¿LA EDUCACIÓN ESTÁ EN GRAVES PROBLEMAS?
Casi como una constante, aunque no la única, esta es una cuestión que se repite en el tiempo, a veces
con más énfasis, en otras con algo menos, pero siempre está. Una buena pregunta sería ¿Pero esto por
qué es así?, me refiero al hecho de que siempre esté en el tapete, este tema.
Pero… ¿Es que siempre ha sido así, como viene siendo desde hace ya más de 40 años o hubo un
tiempo en que funcionaba mejor y no se lo tenía constantemente, como algo a reparar?
Efectivamente así ha sido, hubo tiempos en que la educación de este país no estaba siempre con
estándares tan bajos de aprendizajes, como ya hace 4 décadas y que tiene un claro efecto retro
alimentador, veamos algunos indicios que nos muestran que no siempre ha sido, como la conocemos
actualmente.
Prueba 1) Lo que sigue es un extracto del Informe realizado en 1972, o sea hace ya 53 años atrás, por el
Rector de la Universidad de la República Ingeniero Óscar Maggiolo, en la cámara de Instrucción Pública
de la cámara de representantes, lo que hoy se conoce como la Comisión sobre Educación de la cámara
de Diputados, del Poder Legislativo:
“Queremos hacer notar que si hay algo de civilización uruguaya que es rescatable al ciento por ciento,
diríamos, es nuestro sistema educacional. Si en algo el Uruguay no es subdesarrollado es en lo que se
refiere a su nivel educacional en todas las etapas. En lo que respecta a enseñanza secundaria nadie
puede dudar que nuestro sistema tiene defectos - la enseñanza secundaria es una de las más
cuestionadas a nivel mundial - pero se han obtenido logros que no se han conseguido fácilmente en
otros países, y mucho menos en países subdesarrollados.”
Prueba 2) Lo que sigue es un artículo publicado el 21 de Enero del 2003, en el diario El País:
“El ministro de Educación y Cultura, Leonardo Guzmán, considera que la Matemática y la Ortografía
son dos disciplinas que están "desvalorizadas". Y ello se refleja en los bajos niveles de aprobación de
los exámenes de Matemática, las dificultades en la comprensión lectora, los errores repetidos en
sintaxis y ortografía dan cuenta de una "caída en el nivel de exigencia en la enseñanza" y una
"pérdida de la calidad en la educación", pero por sobre todo ello, de una "crisis del razonamiento
lógico" que en su conjunto, abarca no a una, sino a varias disciplinas, expuso Guzmán a El País.
"Hay que subrayar que los problemas de la enseñanza hoy no se concentran sólo en los resultados de
los exámenes de Matemática, sino en la calidad del aprendizaje. Por lo tanto cuando hoy abordamos
la cuestión tenemos que ascender en el análisis hasta darnos cuenta que lo que debemos volver a
cultivar son las matrices lógicas del rigor en el pensamiento. El Uruguay tuvo en eso, para grandes
grupos, una educación cuyo resultado final fue altamente plausible y hasta satisfactorio,
internamente y aún ante la mirada de terceros.”
“La solución a esos problemas se encuentra en la recuperación de la calidad de la enseñanza,
enfatizó.”
Debemos señalar, por un lado, que en 1972, cuando el Rector Maggiolo realiza las afirmaciones que
hemos expuesto, está valorando lo que pasa en la educación uruguaya, de 15 a 20 años atrás, por lo
menos. Es decir está valorando un sistema Educacional desde 1952 o desde 1957.
Resulta por demás obvio, que luego de estas declaraciones, en el Sistema Educativo uruguayo, se han
realizado grandes y en ocasiones, continuas modificaciones, las cuales, no han permitido que ninguna
persona con cargos de alta responsabilidad, en la supervisión de nuestro Sistema Educativo, haya
podido decir sobre él, algo mínimamente parecido a lo indicado por el Rector Maggiolo en 1972.
