asociación Civil Vecinxs Organizadxs de Santa Lucía del Este Asamblea Hue Mirī en defensa de la cuenca de la Laguna Merín Cotidiano Mujer Nativos de Punta Colorada Movimiento de vecinos Empalme Olmos Vivero Comunitario Amigo de la Arena (Guazuvirá) Clan Rúa La-at Charrúa de Migues, Canelones Colectivo La Campana Verde Comisión en defensa del arroyo El Potrero y sus humedales No al tren de UPM Montevideo Movimiento por la Tierra Valizas Guidai Tekoa Grupo de Acción Local Ambiente Saludable, Piriápolis Colectivo Bilú Atit Red sabvia Colectivo de Mujeres Indígenas Hum Pampa Colectivo GuazuVerde Movimiento Nacional en Defensa de la Seguridad Social (MONDESS) TRIBU Espacio Cultural Montevideo ONG Ecobio Uruguay Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (Regchag) CØSMICA Cultura Contemporánea Arropando Territorio Vivo - vecinos de las márgenes del Arroyo Pando Mujeres con Historias Guardianes de las Cuencas Arroyo Pando y Laguna del Cisne APATROVI (Arroyos Pando, Tropa vieja, humedal y franja costera) Asociación Civil Ambientalista de Salto Reserva Natural y Campo Cultural Kykyō Organización Agüita Tacuarembó Agrupación de Jubilados y Pensionistas de Antel (AJPA) Coordinadora Federación Sindical Mundial de Uruguay Plenario Social y Sindical María Romana de La Paloma Huerta Comunitaria Guazuvirá Escuela de Agroecología por el Buen Vivir de la Chacra Paso a Paso Jacarandá Cultura de la Memoria Tribu Comunitaria de Artistas y Artesanos de la tierra y pueblo charrúa Colectivo de Guichón por los Bienes Naturales Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS) Grupo Ambientalista Costa Viva Uruguay (Rocha) Red de Huertas Comunitarias del Uruguay GRUPAMA, Bella Unión Consejo de la Nación Charrúa (CONACHA) Comisión de Memoria, Justicia y contra la Impunidad - Soriano Noches de Poetas Club Melchora Cuenca, Migues, Canelones Periódico La Fragua Grupo Ambientalista Costa Viva Uruguay Rocha Libre de Petroleras Bilú Guidaí Conservación y Ecoturismo Red de Amigos de Pérez Aguirre Comisión de vecinos Las Vegas Lomas del Solís Huerta Comunitaria Guazuvirá Clan Gubaitase Charrúa (Uy) Eco Tambores (Villa Tambores) Tacuarembó Partido de la Armonía Red Nacional en Defensa de los Humedales – Uruguay Asamblea por un Mar Libre de Petroleras – Uruguay Uruguay Electromagnetismo Asociación de extrabajadores de El Popular 1957 – 1973