Por otra parte, cuando en el año 2003, el entonces Ministro de Educación y Cultura, en la presidencia
del Dr. Jorge Batlle Ibañez, o sea el Dr. Leonardo Gúzman, realiza las puntualizaciones que hace, se está
refiriendo a un período de tiempo anterior, de unos 15 años por lo menos, lo que sitúa al objeto
educacional analizado, a partir del año 1988 y sobre este último advierte que para solucionar los
problemas que el detecta en el 2003, se debe recuperar la calidad de la enseñanza, lo que habla a las
claras que, como enfatiza, ha habido una importante pérdida de calidad en lo educativo. De hecho si
pone como solución “recuperar la calidad perdida”, resulta obvio que está afirmando que en un pasado,
nuestro sistema educacional poseía una muy superior calidad de la enseñanza, que resulta a pesar del
tiempo transcurrido, algo muy similar a lo expresado por el Rector de la Universidad, en la anterior cita.
Estos argumentos ponen de relieve, que lo que ocurre hoy y hace ya más de 4 décadas con nuestra
educación, no siempre fue así y que por lo tanto, no solo hemos perdido calidad educativa, sino lo que
es mucho más grave aún, quienes asumieron la responsabilidad de conducir al Sistema Educativo hacia
adelante en el tiempo, no fueron capaces de evitar dicha pérdida de calidad. Esto último es cierto, tanto
como que cada vez que se aplicó una reforma educativa, haya sido esta parcial o total, en todos los
casos, los responsables de las mismas, lo hicieron con la promesa de mejorar la calidad educativa, algo
que en realidad nunca lograron.
Por lo tanto, la respuesta a la pregunta de si la educación siempre ha sido como viene siendo desde
hace 40 años atrás, es negativa, nuestro país tuvo en el pasado, un modelo educativo muy eficiente,
que lamentablemente ha perdido.
La nueva pregunta ahora sería ¿pero cómo y porqué pasó esto?
Esto se debió a factores presupuestales, algunos internos al sistema Educativo y otros externos, estos
últimos calaron hondo en el entretejido social, aumentando la cantidad de personas por debajo de la
línea de Pobreza. También estos problemas presupuestales, tanto internos como externos al sistema,
trajeron en consecuencia otros problemas que no tenían naturaleza presupuestal, pero que eran
producidos por aquellos, como la pérdida de valores debido a la exclusión social y económica de los
sectores con menos recursos, el crecimiento sistemático de la tasa de desocupación para menores de 24
años y lo bajo de los salarios, todo lo cual fomenta la pérdida de credibilidad en los aprendizajes sólidos,
como un vehículo a través del cual se pueda lograr una mejor calidad de vida en el futuro, así como que
también afectaron los niveles de asistencia a clase, lo que hizo que poco a poco se generara la impresión
de que el conocimiento no paga, lo que también genera deserción estudiantil o aumento de
aprendizajes insuficientes, pero no nos adelantemos, hagamos como Jack y vayamos por partes.
1) Aspectos Presupuestales Internos al Sistema Educativo
A modo de introducción de estos tópicos, hay que tener muy en cuenta que en 200 años de vida
independiente de este país, solo ha tenido 2 breves períodos de prosperidad, (muy condicionados por
las 2 guerras mundiales), muy poco para considerar que un país es económicamente viable y esto último
tiene que ver con cómo fue en realidad, que este país surge a la vida, que no es ni parecido a como nos
lo contaron, nos mintieron, nos siguen mintiendo y esa es una de las causas más vigentes de lo que hoy
se llaman “problemas estructurales”.
Esos problemas estructurales tienen que ver con la verdadera razón de la creación de la República
Oriental del Uruguay y además, más acá en el tiempo, a partir de 1960 en adelante y por esos mismos
motivos, Uruguay tuvo que aplicar un importante número de devaluaciones del peso uruguayo, en
relación al dólar norte americano, a saber:1960 – 169 %
1963 – 49 %
1967- 102 %
1968 – 25 %
1982 – 100 %
2002 – 100 %
Los gobiernos que aplicaron estas medidas, debieron al mismo tiempo, contraer el Gasto Público en
general y en lo educativo en particular. Esto debido a los compromisos asumidos, con el FMI,
organización prestadora de recursos a los países miembros, pero dichos préstamos, están condicionados
a aplicar las recetas que la citada organización, entendía positivas para el país receptor del préstamo.
Esto en realidad, en relación a lo efectivo de dichas recetas, no se cumplió nunca.
Bien, ahora sí, comencemos a entender qué consecuencias tuvo la situación detallada anteriormente, en
el ámbito educativo, aunque resulta obvio resaltar que dichas consecuencias aplicaron en todas las
actividades de la economía.
Ley 12376 De sueldos y remuneraciones Setiembre de 1957:
Artículo 6: El salario líquido de un Ministro de Estado, se fija en $ 2000, lo que equivale a un valor
nominal de $ 2353.
Artículo 79: Hace referencia a los funcionarios descriptos en el artículo 2 de la ley 11285, a saber
Profesores de Secundaria, de materias teóricas de la UTU y los Maestros de Primaria, los cuales tendrán
una remuneración por hora de clase, según el siguiente detalle:
Grado 1........ $ 32.00
" 2........ " 34.00
" 3........ " 35.00
" 4........ " 39.00
" 5........ " 48.00
" 6........ " 71.00
En el caso de un Profesor de 6° grado, con 20 horas semanales, su salario nominal sería por tanto de $
1420, esta remuneración se corresponde con un 60.35 % del salario nominal de un Ministro de Estado,
que como ya vimos era de $ 2353.
Veamos en la actualidad, cuál es esa relación entre salarios nominales. El sueldo nominal de un profesor
de 6° grado con 20 horas semanales es según la tabla confeccionada a tales efectos por la Anep de $
66.481, mientras que el salario nominal de un Ministro de Estado es hoy de $ 382.150, lo que hace a una
relación entre estos salarios nominales de 17.39 %. Es decir el salario del docente perdió frente al salario
de un Ministro, una cantidad porcentual de 42.96 %. Que en términos de pesos actuales significan $
164.171. ¿Cómo se explica esto? Nadie lo explica y además sobre estos aspectos, todos los gobiernos
hacen silencio, aunque son totalmente conscientes de esta situación.
Pero esto no es todo, si se actualizan los salarios del docente de 6° grado con 20 horas semanales y el de
un Ministro de Estado, por IPC al año 2025, se tiene que el docente en consideración, debería disponer
hoy una retribución, para tener el mismo poder adquisitivo que tenía en 1957 de $ 152.786 y en
realidad su salario es hoy de $ 66.481, lo que directamente indica que ha sufrido en ese período una
pérdida de poder adquisitivo del orden del 130 %, o sea un salario entero más un tercio del mismo, en
términos de pesos actuales representa una pérdida de $ 86.425.
En el caso del Ministro de Estado, el salario que debería percibir hoy para tener el mismo poder
adquisitivo que tenía en 1957 debería ser de $ 253.173, sin embargo su salario actual es de $ 382.150, lo
que nos muestra que el Ministro de Estado no sólo no ha sufrido pérdida alguna de poder adquisitivo,
sino que lo ha mejorado en un porcentaje del 50.94 %, qué en términos de pesos actuales son $
128.977. Y claro, esto desde un punto de vista ético, no debería ocurrir, pero esta es la verdad, es lo que
tienen los números, hablan por sí solos.
Pero como cité a Jack, sigamos sus pasos, esto que hemos mostrado no es todo, aún hay mucho más.
Hemos mostrado la tabla de asignaciones presupuestales de los profesores a partir del 1° de Setiembre
de 1957, sus salarios en esa época y cómo evolucionaron ¿pero qué sucedía con los topes de carga
horaria semanal?
El artículo 75 de la ley 12376, hace referencia al artículo 2 de la ley 11285, el que determina los topes
máximos de horas de clase semanales que un profesor podía dictar:
Grado 1. Profesores de 1 a 5 años de servicios........................ 15
Grado 2. Profesores de más de 5 a 10 años de servicios.......... 18
Grado 3. Profesores de más de 10 a 15 años de servicios........ 21
Grado 4. Profesores de más de 15 a 20 años de servicios........ 21
Grado 5. Profesores de más de 20 a 25 años de servicios........ 18
Grado 6. Profesores de más de 25 años de servicios................ 15
La Tabla anterior muestra otra situación que ha sido invalidada como consecuencia de las disminuciones
salariales, en el período de tiempo considerado, es decir, en esa época, la variación de las cargas
horarias seguía una forma de campana, los docentes de los grados 1 y 2, que eran los que recién
comenzaban su actividad y por tanto quienes menos experiencia docente poseían, estaban topeados en
15 y 18 horas semanales respectivamente, luego los de grado 3 y 4, accedían al máximo de horas de
clase por semana que era permitido, unas 21 horas, para luego volver a decaer para los docentes de los
grados más altos, debido a que se consideraba que estos eran los que mayor experiencia docente
poseían, por tanto al dictar pocas horas por semana, lograban los mejores niveles de aprendizajes. Sin
embargo toda esta concepción fue modificada a raíz de un lento pero sistemático proceso de rebaja
salarial, por tanto la actitud de los docentes pareció ser la siguiente, cuanto menos me pagas por hora
de clase que dicto, tantas horas adicionales por semana de clase tomo, para disminuir el efecto de la
disminución salarial. Esto ha llegado al punto que, según el Censo Docente desarrollado por Anep, en el
año 2018, existe un 33.2 % del total de docentes que presentan una carga horaria de entre 20 y 30, 30 y
40, 40 y 50, o hasta 60 horas semanales y además existe un 16.6 %, que toma 20 horas semanales pero
que además tiene otro empleo de 30 o 40 horas semanales, que no tiene que ver con la docencia, lo que
hace que entre ambas situaciones, del total de docentes de la Anep, representan un 49.8 %, es decir 1
de cada 2 docentes, se encuentra en estas condiciones, las cuales son absolutamente negativas para los
procesos de aprendizajes de sus alumnos.
Vale la pena comparar esta situación con la tabla de topes de carga horaria semanal, ya citada, para
darnos cuenta, que tan negativa es la situación actual de cargas horarias y de multi empleo, sobre las
posibilidades de aprender más y mejor de los estudiantes, en relación a lo que era en 1957 y algo que no
es menor, todo esto se realiza con el total conocimiento de causa por parte de los docentes y de las
autoridades educativas, que permiten que esta situación se continúe desarrollando.
Con el correr del tiempo, las generaciones de docentes que van surgiendo, se han ido encolumnando
con esta forma de proceder y con sus salarios sumergidos, dándolos por escasos, pero sin noción real de
qué tan sumergidos están y con esto cuál es el real perjuicio que generan en los alumnos, esto da lugar a
que cuando se les muestran estos datos y se les expone lo que hoy deberían tener por salario para tener
el mismo poder adquisitivo que tenían en 1957, son los mismos docentes actuales, los que no pueden
dar crédito, a que su trabajo pudiera explicar dichas retribuciones y por tanto, esta es una batalla que
jamás tomarán en cuenta, convirtiéndose así, aún sin quererlo, en cómplices de una situación que
precipita aún más, la pauperidad educativa.
La nueva pregunta sería ¿Pero de qué forma se ha llegado a estos extremos?
Eso estimados lectores, será para otra entrega, pero no se preocupen, quedan muchas partes aún por
explorar…hasta la próxima.
Colibrí
No hay comentarios:
Publicar un comentario